[Una ciudad que se volvió a poner en pie en menos de 4 meses luego de un desastre de proporciones inimaginables, esa es Bogotá. Una enfermedad misteriosa que neutralizó a la totalidad de la población infantil que se encontraba entre los 5 y 12 años de edad, y una docena de manifestaciones registradas de monstruos que hicieron daños incalculables en diez localidades mermaron inicialmente el espíritu de cada uno de nosotros. Pero el sentimiento de ir en contra de la adversidad y evitar hundirnos en la miseria y la tristeza nos llevó a aceptar la nueva situación y esforzarnos, sacando a flote nuestro ingenio y habilidades ante la realidad que que se nos presentaba para salir adelante. El sentido de pertenencia se ha incrementado, en parte debido al rotundo rechazo que recibimos del resto del país por todo lo ocurrido, y también por querer llevar una vida digna a pesar de las rarezas que a diario se registran en todo el territorio de la que orgullosamente se alzara en tiempos mejores como la Ciudad a 2.600 metro más cerca de las estrellas. ]
-El reciclaje en la ciudad ganó gran relevancia a causa de que bajó de manera importante la importación de insumos para elaboración de tecnología y productos que dependían de plástico, circuitos y otras cosas para su fabricación. En la actualidad se han planificado centros de reciclaje bien administrados donde se separan los elementos a necesitarse, y las plantas donde se trata el vidrio el plástico y otros están a punto de abrirse, a costa de fábricas donde se llevaba la elaboración de, por ejemplo, bebidas gaseosas.
-La salud de quienes quedamos en pie tras los desastres reportados es uno de los aspectos positivos que nos gusta mencionar cuando nos preguntan de fuera como van las cosas. El aire es el más limpio que se ha respirado en años, gracias a la reducción drástica de automotores que no pueden transitar aquí y allá debido a la escasez de gasolina, o por la condición de las vías, muchas de ellas intransitables, ya sea por daños o por secuelas todavía latentes dejadas atrás por los Fomores. La actividad física de todos nosotros se vio beneficiada gracias a que recurrimos a las bicicletas como medio de transporte preferencial, no quedándose atrás la patineta y los patines. Desde la alcaldía concentraron sus esfuerzos para que todos podamos transportarnos sin ningún problema, fortaleciéndose la seguridad, aunque todavía falta bastante.
- El espacio aéreo ha sido regulado por cazas y monitoreo constante, o por lo menos eso es lo que se nos dice, porque se quiere evitar una fuga masiva por avión de infectados que dispersen el virus,de la Plaga del Sueño. Las restricciones también están relacionadas con el cierre de aeropuertos y la prohibición de vehículos aéreos, como los helicópteros, y que podrían facilitar el escape de cualquiera. La última irrupción del espacio aéreo y que todavía se mantiene en un misterio para las autoridades es la presencia de un avión Lockheed L10 Elektra que se reportó sobre Kennedy y que sobrevoló la ciudad hasta llegar a Antonio Nariño, donde explotó, y sus restos se estrellaron en medio de una vía en el Barrio Galán. No hay reportes ni registros de que la aeronave estuviera en Bogotá, y tampoco se tiene información del aeropuerto del que despegó.
- El tráfico de medicinas por acaparadores de medicamentos esenciales para la salud se controla a tiempo gracias a una división del grupo Oneiros especializada en la fabricación farmacéutica, Asclepios, que provee de todo lo necesario para evitar que la gente padezca enfermedades y vea en peligro su calidad de vida. Analgésicos, antibióticos, insulina, incluso tratamientos para enfermedades de alto riesgo. Pese a todas las interrogantes y sospechas que rodean a Oneiros, ha hecho más por nosotros que el sistema de salud que tenemos, y que los mismos miembros de la Junta Médica.
-Ante la evidente incapacidad para vivir o efectuar cualquier actividad en el Centro de la Ciudad, se le da el estatus a la Localidad Santafé de Tierra de Nadie. No hay manera inmediata de recuperarla debido al estado en el que quedó luego que el Fomor de Concreto se manifestó allí. Transporte colapsado y el impedimento de automotores por transitar allí, además de la actividad económica suspendida son consecuencias del paso de la criatura. Sin embargo, el Planetario, las bibliotecas públicas, y los sectores aledaños operan normalmente. Yo continúo viviendo en mi edificio. Afortundamente la zona histórica no sufrió ningún daño.
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La Hija de Atlas :La Ciudad sin Niños
Fantasy¿Un payaso enorme liberando gas de la risa en San Cristóbal? ¿Manos gigantes jugando con las viviendas de Teusaquillo como si fueran casas de muñecas? ¿Un ajolote volador provocando lluvias y tormentas en Ciudad Bolívar? Reportes como estos llegaro...