Brianna tiene miedos y vive en medio de ellos. Su cálido y sumiso corazón atrae a cualquier mancha negra del infierno para tratarla como basura e incluso matarla.
Mientras observaba el infierno que la rodea, la persona más odiada por su jefe se hace...
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LAS PRIMERAS DESILUSIONES
«Oh, Baxter, si no te crees suficiente para acercarte a ella, sigue admirándola desde lejos.»
Las cosas que no le van bien en estos días son la química y el amor. Ha dejado de pensar en ambas cosas, porque una tiene que arruinar la otra. Si dejara su orgullo de lado, sus probabilidades subirían al diez por ciento -no esperen altos porcentajes si estamos hablando de demonios-.
Ayudar a Brianna limpiando las paredes no fue su mejor idea, mas no encontró una manera de acercarse sin decir nada.
—Baxter.
Mal, muy mal. Es la tercera vez que ella intenta sacar una conversación. Le llama de nuevo y él sigue sin mencionar una palabra, ni siquiera voltea a mirarla. Baxter toca su hombro para llamar la atención e intenta preguntarle con mímica qué necesita.
Hace movimientos aleatorios. Brianna ladea la cabeza confundida. Angel los observa, no sabe que es más extraño: la mala comunicación de Baxter o las respuestas ilógicas de Brianna diciendo «Tienes hambre... sueño... ir al baño».
—Mejor habla con palabras —se queja Brianna harta de escuchar las burlas de Angel.
Baxter golpea su frente y dice:
—¿Qué necesitas? —masculla malhumorado.
—Quiero que me ayudes a entregar las invitaciones para el baile de Alastor.
—Eso esta bien.
—Pero no conozco a ninguno de la lista que me ha dado —confiesa apenada mostrando la hoja.
—Eso esta mal.
—Por favor, llévame a donde se encuentran.
Baxter le hecha un vistazo a la lista:
»Husk. »Mimzy. »Sir Pentious.
Entre otros. De inmediato niega aquella petición. Brianna vuelve a insistir.
Negándose una y otra vez termina aceptando, pero sólo la llevaría a donde se encuentra Mimzy.
El lugar luce prometedor por fuera, luces llamativas anunciando a la "más encantadora del infierno" Mimzy. Entran y un fuerte olor a cigarros, alcohol y drogas entumecen la nariz de Brianna.
Anuncian el siguiente número de Mimzy. Ocupan una mesa alejada de los olores y cerca del escenario. Los telones se abren y la voz más hermosa del mundo hacen vibrar los oídos del público. Mimzy luce más hermosa de lo imaginado.
«Alastor dijo que le gusta como canta esa chica» piensa Brianna tocando su pecho, pues su corazón siente envidia al no tener la voz que Alastor considera como la más hermosa.
