El nuevo curso de ingles

Hora Del Baño

Las manos de su captora se separaron, dejando paso a luz que cegó momentáneamente al joven,provocando que Marcos cayese sobre una superficie blanca y fría. En cuanto el joven se adapto a la luz se dio cuenta de que la giganta se había ido. Estaba solo en una habitación azul y blanca, tardo un poco en percatarse de que estaba en un baño y mas concretamente debía de estar sobre el inodoro. No sabia lo que Patricia le tenia preparado, pero si sabia que no le iba a gustar nada. Mientras buscaba un lugar por donde poder bajar de forma segura empezó a oírlos pasos de la giganta, estaba volviendo al baño. No tenia tiempo,tenia que saltar. Justo cuando estaba a punto de saltar, algo le distrajo.

Patricia acababa de entrar por la puerta, estaba completamente desnuda. Su piel emití aun poco de brillo debido al sudor que impregnaba su cuerpo, se podía apreciar las curvas de su gigantesco cuerpo. Sus pechos que antiguamente para Marcos no eran los mas grandes que había visto,pero si de un buen tamaño, ahora parecían montañas. El culo respingón que tanto le gustaba mirar cuando Patricia no miraba ahora era enorme en comparación al pequeño. No pudo evitar fijarse en la vagina de la joven la cual estaba completamente depilada. Todo esto excito al joven Marcos, lo cual se hizo notar con una erección, el ya no se acordaba de lo que estaba haciendo. La imagen desde el punto de vista del pequeño era gloriosa, Patricia siempre le había parecido que tenia un cuerpo de diez, pero ahora era mucho mejor. Aunque ya la había llamado Diosa con anterioridad, por obligación,esta era la primera vez que la veía como tal, era como si estuviese ante la diosa griega Afrodita.

Marcos estaba tan absorto en el espectáculo que tenia delante que no se dio cuenta que la giganta había estirado la mano para recogerle. Solo cuando la palma de la mano de Patricia tapo todo su campo de visión se dio cuenta.La mano envolvió todo el cuerpo del pequeño dejando solo la cabeza al descubierto. El miedo y el dolor le invadieron al notar la presión que ejercía la joven al apretar su puño con fuerza, notaba nuevamente que su cuerpo cedería en cualquier momento, pero debido ala magia de su captora aguantaba, no por ello notando menos dolor. La giganta puso su puño cerrado a la altura de su cara con Marcos en su interior.

- Se esta haciendo un poco tarde y tengo que ir preparándome. -dijo la joven- Y como veo que te hace falta una ducha y te mereces una recompensa por el masaje de antes, he pensado que te ducharas conmigo.

Ducharse con Patricia era una de sus fantasías y sueños mas recurrentes del pequeño Marcos,pero con su tamaño normal... no con esta peligrosa diferencia de tamaño...

- ¿Como... que nos ducharemos juntos? -pregunto asustado Marcos- ¿No seria mejor que cada uno se duchase por separado?

- Tu boca dice una cosa,pero tu amiguito dice otra... -dijo la giganta mientras abría su puño dejando a Marcos tumbado sobre la palma de su mano- Y no se a quien de los dos creer. -susurro con tono seductor al mismo tiempo que con el dedo indice de su otra mano presionaba levemente la poya de Marcos y la frotaba suavemente.

La vergüenza invadió a Marcos, tenia demasiados sentimientos encontrados, por un lado esto le excitaba, por otro lado estaba aterrado, ademas de que este era su sueño, pero no podía olvidar lo que la giganta había echo.

- No es que no quiera...-dijo el pequeño.

- Bien. -la joven paro dejugar con el pene de su compañero- Entonces te pondré en el plato de la ducha y mientras me ducho iras cogiendo el jabón que puedas para ducharte.

- Pero... podrías aplastarme fácilmente con tu pie. -dijo el pequeño Marcos aterrado.

- Bueno es parte de la diversión. -dijo la joven con una ligera sonrisa para acto seguido agacharse para dejar al pequeño en el plato de la ducha.

Marcos entro en pánico,no le gustaba nada la idea, tenia que pensar en algo rápido o su sufrimiento volvería a ser la diversión de su captora. Ya que aunque parezca que su cuerpo aguante aun cuando debería morir el dolor era demasiado para el, ademas estaba demasiado cansado como para correr y esquivar los pies de la gigantesca joven. Si había alguna forma de escapar de el nuevo "juego" de Patricia tenia que ocurrírsele ahora.