rock me | fack ✿

six | venice ✿

El verano finalmente había comenzado en Los Ángeles.

Las clases terminaron y las vacaciones llegaron dándome así un poco de la estabilidad que necesitaba en mi vida.

Pero aún así no todo era color de rosa puesto que la preparatoria había organizado un viaje escolar para los alumnos de último grado ya que nuestra graduación estaba a pocos meses.

Y ese viaje sería de una maldita semana.

Nos llevarían de vacaciones a algún lado para tratar de que nos divirtiéramos y pasáramos más tiempo juntos entre nosotros antes de graduarnos. Creo que ya es un poco tarde para decirle a los profesores no quiero ir por que la mayoría de mis compañeros de clase me caen mal y por ende lo que menos deseo es tener que pasar tres semanas conviviendo solo con ellos.

Me enferma de solo pensarlo y a pesar de que yo le dije a mis padres que no me apetecía ir ellos de igual manera me obligaron.

La única parte buena de aquella travesía escolar sería que por supuesto, Finn también iría y estaría conmigo en todo momento.

Las cosas se habían quedado estables, el tema de nuestro incidente jamás se volvió a tocar y por supuesto no se repitió lo cual me aliviaba bastante. Parecía que de nuevo las cosas volvieron a ser lo de antes.

En esa tarde de viernes estaba en mi casa al igual que mis padres y los padres de Finn ya que ellos se las ingeniaron para organizar una especie de reunión de despedida antes de nuestras vacaciones puesto que el viaje escolar ya era mañana.

Y yo realmente deseaba que no fuese nunca, me daba mucha pereza.

—¿Crees qué podamos sobornar al chofer del autobús que nos llevará y decirle que en cuanto lleguemos a Venice y todos se hospeden en el hotel nos lleve de vuelta a casa?—. Exclamé recostando mi cabeza en las piernas de Finn causando una obvia risa de su parte. —No quiero ir, detesto la playa y detesto a los chicos de la escuela.

Antes de responderme sentí como su mano se tomó la molestia de retirar el cabello de mi frente con suavidad. Me sonreía con diversión causando que las pequeñas arrugas que yacían al rededor de su boca se marcaran ligeramente.

—Relájate, solo es una semana y Venice queda a solo cuarenta minutos de aquí. Yo tampoco soy tan fanático de la playa y de sentir a cada segundo arena en mis zapatos pero sobreviviré, sobreviviremos juntos...—. Añadió. —Además nos podemos quedar en el hotel viendo alguna película, apuesto a que será más divertido.

Pero mis sentimientos de desagrado continuaban rondando por mi mente.

—Si eres consciente de que Dave y Kayla también irán, ¿verdad?—. Su sonrisa instantáneamente se borró siendo remplazada por una mueca.

Pero segundos después tan solo se encogió de hombros con pereza.

—¿Y eso qué? Los ex son para olvidarlos y superarlos, no para pensarlos...—. Espetó. —En algún punto más adelante de nuestras vidas tendremos que encontrarnos con ellos y estar dispuestos a mandarlos a la mierda una vez más...—. Me sonrió una vez más transmitiéndome esa pizca de confianza que necesitaba.

Me contagio la acción y también le dediqué una media sonrisa acompañada de una suave risa de mi parte.

—Chicos...—. La voz de mi madre tratando de abrir la puerta de mi habitación causo que me sobresaltara un poco.

Trato de girar la perilla de la puerta varías veces pero fue inútil ya que aparentemente estaba cerrada. Ella dio dos golpes a la puerta y nos volvió a llamar.