Capítulo 1 "Primer amor"

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Lo recordaba bien, su hermano mayor lo había encontrado en la entrada para guiarlo mientras le entregaban la información de su salón de clases. Era un recién llegado a la preparatoria y al igual que él, muchos apenas estaban descubriendo el nuevo lugar donde estudiarían por los siguientes años, pero hubo una persona que captó su atención desde el primer momento, un chico de cabello oscuro y una camiseta de un lindo color que parecía estar dando indicaciones a otros que recién ingresaban como él, "es guapo" pensó inocentemente y volvió su atención a su hermano para seguir con el recorrido.

Al inicio no le dio mayor importancia, cuando tenía diez ya le había gustado un niño de su clase, nunca fueron novios, pero la amistad le había sido suficiente en ese tiempo; nunca pensó en tomarse de la mano con él ni darse un beso, simplemente le agradaba estar cerca de él a pesar de esa extraña sensación de intranquilidad que lo atacaba cuando estaban muy cerca el uno del otro, pero esta vez era diferente. No se dio cuenta en qué momento comenzó a ocurrir, pero mientras caminaba todas las mañanas a su salón de clases, sus ojos lo buscaban.

Una, dos, tres, cuatro semanas.

Junto con el tiempo que pasaba, supo que el chico del primer día estaba en el mismo grado que su hyung, cuál era su salón de clases y un tiempo después, cómo se llamaba. Era tonto, pero se había alegrado al conocer aquella simple información.

"Buenos días" era lo único que había podido decir en algún momento cuando se lo encontró de frente y a pesar de ello, había pasado todo ese día pensando en ese afortunado encuentro. Siempre había sido introvertido y callado, así que no era del tipo que iniciaba conversaciones con una persona que no conoce, por lo que se conformaba con mirarlo de lejos, a veces por las mañanas, en la hora del descanso o cuando sonaba la campana para avisar del final de las clases del día.

Conversaba y compartía el almuerzo con un pequeño grupo de amigos, pero su mente siempre estaba a la espera de su presencia y como si fuera alguna clase de luz brillante, sus ojos siempre parecían poder encontrarlo entre los demás estudiantes. A veces le veía hablar y reír con sus amigos, jugar o bromear con alguien y él se preguntó en más de una ocasión si tendrían algo en común, quizás escuchaban al mismo grupo, les gustaba leer o jugar videojuegos en su tiempo libre.

Unos meses después de comenzar a mirar a aquel estudiante, llegó su cumpleaños dieciséis y a pesar de su poco avance, la navidad que había dejado atrás al igual que sus quince años, se dijo que al menos podría intentar acercarse un poco más. Él no era tan atrevido ni tenía el valor para acercarse y presentarse a la primera oportunidad, así que cuando llegó a ver a alguno de sus compañeros de clase hablando con él, se acercó con sutileza para involucrarse en la conversación. Tenía ojos bonitos y agobiantes, así que siempre tuvo dificultad para mantenerle la mirada cuando pudo estar tan cerca de él o quizás solo era timidez.

A veces le miraba en silencio y desviaba su mirada apenas veía sus intenciones de voltear y aunque nunca le atrapó en el acto, se preguntó si él lo sabría, si notaría que gustaba de él y que por eso se volvía torpe cuando estaba cerca; le avergonzaba imaginar que era así, pero nunca se lo hizo saber, así que prefería tranquilizar a su corazón que latía apresurado diciéndole que él no lo sabía.

En ocasiones dolía un poco mirarlo con otras personas, chicas bonitas y sujetos geniales, sabiendo que fácilmente podría salir con uno de ellos, pero supuso que era normal, cualquiera se sentiría atraído y él, verdaderamente no podía llamarle "amigo" como para pasar el descanso a su lado como siempre quiso, así que solo miraba en silencio, preguntándose si podría llegar a tener alguna oportunidad en algún momento.

"Ya me gustará alguien más" se dijo en algún punto y aunque puso sus ojos en otra persona un tiempo después, descubrió que solo encontraba "lindo" a aquel estudiante de nuevo ingreso y que su corazón no latía frenético cuando lo veía, incluso podía entablar una conversación con él sin tartamudear y hacerle frente a sus juegos que rayaban entre la coquetería y la amistad. No era como él.

Estaba enamorado y el amor hace que las personas se ilusionen, entonces no fue de extrañar que él comenzara a hacerlo cuando cultivó ese amor por un año. Recordaba que alguna vez su corazón se paralizó cuando hacía las compras con su hyung y creyó que una persona era él, pero para su buena o mala suerte, se trataba de otra persona.

Suponía que el amor volvía torpes a algunos y él era una víctima ocasional, una vez, mientras hablaban junto a un amigo suyo y un amigo de este, cuando el chico que le gustaba preguntó algo, él abrió la boca tratando de ser quien le ayudara a resolver su duda, pero solo dijo algo sin sentido al mezclar sus pensamientos y aunque este no dijo nada porque ignoraba el tema, se sintió tan avergonzado que pasó toda la tarde recriminándose su torpeza.

–¿Qué haces? –Le preguntó un día al verlo sentado a un lado de uno de sus compañeros de clase con el que solía hablar a veces y que le ayudó en ese momento a sentirse más confiado como para acercarse e iniciar una conversación.

–Nada, ¿quieres que te muestre un truco de magia? –Le preguntó dejando de jugar con la pelota de goma que tenía en la mano.

–Sí –respondió Kyuhyun entusiasmado por la propuesta y entonces lo vio mover sus manos como haría cualquier ilusionista, pero cuando dijo la palabra final para hacerla desaparecer, pudo verla rodar por uno de sus costados–. La pelota –señaló sin poder contener una pequeña risa.

–No me salió bien, pero al menos te hice reír. –Y el corazón de Kyuhyun se agitó cuando le sonrió ampliamente y aunque no lo pensó en ese momento, seguramente debió haberse sonrojado.

Sabía que era un amor platónico, algo unilateral, pero incluso así, no dejó de mirarlo, simplemente porque hacerlo le hacía sentir feliz sin importar las tareas, los exámenes y lo cansado de las clases. Solo era una persona enamorada y a pesar de que ya había gustado de chicos antes, no sabía que el amor podía convertirse en algo tan doloroso como cuando descubrió quién le había entregado su corazón a Kim Jonghoon.

–Olvídalo –se dijo así mismo, pero el amor no funcionaba así, nunca lo hacía.


~°~

Hola.

Serán capítulos cortos y aunque tal vez no les agrade al principio, puede ser que más adelante lo agradezcan.

Him {YeHyun}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora