Fictober Stucky

Día ocho: Mitología

El frío a su alrededor calaba sus huesos, ahora más que nunca deseaba la calidez de su amante. Sus brazos envolviéndolo, dándole seguridad, llevándolo a casa.

Pero sabía que aquello no era posible, al menos no por ahora.

Los Dioses, en una de sus crueles jugarretas, se lo habían arrebatado. Pero él no lo aceptaría, siempre fue reconocido por ser testarudo y ahora lo demostraría, vencería a la muerte misma, desafiaría a los regentes, pero no le importaba, estarían juntos tal y como lo habían prometido.

Recordó su primer beso bajo la gran bóveda azulina, las estrellas fueron las únicas testigos de ese roce inocente pero cargado de tantas emociones que en aquel tiempo no pudo definir. El recuerdo fue tan vivido que casi pudo sentir la calidez de los labios de su compañero sobre los suyos.

El frío viento golpeando con más intensidad su rostro y alborotando violentamente sus cabellos rubios lo sacó de pensamientos. Era la señal.

Caronte* se acercaba, aquel que lo ayudaría a cruzar el Aqueronte, aquel que lo llevaría con su amado.

Alzó la mirada, altivo, adquiriendo el porte propio de un semidios y encontró su mirada azulina con la del barquero. Caminó hasta la orilla sin bajar la vista en ningún momento y le entregó el óbolo**.

Caronte mostro su sonrisa desdentada y se hizo a un lado para dejarlo subir a la barcaza.

Tomó lugar en el otro extremo de la embarcación, lo más lejos del espectro posible, le habían advertido que no se fiara de nada ni nadie en aquel lugar.

Cuando sintió la barcaza moverse los recuerdos le asaltaron otra vez.

Esos sedosos cabellos castaños rozando su piel cuando su amante se acomodaba en su pecho, las manos callosas tocando cada centímetro de su piel, el azul de sus ojos encontrándose con los suyos, un azul tan hermoso que estaba seguro de que ni el mismo Poseidón, señor de los mares, había podido ver.

Su boca encontrándose con la propia antes de las batallas, susurrándole palabras de aliento. Esa boca que pronunció aquellas palabras que le regalaron la gloria que ni todas las batallas ganadas pudieron darle.

-Te amo... Siempre lo he hecho y siempre lo haré.

Le había dicho su compañero aquella noche, donde, teniendo como único testigo la inmensidad del Egeo, entre caricas, besos, gemidos, inexperiencias y descubrimientos habían sellado su amor.

-Yo también te amo. Te prometo que siempre estaremos juntos, seremos eternos juntos.

Fue la respuesta ante las palabras de su amante antes de rendirse ante Morfeo, con las piernas enredadas, abrazados, refugiados en los brazos del otro. Sintiendo que no había nada más en el mundo que ellos, que ya no había más batallas por librar. Sintiéndose en paz.

-Los vivos no deben estar aquí –habló de repente el barquero después de un rato de silencio, sacándolo de sus pensamientos.

-Vine a buscar a alguien. –respondió.

-Nadie ha salido de aquí jamás –contraatacó con burla en su voz.

-Yo... nosotros lo haremos –dijo decidido. -así que más te vale estar esperando con la barcaza lista para cuando nos veamos de nuevo. –su voz llena de convicción.

Caronte no respondió.

No iba a negar que tenía miedo, había oído historias horribles sobre el inframundo y las criaturas que habitaban en él. Pero cuando pensaba en aquellos ojos, en aquella sonrisa, en él, su miedo era aplacado y con cada avance del barco sabía que estaba más cerca de verlo otra vez, de tenerlo otra vez y de estar juntos como siempre debió ser.

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Notas:

*Caronte: era el encargado de pasar a los difuntos al otro lado del Aqueronte, a quienes pudieran costear el viaje. Es por ello que los griegos, a sus deudos, les ponían una moneda de plata bajo la lengua o sobre los ojos.

**óbolo: monedas griegas de plata. 

La historia está inspirada en el mito de Orfeo y Eurídice y si me quedó medio sad es porque ayer me puse a leer "Planet Hulk" (otra vez XD) y salió esta historia.

La verdad me gusta mucho la mitología y me gustaría, en un futuro, trabajar esta historia como un proyecto más largo, ya que me quedaron muchas ideas en la cabeza que no pude poner.

Espero y les haya gustado.

Tschüss

Mara~~