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En la habitación de Marinette.

Adrien veía fijamente como su novia caminaba en círculos, estudiando para la prueba que tendrían en unos días.

Él también tenía que estudiar pero su cabeza, como siempre, estaba en otro lado, pero está vez su mirada se perdía en... un lugar determinado de la azabache.

-Marinette...

Al oír su nombre, la chica se detuvo y miró al chico con culpa.

-Realmente lo siento mucho, Adrien.
Tu vienes a visitarme como pocas veces puedes y yo sólo estudió, pero ése examen es muuuuuy importante.- exclamó ella de manera algo dramática.

El ojiverde, que hasta ahora estaba sentado en una silla, se puso de pie y se acercó a su novia, viéndose claramente nervioso.

-Yo... ¿c-crees qué pueda ver... a las gemelas?- preguntó, mirando a un costado.

¡No podía creer que estaba preguntando algo como éso!

Sí Marinette no termina su relación, significa que su amor era para toda la vida.

-Alya también debe estar estudiando, así que no creó que acceda a que veas a sus hermanitas.
¿Y por qué quieres ver a las hermanas de Alya? Es raro.

Y Marinette, como siempre se mostró inocente a las palabras de su novio.

El chico, la miró con disgusto y hasta sintió ganas de llorar.

¿Por qué era tan difícil hablar con Marinette sí no se es directo?

Es una adolescente, ¿cómo era posible que no entienda sus palabras con muy claras, segundas intenciones?

-Yo... me refiero a que me gustaría ver... a tus gemelas.- aclaró con su rostro sonrojado.

Ojalá que Marinette lo entienda está vez.

La chica, levantó una ceja, confundida.

-Soy hija única, no tengo una gemela.

"¡¿Es enserio?!"

Sí hablar de ésas cosas era difícil, el tener una novia como Marinette no lo hacía para nada mas fácil.

Se sentía un pervertido de primera por ser el único capaz de entender lo que quería decir.

El chico, apoyo ambas manos sobre los hombros de la chica y la miró con mucha seriedad.

-Marinette... me refiero a... ésas gemelas.

Con su mirada, señaló los pechos de la azabache.

La chica, se miró el pecho, con confusión al creer que se ensucio y no se dio cuenta pero no veía nada, estaba lim...

Las mejillas de la ojiazul, se tornaron ligeramente rojas al entender que era lo que su novio le pedía que le muestre.

En momentos así, se pregunta sí fue correcto rechazar a Luka hace años.

Con una gran sonrisa en su rostro, miró a su novio quien se vio alegré al darse cuenta de que ella por fín lo entendió.

-Fuera de mi casa, ahora. - ordenó, intentando mantener la calma.

El rubio, con ésa mirada que ella tenía en ése momento, entendió que era mejor no discutir ya que Marinette contenía su enojó.

Tras soltar a la muchacha, agarró su mochila y suspiro profundo antes de mirarla con algo de arrepentimiento.

-¿Estás enoja...

-No, pero estoy cerca.
Adiós.

Y el chico, se iba a ir pero se detuvo, suspiro profundo y volteó a ver a su novia, algo serio.

DifícilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora