8. Didi Y Compañía

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Nos mudamos apenas hace 3 días, contando hoy, no hemos hecho mucho más que instalarnos y visitar un poco los alrededores.

Greg me contó que ha estado buscando redes para conseguir información de Sakcri, pero no ha tenido suerte, de igual forma estoy seguro de que con las habilidades que tiene lo conseguirá pronto.

Por mi parte, yo he estado buscando algún centro de adopción de animales, no me he olvidado ni por un segundo de la promesa que me hizo el tonto de mi amigo. Definitivamente no desaprovechare una oportunidad como la que me está dando.

Empecé la búsqueda revisando en los periódicos de la ciudad, terminé al poco tiempo cuando me di cuenta de que eso no me llevaría a ningún lado. No me di por vencido ahí, llevo mucho tiempo deseando una mascota y no me rendiria por algo tan simple, así que, con toda la voluntad que reuní, me levanté de la cama y me prepara para recorrer las calles de nuestro nuevo escondite.

Cuando salí del edificio me golpeó el aroma a humo y humedad, la zona en la que estamos no se caracteriza por ser poblada, por lo que no me sorprende que las productoras vengan a construir sus almacenes aquí. Todos esos camiones de servicio son la causa del humo, al cual no le tengo nada de aprecio, se mete en mi nariz y mis ojos, algo simplemente detestable.

Comencé a caminar rápidamente para evitar respirar esa desagradable mezcla de aire y contaminación, decidí que estaba lo suficientemente alejado cuando pase las 3 cuadras, entonces me permití caminar como una persona normal y no como una que estaba siendo perseguida por un asesino serial.

No camine mucho más para llegar a la parada de autobuses, ahí espere pacientemente a que llegara uno que fuera al centro, cuando llegó me subí, pague, y me fui a sentar.

Me baje cerca de una veterinaria, supuse que ahí me podrían indicar en dónde podía encontrar un centro de adopción. La verdad es que no iba con muchas esperanzas, llevaba ya gran parte del día dedicado exclusivamente para esto y no me veía futuro, pero, gracias a mi perseverancia vi una luz.

En la veterinaria me recibió un hombre mayor, me sorprendió bastante que fuera amigable y hasta me puso de buen humor. Él me indicó que cerca de aquí había un centro de adopción, uno que según él era algo así como el punto de reunión de todos los demás de la ciudad, no quedaba muy lejos, por lo que no me moleste en llamar un taxi y mejor me fui a pie.

Tarde un poco a llegar, pero la espera definitivamente vale la pena si eso significa que tendré una mascota.

Nada más entrar pude ver varios animales, no eran una gran cantidad, cosa que me alegró mucho, pues eso significaba que no rondaban tantos callejeros por las calles.

Me pasee un poco por el lugar, a pesar de la escasez de animales es grande, sinceramente creo que tardaré mucho aquí, a pesar del trasfondo me resulta agradable.

Traté de evitar lo más que pude a cualquier otro ser que no fuera un gato, sabía muy bien que sea cual sea el animal que mire mi corazón me rogara adoptarlo, es más, si fuera por mi los adoptaría a todos justo en este momento, pero lastimosamente mi situación con mi tutor no me lo permite.

Camine y camine, me sentí mal al ya haber pasado unos cuantos gatos, parecían ya querer largarse de ese lugar, la mayoría de ellos son más dependientes, deben de sentirse muy encerrados, o simplemente no les importa y lo único que hacen es dormir.

Mi faceta desesperanzada volvía y ni siquiera había recorrido la mitad del sitio, este día realmente ha sido de muchos altibajos.

Empecé a divagar una vez más, avanzaba sin cuidado y solo cuando me choque con la jaula del final del pasillo me di cuenta del gran idiota que soy.

Me estaba tallando en golpe cuando de pronto escuché un maullido, casi me caigo del susto, ese maullido no era normal, era casi como un grito, como si alguien me estuviera gritando "OYE" de manera molesta. Ese maullido monstrual provenía del gato que estaba en la jaula frente a mi, al parecer levanté al animal y ahora está molesto conmigo.

La verdad es que iba a empezar una pelea, una muy estúpida, le iba a reclamar a un gato por que al fin y al cabo todos tenemos errores, pero decidí callarme al ver a la belleza a la que tenía en mis narices.

En serio no lo podía creer, se parecía a todo lo que siempre había querido y es que no era para menos. Se trataba de un carey de ojos verdes, era hembra como muchas otras, de 3 años al parecer, su patrón era hermoso y la manera en la que me recibió merece un premio, sin duda alguna hice un hallazgo.

Llame a uno de los empleados y empezamos con el papeleo, se tomaron su tiempo revisando que todo estuviera bien conmigo y que todo estuviera bien con ella. Después de eso volví a casa más feliz que nunca y con una nueva amiga.

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Que agradable te trata la vida a veces, ¿no?

Me desperté y a mi lado estaba mi gata, se encontraba acostada encima de una almohada a mi izquierda, ella solo me estaba observando, no tengo objeciones, mientras más se familiarize conmigo mejor.

Me vio retorcerse en la cama y cuando me levante fue a esconderse debajo de las sábanas. Algo realmente adorable.

Hoy es dia de compras, mi gata vivirá una vida digna de alguien de la realeza como lo es ella. En el centro me dijeron que no sabían su raza, pero el que sea campesina de nacimiento no quiere decir que así será siempre.

Apunto de salir del departamento me di cuenta de que Greg no estaba en casa, realmente me siento como el mejor amigo del mundo. A pesar de mi culpa no le tome mucha importancia, a fin de cuentas no es la primera vez que lo hace.

En la tienda compre todo lo indispensable: comida, tazones, collar y correa, unos cuantos juguetes y una camita. Lo último me lo pensé mucho, ella despertó en mi cama hoy, de seguro ahí la veré todos los días, solo la compre porque la podría usar para otra cosa después.

Estando cerca de la caja note algo extraño, era un olor, algo no cuadraba, sé que proviene de una persona, alguien que está cerca de mí pero no es humano.

Un humano recién bañando huele a algo parecido al agua, como simple,sin sabor. Realmente lo que cambia su olor son sus emociones y que tanta actividad física ha hecho.

Aún teniendo tantos olores, sé que lo que huelo no es humano, tengo constancia de que lo he olido antes, ¿Dónde?, quizá me lo he encontrado antes en la calle… No, de ser así no tendría tanta duda.

Me quedé pensando un tiempo más, rebusque en mi memoria, y entonces lo encontré…

Sam

No sé porqué pero estoy seguro de que ese extraño huele a Sam.

Varú: Un Escape = Una GuerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora