rock me | fack ✿

five | dave ✿

Era lunes por la mañana y decidí que era momento de volver a la normalidad a pesar de que mi mente y mi cuerpo aún no se normalizaban del todo con lo sucedido.

Al fin y al cabo ese asunto se iba a quedar como un pequeño secreto más entre amigos.

Salí del baño dando un bostezo, me quite el pantalón de pijama que tenía puesto y me dispuse a sacar cualquier cosa para ponerme de mi ropa limpia.

Pero cuando me estaba colocando los jeans de la manera más tranquila posible escuché el sonido de la puerta de mi habitación abriéndose.

Me sobresalté de tal manera que me caí tras no saber quién diablos había entrado a mi habitación sin tocar la puerta.

—¡Mamá, me estoy vistiendo!—. Exclamé por puro instinto levantándome del suelo y subiéndome el pantalón de forma rápida pero al instante me di cuenta de que no se trataba de mi madre como mi mente pensó.

Aquella risita burlona causó que volviera mi vista a la puerta y divisara el rostro sonriente de Finn cerrando la puerta de mi habitación detrás de si.

—¿Desde cuando me dices "mamá"?—. Bromeó causando que evidentemente mis ojos se pusieran en blanco y me abrochase los pantalones con rapidez.

—Debes comenzar a tocar la puerta...—. Exclamé y me giré para ponerme la camiseta.

Pero una vez más su risa no se hizo esperar.

—¿Enserio todavía te avergüenza que te vea con poca ropa?—. Mis mejillas se encendieron al instante. —Dios mío, Jack.

—Es por simple respeto, ¿bien? No por que ya hayas visto más de la cuenta significa que voy a desnudarme cada que te presentes.

Se dejó caer en mi cama con total confianza y me volteó a ver aún con su sonrisa pícara observando con detenimiento cómo me ponía la camiseta.

—Yo no tengo ningún problema en que te desnudes cada que vengo...—. Se encogió de hombros a lo que instantáneamente le lancé a la cara una almohada que tenía cerca.

—Los mejores amigos no se desnudan entre sí, ¿ok?

—Eso es algo que tú y yo podemos innovar—. Me sonrió a lo que yo negué rotundamente recostándome a su lado con la vista al techo de la habitación.

—No volverá a pasar Finn, eso solo fue cosa de una vez y nuestras emociones del momento influyeron bastante.

El rió.

—One Direction también lo hizo y no lo niegues...—. Ahora quien comenzó a reír fui yo. —No me digas que la perfecta voz de Harry Styles no te conmueve en lo más mínimo.

Me encogí de hombros con simpleza.

—Por supuesto pero me conmueve más su bonita cara...—. Admití con una pequeña risita.

—¡Exacto! Si quieres nosotros podemos ser la reencarnación millenial de Larry Stylinson...—. Mi carcajada aumentó de potencia por lo cual le propiné un golpe en el brazo tras escuchar las cosas tan fuera de sentido que había comenzado a decir.

—Cállate, ya estás diciendo puras incoherencias...—. El rió junto conmigo y me volteó a ver con cierta diversión.

—Lo que tú digas, mi pequeño Harry Styles.

🍓

Cuando llegamos a la escuela, Finn y yo estábamos en el aula de álgebra hablando y riéndonos de cualquier estúpidez, algo bastante típico de nosotros a decir verdad.