SEDUCCIÓN

[Capitulo 2]

-Es insoportable-Proliferó Lena ya bastante alejadas del salón, con dos chicas observando su pequeña rabieta.

-Pero debo reconocer que el Noble Danvers es apuesto y tiene agallas-Confesó Samantha sorprendida, aún sin creerse que aquel hombre pudiera haber roto la distancia tan monumental entre él y su hermana para besarla, así fuera en la mejilla.

-Y yo debo reconocer que jamás lo vi interesado en alguien.

- ¿Lo conoces? -Preguntaron las chicas de ojos verdosos sorprendidas.

-Todo el mundo lo conoce-Dijo aquella chica morena con naturalidad-Su familia es la más influyente en Argo y él tomará el liderazgo una vez que el Señor Jeremiah muera.

-Ya veo de dónde salió lo ególatra-Murmuró la peli-negra para sí, pero ninguna le escucho.

-De hecho, fue él quien me enseñó a usar la espada-Este comentario atrajo la especial atención de la mayor-Me dijo que, si realmente quería aprender, él me enseñaría, que ningún hombre estaba por encima de ninguna mujer y si yo lo quería podía incluso ser un caballero, un noble o un señor-Hizo referencia al hecho de que era la protectora de la menor de la familia Lane, pero ella no fue capaz de analizar el trasfondo de los últimos dos títulos.

- ¿Te sigue pareciendo insoportable? -Pregunto Samantha alzando la ceja.

-Samantha, basta. Pareciera como si me lo estuvieras vendiendo y, Imra-La chica de ojos jade se sentó recta en su lugar-Ni una palabra más acerca del Noble Danvers. ¿Entendido?

- ¡Sí, claro que sí! -Su mano se extendió frente a su frente como si hablara con su coronel.

Hablaron de diversos temas, pero, sin realmente querer, Lena termino recordando las palabras de Samantha, y a su vez, comparando al Noble Kira Danvers y al Doctor Mike Mathews, mejor recordados por ella como Kira y Mike. Dos hombres bastante diferentes y similares a la vez.

Ambos gozaban de riqueza y prestigio y ambos daban la impresión de creer que todo estaba bajo su control, ciertas cosas lo estaban, pero eran pocas. La diferencia aquí era que Mike, Es un médico de bastante reconocimiento en la región de Zenith, el cual le propuso matrimonio en incontables ocasiones, siendo rechazado por Lena al notar que este no apreciaba a las mujeres en lo absoluto. Kira por su lado tenía su fama debido al linaje familiar y su dinero, pero según lo que Imra le soltó recién, a diferencia de Mike, él sí apreciaba a las mujeres así ella se viera que, al igual que al doctor, gustaba de seducirlas.

Era algo completamente incongruente una vez que atabas los cabos, algo faltaba en esa historia, ¿cuál era la pieza faltante? No lo sabía y posiblemente la única manera de averiguarlo sería acercándose a Kira pero no lo haría, no cedería a sus caprichos, ella no sería un objeto sexual y menos de un hombre. Porque, así jamás lo dijera en voz alta por el miedo a ser ejecutada, marginada o exiliada, Lena nunca encontró a ningún hombre atractivo o atrayente para ella, pero eso no significaba que jamás perdiera la razón por alguien, porque la razón la perdió muchas veces... Siempre por otras mujeres.

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Se dejó caer sobre la silla del salón con una impecable sonrisa mientras se servía otra copa de vino y recordaba lo que había pasado hace unas horas.

Eran ya las cuatro de la mañana y el salón ya estaba vacío, las doncellas se habían ido a dormir y los nobles fueron recogidos por sus guardianes o sus esposas. Kira, junto a la doncella de la familia Leigh, Alex, se habían quedado limpiando, la primera para evitar que la segunda se fuera sola, y ésta se había quedado a arreglar un poco y no dejarle todo el trabajo a los sirvientes.