Capítulo 9

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Después de esa vez, cada que era junta con los demás compañeros,  la mirada de Deidara no podía evitar la presencia de uno de sus compañeros. Lo malo de esto es que lo distraía demasiado, lo más horrible era por que le causaba nerviosismo tener que compartir espació después de lo que había pasado.

Algunas veces sentía la mirada de éste, pero luego no le hacía caso. Muy raro, un día lo veía, y parecía que lo seguía y al otro le trataba como si no existiera. ¿Y si decidía hablar con él? No.

Y por el lado de Tobi, el parecía ser que no le importaba pero era inevitable. Deidara era demasiado orgulloso como para que fuera con él a hablar.

Y también. ¿Qué hubiera pasado si en ese momento no hubiera interrumpido nadie?

¿Habría aguantado el no besarlo? Claro que sí.

Suspiró rendido. ¿Como un niño le provocaba tanta tentación y no hace nada por ello?
Y hacerse el desentendido no ayudaba mucho, acá que lo veía quería ir y molestarle como lo hacía antes, en decirle que le hiciera caso, el que le esperara por qué siempre lo dejaba al final y también en ayudarlo.

Por qué por más que se comporta como un niño sabía lo que causaba en Deidara, sabía que él también lo extrañaba. Y lo extrañaba demasiado.
La sensación en el pecho cada que lo veía de cerca y sus labios, su flequillo ocultando parte de su rostro y el intenso color azulado que se ve en un día de sol.

En ese momento cuando comenzó a pensar demasiado en él. Sintió que el hueco vacío dentro de él se llenó con la presencia del rubio.

Y le dolió en el pecho, juraba había escuchado el crujido cundo le dijo que "No pasó, nunca pasó" la situación de su beso.
Y ahora con ese semblante atrevido y autoritario se sentía tan bien, alguien le debe de poner une lección a su compañero.

Y ese iba a hacer él.

▪▪▪

—Te irás durante dos semanas, como es que te eligieron para eso.—dijo Deidara con extrañeza.— ¿Yo me quedaré acá?—acotó mirando a Sasori mientras los demás lo esperaban. Irían a una misión alejado de la aldea. Con Kisame y Itachi, junto con otros dos de sus compañeros.
Eso sí, no se llevaban a Tobi.

Mmm...

—Seria mejor que te quedarás, esas actuando muy raro y no creo que tengas cabeza para ir a una misión ahora.—habló el pelirrojo, comenzó a caminar mirando por última vez a Deidara. Éste se quedó mirándolo atentó.

¿Ahora que?

Después de que se hayan ido sus compañeros, Deidara se la pasó en su dormitorio. No tenía ganas de salir de ahí en ningún momento más sabiendo que por ahí ese encontraba Tobi.
Ese sí era un  problema.

—¿Si estoy perdiendo la cabeza?—se pregunto angustiado. Cerró sus ojos pensando y aclarando su mente, definitivamente el sentimiento presente cuando él lo tocaba era...

Se sentía bien, pero no quería admitirlo.

—No me debe de importar—

—¿Qué es lo que no te debe de importar?—habló el pelinegro, haciendo que Deidara se sobre salté sobre su cama. Miró a donde estaba su compañero.

—¿Qué haces aquí, como es que?...

—Deberías de saber que puedo entrar sin abrir la puerta siquiera. Y bueno no me disculpó por eso—dijo Tobi acercándose dos pasos. El rubio solo estaba parado ahí, se había quedado extrañado.

—Maldito...—dijo Deidara poniéndose de pie.
—¡Fuera de aquí! No sé cómo pero si lo vuelves a hacer te...—no termino lo que iba a decir.

¿En Serio Me Importas? [TobiDei]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora