Esperanza

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- No me hagas esto Jimin por favor yo te amo - Dijo ella con lágrimas resbalando por su mejilla.

- Oye no llores somos aún muy pequeños para saber que es amar - Dijo el tratando de calmarla.

Pero tal vez lo único que logro con esas palabras fue que el débil corazón de una chica se rompiera en mil pedazos.

6:30 am Lunes.

Desperté con la respiración agitada y el corazón a mil,otra vez la misma pesadilla de siempre, bueno más bien no es una pesadilla es un recuerdo del pasado ...

Entro al baño y me doy una ducha para terminar de despertarme, hoy tenia que ir a la universidad así que debía ser rápido.

Luego de vestirme bajo a la cocina donde ya se encuentran mi madre y mi hermano.

-Buenos días Jimin - me dijo mi madre mientras me daba un plato con mi desayuno.

-Buenos días mamá, buenos días Do-hyeon -

-B-buenos D-días hyung - Me dijo con muy pocos ánimos.

- ¿Oye que tienes? - le pregunté la verdad me preocupaba.

- El... V-viene H-hoy - Dijo nervioso.

Me quedé callado en mi lugar la verdad no podía decirle nada ya que yo tenia ese mismo miedo y no creo que le dé mucha confianza a mi dongsaeng si me ve temblando o tartamudenado cuando hablo de él.

- Por favor chicos no hablemos de eso ustedes saben como es su padre simplemente hay que entenderlo - Dijo nuestra madre.

-Entenderlo enserio Mamá lo que deberíamos es enviarlo a la cárcel por tratarnos de esa manera - le dije.

-Jimin sabes muy bien que la justicia de este país no siempre es justa, sabes muy bien que sería una pérdida de tiempo- Me respondió ella.

Excusas simplemente son excusas.

No puedo creer como es que mi madre puede seguir amandolo cuando el ya no lo hace, ella no es capaz de enviarlo a la cárcel por que tiene la esperanza de que algún día cambie.

Una esperanza que yo y mi hermano hace mucho tiempo perdimos...la verdad creo que yo ya perdí toda la esperanza posible.

Desde el día en el que el se fue toda la posobilidad de ser feliz que había en mi se esfumó, creo que el simplemente hecho de que el no hubiera venido a despedirse de mi me partió en mil pedados aunque claro no solo a mi sino también a Do-hyeon, tal vez si ella no se hubiera ido de este mundo su felicidad existiría.

Sus padres creó que también me odian más bien toda la familia Min me odia por el simple hecho de ser un cobarde, pero sobre todo ser un chico de 18 años enfermizo que depende de los demás y de un inhalador... Si ese era yo.

Un chico llamado Park Jimin que no supo cómo cuidar de la princesa de los Min.

Pero tal vez siempre espero que El lo pudiera perdonar.

Otra esperanza...

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