6. Ahora

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Greg llegó, genial, más dudas para mí. Primero viene un sueño extraño y después vienen deberes aún más extraños, claro, para alguien "normal". 

Para resumir:

Me acomode del sillón y justo cuando me estaba levantando llegó el señorito especial, él llegó, me miró, y así como si nada me dijo "empaca", después se fue… todo normal. 

Sí, no es la primera ves que nos vamos de un lugar, pero es la primera vez que me lo pide tan seco, casi enojado diría yo. También me desubico porque cuando lo hacemos acostumbra a avisarme con antelación que nos iremos y me dice a donde, él solo me da tiempo para hacer mis cosas. Hoy no lo hizo. 

Ahora estoy en mi cuarto, sigo empacando, creo que este es de los lugares en los que más tiempo nos hemos ospedado, tengo tantas cosas que no se ni por donde meterlas, necesito comprar una maleta definitivamente. 

Cabe recalcar que mi "tantas cosas" son unas 8 mudas de ropa y unos 6 adornos. Si, esas son todas mis posesiones, se supune que es para no encariñarnos tanto con el lugar, y tampoco hacemos amigos claramente. Entre el trabajo que hacemos y nuestro sistema… no es algo que desee de hecho, simplemente no es lo ideal. 

Cómo sea. Por fin acabe de guardar mis cosas, ya sé que son pocas, pero no sé dónde esperaba meter tantas en un espacio tan reducido, es encerio, NECESITO una maleta. 

Al final decidí salir, fue un muy largo rato ese en el que lo único que hice fue divagar acerca de que hacer con mi amigo. 

Camine hacía la cocina y prepare chocolate como símbolo de paz para Greg. Mientras se enfriaba me puse a cocinar unos pancakes y dejé helado servido. 

Cuando termine puse las cosas en una bandeja y me dirigí a el cuarto de mi compañero. Entre sin tocar, ya es una costumbre y de todas formas tengo las manos llenas. 

El ruido lo asustó, eso me hizo reir un poco y honestamente de no ser por su mirada hubiera seguido a burlarme de él. 

-¿Qué te hizo venir? - preguntó, con un tono un poco enojado, supongo que cree que me espantara y me hire, parece que no me conoce. 

-Tranquilo mocoso- callé, otra vez con sus miraditas- bueno, bueno, perdón. - suspiré, ya me cansé de tratar que se calme. - Mira Greg, sé que estás enojado, todavía soy un cobarde y necesito más tiempo, me acabo de acordar de hecho que hemos atrasado la elaboración del plan a pesar de que ellos nos pisan los talones. Ahh, sé que no se supone que las cosas sean así y que soy mucho más fuerte de lo que te he demostrado. 

Su mirada hacia abajo y la mía evitando voltear a él están haciendo todo más serio de lo que en realidad es. Pero vine para pedir perdón y no retrocedere por una estupidez. 

-Yo… yo solo vine a pedirte perdón por mi actitud de los últimos días, a pesar de que este es mi problema tú eres el que lo está resolviendo y estoy decidido a poner de mi parte. 

Sonreí, y sentí un peso menos cuando él sonrió, en señal de que había aceptado mi disculpa y estaba dispuesto a tragar lo que prepare. 

-No te preocupes Uri. Yo comprendo que esto debe de ser duro para ti, después de todo eres el que convivió con nuestro villano y sabe de lo que es capaz. 

-Gracias por comprender su señoría. - me e incline hacia enfrente, feliz, y obviamente dispuesto a jugar. - ¿Me haría usted el honor de acompañarme a la mesa? 

-Oh pero claro que sí madame. - contestó él. 

Llegamos a él comedor y por fin solté la bandeja, se supone que comeriamos en su cuarto pero hubo cambio de planes cuando recordé que la última vez que me vio comiendo en su cuarto por poco y no salgo con vida. 

-Vaya, realmente te esforzaste. Siendote honesto la última vez que recuerdo que cocinaste fue… Nunca. 

-¡Oye!, no seas tan exagerado, en esta casa nadie es holgazán. Aparte, ¿Estas cuestionando mis habilidades y bondad al mismo tiempo? 

-Tranquilo niño, pero es enserio, normalmente o cocino yo o pedimos algo a domicilio. 

