13. Usaquén/El Fomor Caballero Monstruoso
[10 localidades fueron punto de manifestación de los 12 fomores reportados durante La Noche del Ruido. Aunque la gran mayoría de estos tuvo una manifestación fomoriana por localidad, hubo dos excepciones. Kennedy con la Fomor Piloto en Rincon de los Ángeles y el Fomor Rueda de Fuego en Tintal, y Usaquén con el Fomor Gigante de Bronce en Santa Ana y el Caballero Monstruoso. Éste último fue quien me motivó a comenzar esta investigación y a registrar las crónicas que hasta el momento han podido leer, ya que, gracias a cada paso, cada testimonio que recolecté, estoy cada vez más cerca de la verdad. La siguiente transcripción viene de una grabación que hice a escondidas mis tíos, José Manuel y Esperanza Arboleda, actores consagrados a la tablas y a los musicales para recoger su testimonio.]
Tía Esperanza: José, ¿Tú crees que la vida es justa?
Tío José: Cielo...
Tía Esperanza ¿Por qué? de todos los niños que se enfermaron, ¿Por qué nuestro Víctor debía desaparecer?
Tío José: Esperanza...
Tía Esperanza: ¿Sí...?
Tío José: Hablé con Doña Aurora. Sus tres hijos. Ahora su cara, su cabello, son negros. Y por más que los movieron...
Tía Esperanza: No es igual que como le ocurrió a Víctor...
Mamá: ¡Joseph, Hope! Hola, my darlings.
Tío José: Hola, María. Gracias por venir.
Mamá: Tú sabes que estamos para cualquier...
Tío José: Pero hoy no estamos para visitas. Ustedes saben, el shock. Gracias, en serio. Dejen el ponqué por ahí.
Papá: haznos el favor de ponerlo por ahí, Francisco.
Tía Esperanza: Yo vi como Víctor se convertía en un monstruo. Uno grande, el cuarto del hospital le quedaba chiquito... un demonio en su caballo...
Yo: Sir Karloff, Tía
[Mi Tía evita mirarme, y mi Tío me mira de reojo cuando se dirige a la cocina con el pastel que dejé en la mesa. Mi papá rodea mis hombros con su brazo y me lleva a un rincón. ]
Papá: Francisco, Expresa tu opinión con toda la libertad del mundo, y cuando lo sientas necesario, pero también, por favor, ten algo de tacto y no digas bobadas, ¿Sí?
Yo: Pero Papá, así como la tía lo ha descrito antes, así es como se veía Sir Karloff...
Papá: Tu tía está destrozada por lo que le pasó a tu primo. Nadie da razón de él desde hace tres días, y ahora vienes tú y sales con esto.
Yo: Pero es que esa criatura es como todas las demás... ¡Son en lo que unos cuantos niños enfermos se convirtieron!
Papá: Hijo...
Yo: Y Víctor, ¡Él se volvió Sir Karloff, Papá!
Papá: Si no vas a evitar mencionar cualquier cosa relacionada con Víctor por mí, hazlo por tu tía, que ya ves como la pone eso...
Mamá: Si quieren voy a la cocina y les parto la torta a todos. Sería un desperdicio no probarla...
Tía Esperanza: Gracias, pero no tengo hambre. José...
Tío José: Los acompaño a la puerta. Gracias por venir.
[Puede que al leer mis reportes usted crea que yo no tuve que experimentar lo mismo que las personas que sufrieron al ver como sus hijos se enfermaban, pero no fue así. Todos le teníamos un cariño especial a Víctor en mi familia. Pese a todas las adversidades, siempre sonreía, incluso sabiendo que lo consumía padecía un mal que reducía su tiempo en este mundo. Disimulaba lo mucho que echaba de menos jugar con otros niños, y verse limitado para hacer deporte o salir a explorar el bosque cuando iba a la finca de mis tíos. Seguir sus pasos luego que se transformó me motivó a dejar de hacer el tonto, y me fijé un propósito: querer esclarecer todo lo relacionado con la madrugada del 29 de Febrero, lo que después me llevó a enterarme que Sir Karloff seguía entre nosotros.]
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La Hija de Atlas :La Ciudad sin Niños
Fantasía¿Un payaso enorme liberando gas de la risa en San Cristóbal? ¿Manos gigantes jugando con las viviendas de Teusaquillo como si fueran casas de muñecas? ¿Un ajolote volador provocando lluvias y tormentas en Ciudad Bolívar? Reportes como estos llegaro...