Varú: Un Escape = Una Guerra

7. La Mudanza

El día comenzó muy agitado… o simplemente yo comencé muy cansado. Sea como sea estoy más que agotado y eso que me acosté a las 9. 

El maldito de Gregory me despertó a las 3:30 de la madrugada y así me mandó a arreglarme. Yo sé que soy muy lento para ponerme presentable, pero, no taaanto. Lo único bueno es que a pesar de todo él preparó el desayuno. 

Cuando terminamos de comer guardamos las cosas en toppers, y los toppers en mochilas. 

Lo último que hicimos fue revisar que nada quedará en el lugar, después de eso nos fuimos. Dejamos por fin ese lugar que ya no pudo cuidarnos más, y todo por un descuido, todo porque no se le ocurrió a mi inteligente cabecita revisar que no me siguieran. 

Ahhg, que… Que frustración. Estábamos muy cerca de Sakcri y era más fácil conseguir información que en cualquier otro lugar del país. Ahora tendremos que hacer más trabajo y realmente no me agrada la idea. 

Bueno, al menos mejorare un poco mis habilidades para buscar información, eso me será muy útil después. 

Decimos que a pesar de todo no abandonariamos nuestro preciado carro, ahorramos por una eternidad para conseguirlo y no lo dejaríamos solo porque un maniático sabe las placas. Aparte así ya no tenemos que viajar en un bus con más personas que son más molestas que un bebé sin chupete. 

Mmmm ahora que lo veo, si tiene algo un poco molesto, y es que no puedo dormir ni aunque vaya de copiloto. No me puedo arriesgar a que el zoquete a mi lado se duerma a medio camino y nos mate a los dos. Eso no solo acabaría con nuestras vidas, también acabaría con la última oportunidad de detener a Sakcri y acompañantes. 

No me puedo permitir dormir, y, aunque un poco extraño, debo decir que es de las cosas más agotadoras que he hecho. 

-Oye- Habló Greg. Es la primera vez que hablamos desde que entramos al carro, por lo que el susto se hace presente al mismo tiempo que me da un escalofrío.

-Ahh rayos- dije casi susurrando y con un poco de molestia después de un claro sobresalto. -Dios mio, pero que susto me diste. 

-Perdón Uriel, pero no me mires con esa cara, que sabes bien que no era mi intención- trata de ocultarlo aprovechando que debe mirar al frente, pero aún así notó la diversión en su voz.

- Como sea- volvió a hablar.- La verdad es que te hablaba para decirte que puedes dormir si quieres, no tienes porque preocuparte, estoy lo bastante despierto como para no chocar, quizá en la próxima hora cambiemos, pero por ahora puedes descansar. 

-Siempre tan amable mi buen amigo- le respondí acomodandome en el asiento. - creo que esta vez tomaré la oferta- termine diciéndole mientras me estiraba. 

-Que bien- respondió con una sonrisa.- Entonces descansa, trataré de soportar lo máximo, claramente sin excederme, no quiero ser yo el culpable de nuestra muerte. 

Ahí se terminó la plática, me acomode un poco más y después de un tiempo me dormí. 

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-Oye uri- escuche la voz de Greg, un poco opaca pero aún entendible.- he parado en una gasolinera, no se si quieres ir al baño o comprar algo en la tienda, de cualquier forma te tienes que levantar, ya es mi turno. 

Me removí en mi lugar, abrí mis ojos y la luz me recibió con un gran destello. Cerré los ojos rápidamente y me puse boca abajo, los abrí ahí, aprovechando que no me pegaba la luz, y mientras me acostumbraba a ella me estire un poco. 

Es extraño, normalmente recuerdo lo que sueño, e incluso si después de un rato se me olvida, sé que soñé con algo. Esta vez no recuerdo nada, absolutamente nada, todo es un fondo negro y no puedo decir que este tranquilo con eso.