OMEGA || ScorLy

3

Antares Malfoy

He escuchado un portazo desde las habitaciones de los chicos.
Con el ceño fruncido voy hacia allí y veo a mi hermano salir frustrado y bufando.
¿Qué rayos le pasa?
Me acerco lentamente y veo a Rosier salir de la habitación. De seguro andan con sus estúpidas competencias de a ver quién mea más lejos. Ruedo los ojos aburrida.
Voy hacia él y al llegar a su lado me saluda con amabilidad.
-¿Qué tal Antares? ¿Cómo estás?
-Ethan. ¿Qué ha sido eso?-
El parece entender a lo que me refiero.
-la verdad es que ni yo termino de enterarme. Scorpius estaba dentro hablando con Lily y en cuanto le hablé él salió tirando la puerta.
Dice encogiéndose de hombros.
-Dejalo, a veces creo que se le cayó a mi padre cuando era bebé.
El ríe ante mi comentario y se va hacia la sala común.
Me adentro a la habitación de los Nott y veo a Lilu escribiendo en su cuaderno de pociones.
-hey, Lilu. ¿Por qué no me has avisado que vendrías? Te he estado buscando.-
Me hago la ofendida con mi amiga.
-lo siento Tari es que me escapé de mi sala común. Ya sabes, el bullicio me fastidia.
Claro que la entiendo.
Este algodoncito de azúcar detesta la bulla.
Su obsesión por comportarse como un alfa la han hecho algo irritable.
Ni mencionar que le fastidia todo lo rubio que se llame Scorpius Malfoy.
El pobre no ha hecho más que provocarla. Siempre enciende la mecha y cuando no sabe cómo apagarla corre a pedir ayuda a Al o a Jimmy. Incluso me usa de escudo.
Menudo gallina.
-oye Tari, ¿Ya hiciste lo de pociones?
-si, vengo de...
-la biblioteca, sí. Ya sé. Tú y tía Mione tienen una manía con los libros.
-no puedo evitarlo. Además, mi padre me ha estado enseñado desde que soy pequeña el arte de las pociones.
-ya deja de hablar de eso. Me desespera oír ese tonito tan Malfoy suyo.
No puedo evitar reír.
-vaya que te lo pegamos Lilu.
Ella sonríe ampliamente.
Cuánto adoro a esta omega. Es la hermana que no tengo.
-¿Vas a dormir aquí?- le pregunto.
Mi amiga no lo duda y responde.
-si, me quedaré. Pero no le digas a Al. Se pondrá como diva histérica si estoy en su reino.-
Definitivamente le he pegado el humor de mi padre. Siempre anda metiendose con sus hermanos. Mi padre la ama. Es su infiltrada en casa de los Potter. Siempre haciendo de las suyas.
Papá debería adoptarla.

Scorpius Malfoy

Había olvidado el partido.
Mi casa jugaba contra Gryffindor.
Empecé a maldecir por lo bajo.
He visto a Lily bajar las escaleras del las habitaciones ya vestida.
Él solo verla me hace recordar el sueño que tuve.
Una parte de mi anatomía vuelve a despertar.
¿Qué diantres me pasa?
Tengo que despejar mi mente.
Debo estar relajado para el partido.
Y eso solo lo lograré quitándome este dolor de pelotas que me ha dejado Potter con ese sueño.
...
-m-más...
La omega grita con placer mientras entierra sus uñas en mi espalda a través de la camisa.
-no.me.claves.tus.putas.uñas- le exijo mientras la volteo con fuerza, medio inclinada y se la meto por detrás.
Ella grita con desesperación y cierto grado de dolor mientras se agarra como puede del lavabo.
Sé que no le agrada. Pero quien mierdas le manda a clavarme las uñas
Sé que estoy siendo un bruto.
Pero al diablo con eso.
Necesito más.
Siento el placer del nudo formándose.
Se hincha con rapidez dentro de ella
-¡ah...! ¡No, por favor! ¡Me duele! ¡Sácalo!
-ahora te aguantas, QUERIDA.
La omega lloriquea mientras yo solo puedo disfrutar de estar enterrado en alguien.
Cuando toda la calentura se me pasa ella me mira furiosa y con expresión adolorida.
Las lágrimas surcan su cara, más ni me inmuto.
Creo que le he partido el culo.
Que le den. Yo estoy satisfecho.
-¡eres un bruto Malfoy!
Y como puede se larga del baño. Dejando un rastro a lavanda bastante agrio.
Imbécil, no se le trata así a ninguna omega.
Mi alfa interno parece mi conciencia.
Y tiene toda la razón.
Mi madre estaría decepcionada de mí sí me viera tratando así a una omega.
Con toda la molestia llenando mi ser voy a mi sala común.
No puedo dejar de sentir asco e ira de mi mismo.
-soy un idiota.
-menos mal que lo admites, Malfoy.
Otra vez ese aroma.
Algodón de azúcar...
Volteo y esa bendita pelirroja que me saca de mis casillas está justo detrás de mí, tan campante con su uniforme de quidditch.
-pero miren nada más, el bicho anda hundiéndose en putas.
Dice con burla en su tono.
Uno que es más propio de mi padre y de mi abuelo.-¿listo para perder, rubio teñido?
-Potter- digo con los dientes apretados.- no quiero hacerte daño así que mejor vete y déjame en paz.
Mis poros destilan furia contra ese pequeño demonio pelirrojo.
-con mucho gusto, su real majestad. Sus peticiones me tienen ¡sin cuidado!-
Ella no parece intimidada. Es más está peligrosamente cerca de mí, estirada en toda su altura para llegar a mi cara remarcando la última parte.
No resisto ante la vista de sus carnosos labios sonrosados demasiado cerca.
Sin importarme ni un poco ni su padre, ni sus hermanos me apodero de sus labios.
La besó con furia por poner en mi cabeza esos pensamientos lujuriosos sobre ella.
La beso con la frustración de sentirme reducido por ella cada vez que cruzamos palabras.
La beso con todas mis fuerzas a ver si con eso se apaga ese ardor que de pronto he empezado a sentir.
Ella se aferra a mi capa para no caer.
La tengo arrinconada entre mi cuerpo y la pared. Mientras mis brazos la estrechan sin dejarla escapar de mí.
Ella corresponde con la misma intensidad.
Mi lengua se abre paso en su pequeña, pomposa y ardiente boca.
Es casi una pelea por el control.
Su boca es lava.
Como si se derramase el caramelo sobre mis labios.
Algodón de azúcar.
Eso es lo que llego a saborear en sus voluminosos labios mientras sus suaves formas están totalmente pegadas a mi pecho.

-¿Scorpius?
Una voz me hace soltarla. Y ella con los labios muy rojos huye de mi.
-¿Qué está pasando aquí?
Rosie me ha pescado casi follándome la boca de Lily
Mierda, mierda y más mierda.
Estamos perdidos...