10. Pensar De Más Es Lo Usal... Y De Menos Tambien

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Después de que Joshua accediera a seguirme fue todo más fácil, en el camino decidimos intercambiar información, para que no fuera tan rara la cosa y para familiarizarnos más.

Él me contó que no hace hace mucho había cumplido 15, por lo que después de todo si era menor que yo, al parecer Greg ahora tiene una guardería, que lastima por el.

A decir verdad es un niño muy normal, va a la escuela y sus calificaciones son entre 8 y 10, su familia sale los fines de semana a disfrutar del tiempo libre y no tiene muchos amigos. En conclusión, si no fuera un niño ciervo, sería como cualquier otro niño.

Yo por mi parte no pude no presumirle de que soy mayor que él, y que con 16 años estoy tratando de derrocar a mi padre, cosa que solo es posible porque al igual que él no soy humano.

Tardamos un buen rato en que el me seguía contando cosas de su vida, yo ya no tenía más que decir puesto que Greg es muy quisquilloso y si se entera de que le dije de más al niño me mata.

Cuando bajamos del autobús lo primero que hice fue agarrar la mano de Joshua y ponerme a correr, con suerte Greg no me mataría por tardar tanto.

Entramos al edificio rápidamente y tomamos el inseguro ascensor, el pobre Joshua tenía cara de asustado pero estoy seguro de que preferirá esto a hacer enfadar a mi amigo.

Una vez dentro del departamento lo lleve a la sala, donde ya sabía que estaría Greg esperándonos, tratando de asustar a Joshua haciendo una mala imitación de un líder de mafia salido de una película.

-Buenas tardes Joshua.- habló serio, estaba "inspeccionando" uno de los muebles que tenemos, dándonos la espalda con un aire misterioso. -Puedes sentarte.- dijo finalmente, volteandose a nosotros y viendo fijamente como Joshua se sentaba algo incómodo en el sillón.

-Buenas tardes señor Gregory- se veía realmente pequeño con la cabeza gacha sentado en el sillón, pero de repente mi lunático amigo se empezó a reír, entonces pasó de estar asustado, a confundido… Y asustado.

-Wow, eres realmente fácil de asustar niño- dijo Greg limpiándose una lágrima falsa después de tanto reír, reincorporándose en sí mismo aún sin perder la clase.

-¿Perdón?- no lo dijo indignado, fue más como en disculpa, parece inocente, a fin de cuentas el que sea un ciervo no ayuda de mucho.

-No te disculpes Joshua, él soquete de mi amigo solo te estaba gastando una broma, realmente creo que por primera vez el mediador voy a tener que ser yo -. Seguía parado en la entrada, hablando como si yo fuera el más maduro de los tres, cosa que sabemos todos que no soy.

-Bien, ya que estamos todos reunidos es importante decirte Joshua que aquí realmente necesitamos ayuda, pero no estamos tan desesperados como para pedírsela a un inútil, por lo que dime entonces, ¿en qué eres bueno?- mi amigo ya estaba sentado cómodo en un sillón ubicado a lado del sillón en el que Joshua se encontraba, preguntando cosas como si esto fuera una entrevista de trabajo.

Me moví por la habitación buscando a mi gata, le daría algo de privacidad a Greg, no le quiero estorbar.

Busque a Didi por la sala y la cocina, no la pude encontrar así que la fui a buscar en mi habitación, ahí la encontré en mi cama, durmiendo en el centro de esta tranquilamente.

Su aspecto relajado hizo que me diera sueño, pero no quería perturbarla, por lo que sin más me acosté en el suelo, el duro y frío suelo que me recibió con los brazos abiertos, como siempre había hecho, lo sentía cómodo debajo de mí, aunque supongo que después de tantos años durmiendo en el era de esperarse.

Realmente no extraño esos días de vivir en callejones, escondiendome de las personas, la lluvia, el frío y el calor. Tampoco extraño esos días viviendo con Sakcri, llenándome de comodidades a partir de la obediencia, sin más preocupaciones aparte de mis exámenes de resistencia física y modales.

Realmente no tengo nada que atesorar de ninguno de esos momentos de mi vida, aunque sí de lo que llegó después. Ahora… ahora yo tengo compañía, tengo cosas nuevas que aprender de mí mismo y tengo un motivo para hacerlo.

Siento que, va a pasar mucho tiempo para que finalmente esté listo para enfrentarme a Sakcri, no me molesta, pues tengo cosas que perder y no importa cuanto tiempo me tome el dejar de aferrarme a ellas si con ello puedo dejarlas correr libres, sin pensar en que alguien más lo agarrara sin más.

~Purgel~~

¿Qué fue eso?, debo estar soñando ahora, probablemente estoy dormido ahora.

~Purgel~~~

Es una voz de mujer, está cantando esa extraña palabra, casi parece que llama a alguien.

-Purgel, es hora de que abras los ojos.

Los abrí por instinto, pues había una extraña luz golpeando mi cara. Cuando por fin me acostumbre a la claridad del ambiente me di cuenta de que me encontraba acostado debajo de un árbol.

Era un paisaje bonito, digno de un sueño. El sol se mostraba orgulloso en la cima y el viento corría alegre. El pasto se mecía bailando y desde mi posición veía pequeños animales jugando a lo lejos.

Había uno en especial que me llamó la atención, era un pájaro, era de los grandes y sólo estaba dando vueltas, girando en círculos una y otra vez.

Empezó a descender, y me di cuenta de que era más grande de lo que creía, algo un poco MUCHO más grande de lo que creía.

A medida que bajaba lo veía más detalladamente, ahora se notaban más colores que solo negro, también tenía dorado y algo parecido a una cresta sobresalía de su cabeza, su cuello era largo, al igual que su cola y tenía 4 patas.

Eso definitivamente no es un pájaro, y es que no soy tonto, pero estaba muy lejos como para notarlo.

Se parecía mucho a uno de los animalillos de los libros de Greg, ¿Cuál será?.

Me quedé pensando mientras el animal bajaba, me parecía extraño reconocerlo, solo he agarrado los libros de Greg unas 2 veces.

No tarde mucho tiempo para recordarlo, ¿como olvidar algo tan majestuoso?, al final si soy un tonto entonces.

Sin darme cuenta la bestia ya se encontraba en el suelo, a unos cuantos metros de mi. No pude evitar temblar un poco por el miedo, y esque…

… Me encontraba parado enfrente de un Dragón.

Varú: Un Escape = Una GuerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora