Los latinos estaban de vacaciones y este año habían decidido ir a los Roques. Si decisión fue completamente al azar y se preocuparon un poco por ir al territorio venezolano con toda la crisis que tenía encima, pero nada más llegaron la belleza del lugar los hizo cambiar de opinión y se dedicaron a tener unas bien merecidas vacaciones.
-¡Bolivia, Bolivia, Bolivia, Bolivia!- corearon los latinos.
-¡No lo haré!- chilló la castaña y se aferro aún más a la palmera.
Los sureños se encontraban en las cristalinas aguas de la playa mientras que Julia se aferraba con fuerza a la planta para no ser arrastrada a las aguas.
-El coño e madre, suelta esa verga si no quieres que te meta un coñazo por andar de ridícula- gruño la venezolana.
Maria camino con decisión hasta llegar a donde estaba la andina, la tomo de la cintura y de un tirón la arrastró hacia el agua.
-México... - llamo Guatemala en lo que miraba fijamente a las mujeres.
-¿Que pasa?- se acerca un poco más a él.
-¿Desde cuando son novias?- pregunta extrañado el centroamericano señalando discretamente.
-Ellas no son... - México observa como Venezuela consuela tiernamente a la Bolivia y como está después va perdiendo el miedo a nadar-Oye ni idea-
