¿En Serio Me Importas? [TobiDei]

Capítulo 4

Bueno ya a lo lejos se podía ver lo que era la guarida, por los rumbos no tardaría en llegar, el primero en avisar fue Deidara que era el que continúa por delante de Tobi.

-•Bueno, al fin llegamos•- pensó Deidara, y como un leve estallido giro su cabeza levemente para ver por dónde y cómo venía Tobi a lo que solo lo vio como si ¿No hubiera pasado nada? ¿Como es eso posible? si le dejo muy en claro que...bueno eso ya es cruel.

Tobi por su lado estaba mirando al rededor que no hace mucho acababan de pasar por dónde un día él y Deidara pasaban el rato juntos con sus compañeros que por lo visto no tardaba en volver a verlos, continuaba mirando y recordando, no fue hasta que sintió como la mirada de Deidara estaba posada en él, claro el no lo miró solo hacia como si no se diera cuenta, pero en el fondo extrañaba molestarlo y contarle sus cosas pero ¿Por que no dejar de hacerlo? Es por la que pasó con él y Deidara-sempai pero como se dijo así mismo, lo va a extrañar, va a querer volver y Obito lo sabe.

Sin previo aviso antes de llegar a lo que es el lugar exacto dónde se refugiaban los Akatsuki, Tobi tomo una decisión.

Obi fue a paso rápido por detrás de Deidara haciendo que el mismo volteará por los pasos que Tobi hacia con rapidez, sin más lo sujeto de su muñeca lo giró para que él quedará enfrente suyo, miró sus ojos, sus ojos azules, como el mar como el mismo cielo, le encantaba cada facción de su rostro, ya lo extrañaba tenerlo así de cerca.

—Tobi...—Deidara está bastante extrañado y exaltado por lo que pasó así de repente, solo miró a Tobi, se estába poniendo nervioso él le provocaba ese nerviosismo y eso era algo malo para Kamiruzu.

—Shhh, Deidara...tiene mucho que no lo miraba tan de cerca, sus ojos su barbilla, sus labios, sabe cuánto he pensado en ellos senpai...mucho—Tobi se estaba acercando a el rostro de Deidara, mientras el rubio sólo empezaba a sonrojarse y se le dilataban los ojos, estaba en shock, Tobi estába queriendo dar el paso a sus planes de una manera seductora y gentil a la vez, eso le estaba gustando pero por parte de Deidara su ego lo estaba llamando a gritos por lo que antes de que Tobi retiterará su máscara, Deidara se soltó de su agarre, alejándose un poco.

—¡¿Pero que diablos te pasa, hnm?! Acaso no entendiste ¿no te quedó claro lo que te dije? Tú y yo no pasó nada ¿entiendes? Ya deja de acercarte tanto a mí—

—¿¿Realmente eso es lo que quieres?? Deidara...—

Obito se alejó un poco, para después acercarse a su oído.

—Te necesito Deidara...— Deidara abrió más sus ojos estaba exaltado, su corazón estába al mil, sus manos le querían temblar, su rostro juraba estaba tomando un color carmesín. Todo esto con solo estar así con Obito, pero ¿Porqué? Porqué se sentía así de extraño con él, con él inepto de Tobi he inmaduro, solo sabe que...eso el tono que tomo Tobi al decirle tales palabras, con una voz diferente a la que acostumbra a escuchar, eso hizo que se le erizará la piel.

Sin más todo eso quedó ahí, no hasta escuchar una voz que hizo que se saliera de sus preguntas sin respuesta.

—Hay no pero si son ustedes, hasta que llegan par de dos... —

Era Konan, que estaba saliendo de no sé dónde...¿los habrá visto?

Rápidamente se separaron Tobi de Deidara para después mirarla con sorpresa ambos, Deidara estaba intentando regular su respiración, en cambio Tobi actuaba como si nada hubiera pasado.

—¡¡Konan!! ¿nos extrañaron?—
Dijo Tobi ya estando a lado de Konan, ella
solo se limitaba a mirar a Deidara con extrañeza.

—¿Te pasa algo Deidara?— dijo Konan ignorando a Tobi.

Deidara que se había quedado mirando a la nada la miró, para después responder.

—Si, claro...estoy más que bien.— camino hacia "la guarida" pasado de largo a los dos, Tobi y Konan.

Konan miro a Tobi como queriendo una explicación, por lo que solo Tobi se encogió de hombros.

—¿Seguro? Tobi...—
—Seguro...— termino, acintío con la cabeza antes de hablar de nuevo.

—¿Y donde esta Kakuzu y Hidan? Ya esta todo bien con ellos o siguen en las mismas...— comenzaron a caminar en dirección a dónde Deidara había ido.

—Sabes que sigue igual, todo está igual...— Konan contesto con obviedad.
—Ya veo la hora de comer— dijo Tobi con un tono alegre, lo que hizo que Konan cerrará sus ojos con frustración.

—Y empezamos de nuevo...— susurró Konan para si misma.