Despierto y en lo primero que pienso es que hubiera deseado no hacerlo.
Me levanto de la cama y ese simple movimiento me pesa.
Bajo las escaleras y temo lo peor.
Escucho un ruido en la cocina, volteo alertado y lo único que encuentro es a Gregory preparando la comida.
Mi cuerpo tensado se relaja y camino como si nada en su dirección.
-Buenos días chaparrín.
Lo primero que suelto y ya me siento más contento. Espero que el resto del día no sea como ayer.
-"Binis diis chipirrin", ¡ya sé que estoy pequeño dios mio! Pero también sé que me quieres molestar "poste".
-Ya pues, Pero, ¿sabes qué es lo que yo sé?... Que sigo arriba de la media!
-Cállate ya y vamos a comer niño.
La comida transcurrió en silencio, un poco incómodo para mí gusto, ya me acostumbre a las charlas durante esta, y la verdad me costó mucho lograr una como para que no aproveche lo que me enseñó.
Al terminar lave mis trastes así como el lavó los suyos. Siento un poco de tensión, no la suficiente como para cambiar mi reciente felicidad, pero lo bastante como para poder percibirla.
Traté de ignorarlo y me fui a sentar al sofá. Lamentablemente llegó al mismo tiempo el señorito Gregory.
Solo lo vi llegar y sentí algo amargo en la punta de la lengua. Él estaba preocupado y enojado a la vez, al menos no es tristeza, ¿no?
-Hola Uri- dijo él a los pocos segundos de sentarse, con voz calmada pero pretenciosa.
-Sé que quieres hablar de algo Gregory, agradezco el tacto que le agregas pero me gustaría saber en qué te fijaste ahora- creo que sone un poco rudo, pero este tema me pone muy nervioso.
-Bien…- hizo una pausa, me gusta esta pausa, a él le permite pensar en las palabras que usará, y mi a prepararme para ellas.
-Mira Uriel, sé que todo este asunto te afecta más de lo que parece, también sé que tienes miedo de enfrentarte a aquel despreciable ser que te crió...- Dios, ya no hables más por favor- Pero dime, ¿En serio no te retractarias de no hacerlo?, ¿En serio estás dispuesto a asegurar una libertad temporal en vez de luchar por una verdera?
Se calló en ese momento, esperando una reacción de mi parte, o al menos algo que le dijera que estaba tratando de procesar lo que me dijo.
Mi reacción nunca llegó, incluso parecía que él no estaba sentado a mi lado, que no estaba tratando de hacerme entrar en razón. Pero sabía que la realidad era otra.
Se cansó de esperarme y decidió que lo mejor era parar por ahora, se fue, y pude escuchar a lo lejos como cerraba la puerta de su habitación.
También escuchaba como planeaba lo que me diría después.
Acepto que desconozco al 100 por ciento la importancia de enfrentarme a mi intento de padre. Disfruto más el pensar que no tengo uno y alargo lo más posible la espera.
No quiero que llegue el momento, no lo quiero, no estoy listo, no puedo.
No puedo evitar escuchar, y si en verdad quiero un efecto sorpresa me tengo que entretener en otra cosa, evitar pensar en lo que dice en estos momentos,y sinceramente, lo mejor es dormir. Así que es lo que haré.
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Varú: Un Escape = Una Guerra
FantasyUriel es un chico que ha tenido una infancia difícil, con la persona a la que le gusta llamar ex-padre teniéndolo más bien secuestrado y su único amigo sabiendo más de él que el mismo. Siendo las cosas como son, es inevitable la guerra. Este luchad...