-Eso lo tengo más que visto, creo que empezaré a cocinar más, ya me cansé de comer puro huevo. 

-Oye!, es tu culpa de todas formas, no pusiste acción antes así que no te quejes ahora. 

-Ya, ya. 

Después de eso solo seguimos comiendo, cuando se acabaron los pancakes seguimos con el helado, y cuando terminamos con el helado fuimos al sillón. Una vez bien acomodados me acordé que me faltaban los detalles de nuestro nuevo lugar de destino, así que decidí preguntarle. 

-Oye Grego.- lo llame con tono interesado, esperando que se dignara al menos de prestarme atención. 

-¿Qué pasó ahora Urs? 

-Pues mira, lo que pasa es que alguien se enojo conmigo y no me dijo los planes del ajetreado mañana. Y si no sé los planes de mañana lo más probable es que no salga como esperas. - le conteste, haciéndole saber que todo este tiempo me dejó con la duda. 

-PuEs mIRa- me imitó con voz chillona, ya para que tratar con este niño la verdad.- Oye grosero, para empezar, tú me hiciste enojar, no es como si de la nada no te quisiera hablar, y en segunda, quieras o no todo va a salir como quiero, porque así es como las cosas se dan y punto. 

Hablo como el intelectual que es, más seguro de sí mismo que de lo que un seguro lo es. 

-Okey, lo entiendo, todo es mi culpa y si muero no me extrañaras, pero te desviaste de mi pregunta zoquete. 

-Asi es mi estimado, todo es tu culpa. - me volvió a responder con ese tono que solo los idiotas pueden alcanzar, ay cuánto le quiero.- Pero ya respondiendo a tu pregunta, pues, efectivamente mañana saldremos de la ciudad, y no solo eso, iremos más allá, esta vez saldremos del estado, solo es a él que está encima así que tampoco es para tanto. 

-¡¿Qué?! - grité yo, como si no fuera ya recurrente en mi- ¿Enserio me estas diciendo que vamos a un estado que parece un pene?, no, no señor, lo lamento pero no, está bien si vamos a cualquier otro, pero porfavor no ahí. - mi diva interior siempre al frente, pero ya es enserio, no quiero ir ahí, no conocemos a nadie pero aun así siento que todos se burlaran de que vivimos en lugar que tiene forma de pito. 

-Oh vamos, no será tan malo, casi ni salimos así que no tienes nada de qué preocuparte. - habló él, restándole importancia al asunto. 

-Convenceme escoria. 

-Bien, mira, si vamos, te… te dejaré adoptar un gato! - Dios, esto si que no lo esperaba, pero por su cara pude ver que él tampoco, lo más probable es que solo dijera lo primero que se le vino a la cabeza. 

-Uhm, esa es una interesante oferta, pero, ¿Estas seguro de esto? - le pregunté, dándole una oportunidad de retractarse, de todas formas tengo que ir con él después de todo. 

-Si, ya entre a la boca del lobo, y no saldré hasta cumplir con mi deber. - respondió él, siguiéndome el juego y sellando su destino.

-¡Bien! - dije con alegría, de entre todos, los felinos son mis favoritos. - sabes, de todos modos tenía que ir contigo, eres mi planificador y mi único amigo. 

-aw, por fin dejas de ser tan malo conmigo.- habló con tono meloso

-¿Acaso estas mal de la cabeza?- pregunté retóricamente, no tan brusco pero de manera que entendiera que estaba loco. - Gregory, literalmente eres mi único amigo. 

-Tenías que arruinar mi momento, muchas gracias aguafiestas - bufó divertido y después hizo cara de estreñido, digo yo que recordando algo. - Oye, no te he dicho la hora de salida ¿verdad? 

-Nop

-Salimos a las 5, así que hoy duérmete temprano si no quieres que te maten

Terminó con eso, se levantó, me dijo adiós, y se metió en su cuarto. Me alegra quedar en buenos términos con él, realmente es la única persona que conozco y por ahora la única que me puede ayudar. 

Uhm, bueno, me voy a dormir, tengo que madrugar mañana y yo no puedo estar en paz sin al menos mis 10 buenas horas de sueño.

Varú: Un Escape = Una GuerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora