Inocente Amor

~ IX ~

Estaba a punto de retirarse a su habitación cuando los gritos de una mujer lo alertaron.  Camino, algo mareado por el alcohol, hacia la ventana que daba a la
Parte delantera de la mansión, y una punzaba de pánico recorrió su cuerpo.

Se dio cuenta de  a una mujer luchando  contra un hombre más alto que ella. Había bebido demasiado, tenía la vista muy borrosa y no podía divisar quien tenía la osadía de armar un  escándalo en la entrada de su casa. De repente la puerta de su biblioteca se abrió y Lee entro con exasperación.

–Excelencia, disculpe me interrupción  , se que dijo que no lo molestaran pero...

–¿Que demonios es todo ese  alboroto allá afuera, lee?

–A eso venía mi Lord, al parecer se trata de Lady Hinata y...

Naruto no necesito nada más. Corrió hasta su escritorio y sacó una vieja pistola que hacia demasiado tiempo no utilizaba. Si Hinata y Toneri creerían que se iban a burlarse de él estaban muy equivocados.

Al asomarse a la entrada pudo ver como Toneri arrastraba a Hinata por el suelo en contra de su voluntad.Vio a Hianta hacer fuerza para librarse de su agarre. Aquello hizo brotar la ira de su pecho. Bajo los escalones y cuando estuvo lo suficientemente cerca le disparó.

Para su desgracia estaba demasiado borracho y fallo.

Toneri se quedó paralizado, pero aun no había soltado a Hinata quien gimoteaba de dolor por su agarre.

–No lo dire dos veces Otsutsuki. Suéltala.

–Namikaze no puedes meterte en asuntos matrimoniales, esta mujer me pertenece, tengo papeles que lo demuestran  y..

Otro disparo salió y Toneri callo al suelo gritando de dolor.

Esta vez Sasuke le había disparado en una pierna.

En ese instante Naruto trato de acercarse a Hinata, maldijo por lo bajo al sentirse tan mareado en aquella situación. Agradecía intensamente la aparición de Sasuke.

Tomando todo el dominio que le fue posible,  tomó a Hinata en sus brazos y camino hacia la mansión.

Se detuvo al llegar  cerca de Sasuke.

–Sácalo de aquí o lo matare.

Sasuke asintió.

–Tranquilo, yo me encargo. Trata de que lady Hinata  este a salvo. Por su apariencia parece que la  paso muy mal.

Naruto la apretó contra   su pecho  en sentido protector. La había juzgado de manera muy severa. Por como veía la cosas, la intuición de Sasuke no se equivocaba.

Hinata seguía en estado de shock sin decir una palabra. Naruto la llevo hasta su habitación y pidió a Lee que le subiera un café muy cargado. Necesitaba estar alerta para poder escucharla y ayudarla.

La tendió sobre la cama y pidió que le trajeron una balde de agua y un paño.

Mientras esperaba observó la figura desaliñada de Hinata. Traía el pelo suelto y enmarañado. Su vestido estaba hecho trizas y sus piernas estaban  sucias y llenas de rasguños.

¡Maldición!

Esperaba que Toneri se desangrara a causa de la herida que le había ovacionado Sasuke o el iría tras él a matarlo con sus propias manos.

Naruto extendió la mano y retiró algunos mechones de su rostro, esto hizo que Hinata reaccionara.

–¿Como te sientes?

No hubo respuesta. Solo algunas lágrimas mientras ella se volvía un ovillo sobre su cama.

Había imaginado tenerla en su cama de muchas manera, pero jamás pensó que aquella sería una de ellas.