El momento más esperado por fin había llegado; Adrien le diría a Marinette que quiere dar ése enorme pasó en su relación.
Ahora la alegré azabache estaba en la habitación de su novio, muy entusiasmada y a diferencia de su vestimenta habitual, hoy llevaba un vestido rosa hasta las rodillas, con bordes negro.
-Me alegra que por fín ya estés mas tranquilo y quieras mostrar tu arrepentimiento, pasando tiempo conmigo.
No sé por qué querías que venga con un vestido pero como hace calor, no me molesta.
Por cierto, ¿qué serie de Netflix quieres mirar?- preguntó la alegré e inocente azabache mientras caminaba en la habitación, de un lado a otro como un niño emocionado.Adrien, sonrió nervioso.
Le invitó a su casa mientras su padre y Nathalie no estaban para así pasar tiempo juntos mientras miraban algo de Netflix...
Una escusa muy barata pero servía en Marinette.
-Sobre éso... estoy castigado y desactivaron el wifi, así que no podemos ver Netflix. - mintió mientras la peliazul se detenía y lo veía con seriedad.
Puede que sea algo distraída, pero... algo le decía muy en el fondo que debía irse lo antes posible de la habitación de Adrien.
Sólo es su loca imaginación, él no le haría nada malo jamás y lo sabe.
-Pero... y-ya que es-estás aquí, hablemos un poco o mejor... juguemos.- tartamudeo el chico con nervios.
Marinette, se vio claramente felíz y se sentó en el sofá.
-¡Andando! Te derrotare en los videojuegos. - exclamó ella con entusiasmo.
El chico, suspiro profundo.
Éso no era fácil y Marinette lo hacía aún más difícil.
Con algo de nervios, se acercó a su novia, se puso de cuclillas delante de ella y le tomó de las manos mientras la miraba fijamente a los ojos.
-No qui-quiero jugar videojuegos, quiero que juguemos a algo más... movido.
Y con oír éso, la chica puso cara de disgusto.
-Hace calor, no quiero hacer algo que implique ejercicio.- exclamó, con inocencia.
El ojiverde, agachó la mirada por unos segundos.
¡Éso se estaba volviendo cada vez más difícil!
Levantó la mirada y volvió a mirar a su novia.
-No te preocupes, no es necesario que tú... hagas algún movimiento sí no quieres, lo puedo hacer yo y... los dos hacemos ejercicio.- y por cada palabra, la voz de Adrien se iba perdiendo más y más.
Marinette, levantó una ceja, confundida.
-¿Podemos hacerlo luego? Tu rostro está algo rojo así que no creó que debas hacer mucho movimiento.
Y ella miraba con preocupación como Adrien tenía su rostro rojo y sudaba bastante.
¿Tendrá fiebre?
El chico, volvió a suspirar mientras miraba al techo.
"¡¿Por qué esto es tan difícil?!"
Bajo la mirada y miró a la chica que esperaba que él siga hablando.
-N-no sé como decirlo, m-mejor te lo escribo en una carta.
Y al oír éso, Marinette se sonrojo y agachó la mirada.
-¿C-carta? ¿Hasta cuándo seguirás molestandome con éso?- preguntó, reviviendo su viejo trauma.
Y ahora, Adrien suspiro con alivio al ver que nuevamente su novia era la más avergonzada y no él.

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Difícil
FanfictionAlgunas cosas son difíciles de hablar y de hacer y para Adrien y Marinette, su intimidad sexual es... es muy difícil.