fourteen | oh sweet venice ✿

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Montados en el ascensor del hotel dispuestos a ir a nuestra habitación ambos estábamos en un total silencio, posiblemente los únicos sonidos que se escuchaban en el ambiente eran la clásica música relajante que salía de los parlantes y nuestras respiraciones fingiendo estar pacíficas.

Literal estábamos uno a lado del otro evitando miradas y sumergidos en nuestra propia mente.

Jack llevaba en su mano izquierda una bolsa de plástico que contenía la comida no comimos en el restaurante mientras que su mano derecha estaba totalmente libre y un tanto inquieta.

Le daba un par de palmaditas insistentes a su pierna de vez en cuando en señal de posible ansiedad.

Me reacomodé en mi lugar causando que involuntariamente nuestras manos se rozaran, una pequeña electricidad me invadió de pies a cabeza tras esa pequeña acción.

Poco a poco sentí como su dedo meñique comenzó a buscar el mío y en cuanto menos nos dimos cuenta estos ya se habían entrelazado sin necesidad de miradas mutuas o tener que decir una que otra palabra.

Al instante ambos nos sobresaltamos y nuestros dedos se soltaron por puro instinto tras escuchar un el peculiar sonido que emiten los elevadores cuando llegas a tu piso deseado. Las puertas se abrieron de par en par pero ninguno de los dos se movió en ese instante.

Fue ahí cuando me atreví mirar a Jack notando la pequeña sonrisa que este me dedicaba.

Sin previo aviso ahora fui yo el que se animó a tomar su mano para así poder salir juntos de aquel ascensor con rapidez yendo a paso rápido hacia nuestra habitación.

Saqué la llave del bolsillo de mi sudadera y en menos de un minuto la puerta ya estaba abierta dejando ver la oscuridad del cuarto puesto que ya era bastante de noche.

Jack entró y encendió la luz y a lo que yo tan solo cerré la puerta para así volver a tener un bonito espacio con privacidad y total silencio justo como hace un rato.

Me miró y yo le miré, sus labios lucían más relucientes aquella noche y en esa ocasión yo ya no estaba como para reprimirme más sentimientos.

Creo que ambos sabíamos lo que pasaría nada más llegar a nuestra habitación y era totalmente indiscutible que ambos necesitábamos lo mismo.

Todo fue muy rápido, sin decir ninguna palabra él tan solo se arrojó hacia mí soltando y dejando caer al suelo la bolsa que llevaba cargando en su mano desde hacía un pequeño rato sin ninguna importancia. Me tomó del rostro y por segunda vez en el día unió sus labios con los míos en un acto de plena necesidad.

Una de sus manos atraía mi cuello con fuerza haciendo que me inclinara lo más que podía hacia él mientras que con la otra que tenía libre se empeñó en tomar mi mano con insistencia para poder colocarla el mismo en su propia espalda pidiéndome sin necesidad de palabras que comenzara a tocarle y acariciarle el cuerpo justo como siempre lo hacía al comenzar nuestras travesías.

Apreté entre mis dedos la tela de su suéter y no pasaron tantos segundos para decidirme en quitárselo con cierta torpeza lanzándolo a cualquier parte del suelo.

El propio Jack me estaba conduciendo esa noche al borde de la locura, mientras me besaba me hacía retroceder con lentitud adentrándonos más a nuestro cuarto con intenciones de llegar a un único y deseado lugar.

De pronto me quitó la playera de forma insistente, volvió a besarme y sin más puso sus dos manos en mi pecho empujándome con fuerza hacia atrás. Mi espalda chocó en el colchón de la cama y su sonrisa traviesa no se hizo esperar tras voltear a verme.

Y tras ver como el solo se quitaba la playera me atreví a decirle:

¿Desde cuando te gusta tener el control?

rock me | fack ✿Donde viven las historias. Descúbrelo ahora