★Parte 1★

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«El comienzo de la inseguridad»

Obito Uchiha

Mi deber... Mi obligación es mantener el orden, guiar a aquellos guerreros que cayeron en batalla y darles el descanzo que merecen. Soy el Dios encargado de la guerra y del inframundo, expiar pecados no es lo mío más soy quien castiga a aquellos que han actuado con maldad en sus corazones.

Ser quien escucha sus gritos de arrepentimiento, aquel que escucha la ignorancia y la falsedad de sus sentimientos a veces puede ser doloroso.

No hay necesidad de dormir, pero cada vez que camino rumbo al templo de la Diosa del Amor no puedo estar tranquilo, la oscuridad me acompaña a donde quiera que vaya y la muerte hace lo mismo. Desearía poder tocar la vida aunque sea una vez... Sin dañarla.

La Vida sede ante mí muriendo en mis manos.

He sido excluido por ser el Dios con la representación más fuerte, un Ogro, con el trabajo más doloroso y aterrador. El sonido de las almas en pena atormentan mi conciencia y mi débil corazón cada vez que hago mi trabajo.

La humanidad está dividida en dos grupos, los que desean la conquista se dicen así mismos "Ogros" como una referencia hacia mi, un Dios que provoca caos ante sus ojos. Los que desean la Paz se dicen "Zorros" haciendo referencia... A otro Dios.

Este Dios está encargado de la Vida, la Paz y la sabiduría, al igual que yo protege la armonía en el mundo.

...

Pensar este tipo de cosas cuando descanzo es muy común en mi, aunque salga fuera lo único que veo es oscuridad a mi alrededor, metros frente a mi puedo ver vegetación, y al dar un paso esta se va marchitando.

Está mal estar cerca de la vida para mí ¿Y como no estar cerca? Está en todos lados y es hermosa.

- Ah... - Suspiré decaído- ¿Debo volver al Infierno? - Me pregunté, aunque estaba en un lugar prohibido como el bosque comencé a caminar.

Los animales se alejaron con rapidez sabiendo que sus vidas estaban en peligro con mi sola presencia.

Bajé la mirada pero continue caminando hasta pisar... ¿Pasto? Abrí mis ojos con sorpresa y levanté la mirada.

- ¿Qué crees que haces? - Escuché- retrocede, estás acabando con todo.

Esa voz...

- Eres tú - Hablé- Kakashi.

- Exactamente, ahora, podrías irte? Haz asesinado a mis bellas rosas - Se arrodillo y tocó el suelo con sus manos.

La vegetación volvió a florecer pero ahora con más vida en ella, habían flores de colores.

- Lo lamento, no era mi intención... - Retrocedi algo incómodo- yo no hago esto por cuenta propia...

- ¿No? ¿De que hablas? Controla tu poder, es absurdo que pongas ese tipo de excusas, tú y yo llevamos aquí desde la creación absoluta - Exclamó mirándome con molestia- podrías reprimirlo usando algún objeto mágico.

- ¿Disculpa? El poder de acabar con todo lo que yo deseé no es fácil de controlar - Dije algo ofendido.

- ¿Insinúas que el poder de crear lo que se me antoja es fácil? Cuida tus palabras, aunque seamos dioses principales no somos iguales.

- Lo sé, es una perdida de tiempo siquiera hablar contigo - Seguí caminando pero fui retenido del brazo con brusquedad.

- Por ahí no, hay una aldea con mortales - Advirtió- si llegas a terminar con alguno explotaras mi cólera.

EL VACÍO (KakaObi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora