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En la mansión Agreste.

Adrien estaba afuera de la oficina de su padre, nervioso y hasta con algo de miedo.

Necesitaba un consejo de alguien experimentado y en ésa ocasión no podía contar con el padre de Marinette, así que sólo le quedaba... su propio padre.

Últimamente se llevaban mejor... así que estaba bien... ¿verdad?

Intentando calmar sus nervios, suspiro profundo antes de abrir la puerta de la oficina.

Al pasar, vio a su padre delante del computador, al parecer sacando cuentas por papeles con números que había a su lado.

-P-padre, ¿puedo hablar cont...

-Ahora no, Adrien, estoy ocupado.- dijo el hombre, sin molestarse en mirar a su hijo quien estaba sorprendido.

Está vez pudo casi pronuncia la pregunta completa, duró más que otras veces, lo que significaba que su padre estaba de buen humor.

-Es... es algo importante, por favor.

Gabriel Agreste, suspiro profundo y miró a su hijo con su ceño fruncido.

-Adrien, ya te dije que estoy ocupado.
Habla con Nathalie y ya.- exclamó el de anteojos con severidad.

No le gustaba cuando su hijo no le hacía casó al instante y ésa rebeldía empezó desde que empezó a salir con ésa niña de la escuela.

-Es sobre Marinette.

Dijo Adrien, ignorando a su padre.

Gabriel, suspiro profundo y dejó por un momento su trabajo.

-¿Al fín terminaste con ella?- preguntó más serio que antes.

No sintió emociones negativas, así que posiblemente ella decidió terminar con la relación.

Sabía que no le convenía a su hijo.

-N-no, seguimos siendo novios, pero últimamente... yo...

-¿No te gusta más?- preguntó el hombre con curiosidad.

Siempre creyó que sería al revés.

-¡No! Sí me gusta, amo a Marinette, pero...

El chico volvió a hacer una gran pausa y la poca paciencia de su padre, estaba llegando a su límite.

-Por favor, Adrien, ya eres una persona grande, no puedes hablar así.
Ya di lo que tengas que decir.

Ordenó con algo de enojó en su tono de voz.

En verdad, no se le ocurría nada importante como para perder su valioso tiempo.

-Yo creó que quiero tener relaciones con Marinette y no sé como pedírselo o empezar.

Está bien, éso sí era algo muy importante.

El hombre, intentó mantener su compostura pero se sentía bastante incómodo.

¿Desde cuándo Adrien sabe que hombres y mujeres pueden hacer ésas cosas?

No valía de nada intentar pensar en cómo se enteró de éso, lo importante ahora era como él se libraria de ésa pregunta tan difícil.

-Aún son niños, no lo hagas y ya. - fue su respuesta.

El ojiverde, suspiro algo disgustado por ésa respuesta.

-Padre, tenemos 16 años, la conozco desde los 13 y empezamos a salir poco antes de que ella cumpla los 15.
No somos niños y necesito de tu concejo para no cometer un error.

Gabriel, al oír tales palabras, cerró sus ojos por un momento.

¡¿Cómo rayos se supone que debía aconsejar a su hijo en ésa situación?!

-U-usa protección o otro lado.

En ése momento, Gabriel Agreste quería cubrir su rostro para liberarse de tanta incomodidad.

Ojalá que ésa respuesta sea más que suficiente.

-Ya sé sobre usar protección, yo quiero saber qué debo hacer, ¿cómo se lo preguntó?, ¿cómo empiezo?, ¿qué pasos debo seguir?, ¿cómo saber sí me tengo que detener?, ¿cómo saber sí a ella le gusta o no?, ¿cuántas veces debo hacerlo la primera v...

-Adrien, detente.- ordenó el hombre mientras levantaba una mano para callar a su hijo.

¡Él no era apto para hablar de ésas cosas y tampoco para oírlas!

Por primera vez en toda su vida, alguien que no es su mujer pudo hacer que se sonroje y ésa persona era su hijo que buscaba un consejo.

Él no hizo nada raro con su mujer hasta después de la boda pero sabía que los tiempos cambiaron y ahora los chicos eran más... despiertos que antes, pero no sabía como ayudar a su hijo en éso.

-N-no sé que decir... lo siento.

Concluyó la conversación el hombre mientras desviaba la mirada y se cubría levemente su rostro sonrojado, dejando a Adrien en shock.

¿Su padre... se disculpó?

Al menos, por ése día, Adrien pudo dejar de pensar en cosas no inocentes por intentar procesar la reacción de su padre.

Continuará...
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¡Hola!

Lo que los padres de Marinette tienen de liberales con su hija, al padre de Adrien le falta, ¿no?

Esperó que les haya gustado el capítulo.

Gracias por su tiempo.

Volveré...

DifícilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora