Epílogo

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En la mansión Agreste.

Gabriel miraba fijamente a su hijo, con mucha seriedad mientras éste lucía algo nervioso.

Sabía que su padre seguía sin estar de acuerdo en su relación con Marinette, pero no le importaba.

Seguro que ahora le llamó para hablar de ése tema pero a diferencia de antes, ahora le haría frente por nada y ni nadie va a impedir que éste con Marinette.

El hombre, cerró sus ojos mientras recordaba lo que pasó ésa mañana mientras su hijo estaba en el colegio.

El padre de la noviesita de Adrien fue a verlo para hablar de... algo importante.

Flash back

Tom estaba parado en la entrada de la mansión Agreste, mientras Gabriel bajaba las escaleras con claro enojó.

-De ante mano se lo digo, su hija no merece a mi hijo, nadie lo merece pero supongo que ella es la que más cerca está, así que no es necesario que me dé un sermón.

Aclaró con seriedad.

Tom, parpadeo un par de veces y negó con su mano mientras sonreía.

Ése hombre era algo gracioso, no entendía por que Marinette decía que era muy serio.

-No es éso, sólo le vine a decir algo importante ya que a usted le hace más fácil preguntarle del tema a su hijo.
Yo no le podría preguntar éso a Marinette por que... bueno, es una chica.

El de anteojos, levantó una ceja al oír éso.

¿De qué rayos hablaba ése hombre?

-Vaya al punto, señor Dupain.- pidió con seriedad.

Tom, borró su sonrisa y lo miró con seriedad.

-Verá, consuegrito, el sargento Rogers me dijo que entre las cosas de Adrien, su hijo, encontraron...

El hombre calló mientras pensaba en como proseguir y Gabriel suspiro con fastidio.

¿Por qué Nathalie dejó pasar a ése tipo?

-¿Qué me quiere decir, señor Dupain? Hablé ahora o váyase de mi casa.

Realmente, no le gustaban mucho las visitas por más difícil de creer que sea.

Tom, asintió y decidió ser directo.

-En la mochila de Adrien había unos 30 condones y cuando registraron ésa casa, no se encontró señal de que se usó alguno y por lo que dijo Marinette, ésa noche durmieron en la misma cama, ¿entiende a lo qué quiero llegar?- preguntó mientras Gabriel retrocedía.

¿Era por qué ya hicieron "éso" por lo que su hijo estaba tan perdido por ésa chica?

No esperaba que Adrien hiciese tal cosa.

Seguro los condones los llevó ella y los guardó en la mochila de Adrien.

Su hijo es incapaz de tener pensamientos lujuriosos.

-Sí no entiende, me refiero a que pudieron tener sexo sin usar prote...

-¡Señor Dupain! Entiendo de lo que habla, no es necesario que me lo expliqué.
No se preocupe, hablaré con Adrien y le diré que hablé con usted sí llegó a hacerle algo a su hija en... ésa noche.

Fín del flash back

Seguro que ése hombre se lo podía preguntar a Adrien sí quería por la forma tan abierta en que hablaba, pero le quería dar algo de trabajo a él.

Quizás se lo merecía por ser tan mal padre hasta ahora.

-La señorita Dupain-Cheng y tú... ¿qué tan lejos llegaron?- preguntó con seriedad.

Adrien, parpadeo confundido por ésa pregunta.

-Sólo fuimos hasta ésa pequeña casa donde nos fueron a buscar. No fuimos más lejos de ése lugar.

Y Adrien, siempre tan... inocente, respondió de ésa manera.

Gabriel Agreste, tuvo un ligero tic en el ojo por la respuesta de su hijo.

¿Cómo es que alguien podía ser tan idiota?

-Adrien, me refiero a sí... ¿t-tuviste... cuchi cuchi con ésa niña?- preguntó, con su voz algo temblante.

¡No podía creer que él, Gabriel Agreste, tenga que hablar de éso y no sepa como hacerlo!

El rubio, ladeo la cabeza con confusión.

-¿Cuchi cuchi? ¿Qué es éso?

Y Adrien, se veía totalmente ajeno a lo que su padre preguntaba.

El hombre, suspiro profundo al llegar a dos deducciones.

1_ Su hijo es un idiota.

2_ No hicieron nada por que su hijo es un idiota.

No sabía sí alegrarse o preocuparse.

-Mejor olvidalo.
No te retrasó más en tu... cita con Marinette.
Puedes irte.

Finalizó mientras Adrien asentía y se iba.

Gabriel, se quito los anteojos y se apretó los costados de su nariz, cerca de sus ojos.

De repente, le dolía la cabeza.

Mientras que afuera.

Marinette estaba recostada levemente en la pared, afuera de la propiedad de la mansión Agreste y pronto su novio salió, poniendose firmé... literalmente, parecía soldado.

-Disculpa la demora, mi padre quería hablar conmigo.
Puede descansar, soldado. - habló el chico con algo de burla.

Marinette, se relajó mientras Adrien le tomaba de la mano, listo para pasar el día con ella.

-¿De qué quería hablarte mi suegro?
¿Sigue queriendo qué termines conmigo?- preguntó, algo enojada en el fondo.

No sabía como pero le demostraría a su suegro que ella es la indicada para Adrien.

El rubio, rió levemente mientras miraba a otro lado.

-Nada importante... sólo... sólo quería preguntarme sí jugamos a ser la flor y la abeja.

Respondió mientras la peliazul no entendía a que se refería.

Así es, Adrien entendió a la perfección de que hablaba su padre pero ésa fue... su venganza por así decirlo.

Y así, luego de unos pequeños inconvenientes y malas decisiones, Adrien y Marinette pudieron seguir su relación.

¡Fín!

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¡Hola!

Y aquí concluye éste pequeño maratón 👏👏👏

Tengo ganas de escribir más pero mi celular se está por quedar sin batería y el tiempo no está muy bonito.

Así es, se viene la lluvia y yo tengo algo de sueño.
Nada mejor que dormir mientras llueve, para mí.

Por cierto, ¿nadie sintió vergüenza ajena por Adrien cuando Marinette lo vio con los condones?

Imagínense sí les pasa algo similar a ustedes con alguien con quien llevan unos días de relación.

Espero que les haya gustado esté maratón.

Gracias por su tiempo.

Hasta la próxima...

Maratón, AdrinetteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora