OMEGA || ScorLy

9

Scorpius Malfoy

No hemos visto a Lily en todo el día.
Antares intenta animarla.
Está siempre con ella pero parece estar siempre ausente.
Tari me ha dicho algo que me ha dejado perturbado.
Ayer por la mañana tuvieron clases de pociones.
Tocaron una poción en en particular: filtro de muertos en vida.
Por como está Lily eso podría ser peligroso.
El señor Potter ha montado en cólera.
El ministerio no quiere que su nombre esté en medio de escándalos.
Ya hablaré con mi padre.
Se van a enterar que con ella no se meten.
Pero ahora ella es la que me preocupa.
Antares está ansiosa por ir a su habitación. En realidad todos.
Hasta la pequeña Nott que está a penas en quinto.
Pero no aguanto más. El no saber de ella me tiene de los nervios.
Me largo del salón.
Me importa poco si McGonagall me llama luego a su despacho.
Tengo una sensación horrible en el pecho.
Omega...
Siento que está en peligro.
Con toda la rapidez del mundo voy hacia la sala común de los leones.
La dama gorda me mira sorprendida al decirle la contraseña.
Me da acceso y haciendo uso de un hechizo logro subir a las habitaciones de las chicas. Muchas de ellas me miran sorprendidas, molestas y hasta con cierto grado de excitación.
Pero paso de ellas.
Estoy buscando a cierta pelirroja.
Al llegar a su puerta toco y nadie contesta.
-¡Lily, abre por favor!
El aroma de Lily es tenue.
Escucho la ducha.
Más ella no responde.
-¡Lily! Se que estás ahí, abre porfavor
Sin respuesta.
Omega... Peligro
Me desespero.
-¡Lily voy a abrir!- más que una advertencia suena a súplica.
- alohomora
La puerta se abre y me deja ver la ropa de Lily tirada en el piso.
Hay sangre en algunas de sus prendas.
Rápidamente voy hacia el baño. La puerta tampoco cede.
Vuelvo a utilizar el hechizo y lo que me encuentro me destroza por dentro.
Lily, la pequeña Lily está sumergida en la bañera como si estuviera dormida.
Totalmente desnuda.
Con sus muñecas cortadas.
-¡Lily!- la sacó rápidamente de la tina- ¡despierta por favor! Omega... No te vayas.
Me saco la capa y la envuelvo con ella. Más al intentar cargarla algo suena.
Volteo y me encuentro con un pequeño frasquito.
Lo acerco para ver el contenido.
Está totalmente vacío.
Lo huelo y me encuentro con lo que me temía.
Filtro de muertos en vida.
-Por Merlín, omega.
Trato de despertarla.
Cierro sus sangrantes muñecas.
Ella tiene los labios morados.
Está fría como la nieve.
Así envuelta en mi ropa la saco de ahí.
Voy corriendo, chocando con la gente.
Tengo que llegar a tiempo.
Lily.
Merlín, salvala.
-¡madame Pomfrey! ¡Ayuda! ¡Por favor!
-¡Por Merlín! ¡¿Por qué tanto escándalo señor Malfoy?! Igual de exagerado que su padre. Viene mascullando cosas en contra de mi padre.
-madame Pomfrey por favor.
Ella viene y se encuentra con Lily envuelta en mi capa.
-¿Qué ha pasado?
Rápidamente le cuento lo ocurrido mientras ella busca entre sus frasquitos la poción de Wiggenweld.
- vamos señor Malfoy, dásela.
Sé cuál es el procedimiento.
Maldición lo sé pero estoy paralizado.
-¡Malfoy! Vamos, está niña se muere. No sé cuánto ingirió.
El hecho de pensar en Lily muerta me hace reaccionar.
Hecho la poción a mis labios.
Con toda la determinación del mundo la beso rogando a Merlín que funcione.
Los segundo se me hacen eternos.
Ella no ha abierto los ojos aún.
Madame Pomfrey ha ido a por McGonagall.
Y es entonces que la pequeña pelirroja abre sus ojos.
Han adquirido un tono plateado. Justo como los míos.
Me mira y sus ahora grises ojos me reconocen.
Hay dolor en ellos.
Y sin importarle ya nuestras viejas pullas se abraza a mi pecho.
Llora desconsolada.
La escucho gemir.
Merlín. Está tan rota.
La chica fuerte ya no está.
- shhh, ya pasó omega... Estás a salvo. Estás conmigo.
Ella gimotea más aún.
- alfa.... No me dejes sola.
Su aroma dulzón me muestra cuanto miedo tiene.
Sin necesidad de mi varita me interno a su mente.
Las pesadillas que la atormentan gracias a Rosier son realmente terribles.
Quiero matarlo.
Venganza...
Mi alfa interno quiere vengarse.
Marco con mi aroma a Lily.
Tengo que hacer algo.
Ella no puede estar sola.
Harry Potter hace su entrada seguido de la señora Potter.
-pequeña...- su madre está destrozada.
Trae sus castaños ojos rojos.
-princesa ¿Por qué...?- mi padrino no encuentra la manera de hablar con ella.
Se sientan en la cama de la enfermería más ella no se suelta de mi pecho.
Llora amargamente.
Su padre me mira expectante.
Sus ojos claman por una respuesta.
-preciosa, necesitas descansar.
Ella asiente, se cubre mejor con mi capa.
Deposito un beso en su mejilla.
Madame Pomfrey le da una poción relajante. Mi madrina se acerca a ella y le acaricia los cabellos mientras la marca con su aroma.
Mi padrino me lleva fuera.
La necesidad de saber lo que ocurrió lo embarga.
-padrino, primero necesito que te calmes.
-¿Cómo quieres que haga eso Scorpius?
-Cálmate, Potter. No sacas nada actuando así.-
La voz de mi padre me hace voltear.
Me sorprende su visita.
Me acerco a saludarlo y el me estrecha en sus brazos.
-tú madre manda saludos.- me dice en un susurro.-  y ahora Potter, vayamos al tema. ¿Scorp, qué pasó?
-Lily... No la habíamos visto en toda la mañana y Antares me dijo algo que me puso en alerta. Al parecer ayer en la clase de pociones vieron  el filtro de muertos en vida.  Y pues algo me decía que ella había hecho algo.
Fui hasta la torre de los leones. Entré y cuando llegué a su cuarto este estaba con llave. Entré y ella no estaba. Su ropa estaba tirada, había sangre. Temí lo peor, y en el baño ella estaba sumergida en la tina como si estuviera muerta. Con las muñecas cortadas. Y yo...-
No pude más y me largué a llorar. Me abracé a mi padre.
No puedo quitarme esa imágen de la cabeza.
Mi omega...
-tranquilo hijo. Ella está bien, lograste salvarla.-
Mi padrino asiente apoyando las palabras de mi padre.
-necesitamos ayudarla, padre- entre lágrimas libero mi angustia.- Lily... Necesitamos salvarla de ella misma. Por favor, hagan algo.-
Mis ruegos parecen ser escuchados.
-y eso haré Scorp. Malfoy, ¿podemos reunirnos con tu padre esta tarde?-
Mi padre asiente.
Y se ponen de acuerdo mientras yo me escabullo del abrazo de mi padre para ir con mi madrina.
Lily está dormida.
Parece una muñeca de porcelana.
Sus labios están pálidos.
-madrina...
-ella está bien, hijo. Ven aquí, dame un abrazo.
Mi madrina se ve como una niña pequeña.
Perdida.
La abrazó con fuerza y trato de calmarla un poco marcandola con mi aroma, como muchas veces mamá y ella lo han hecho conmigo.
- ella va a estar bien. Lo va a pagar caro toda su vida, te lo juro madrina. Nadie se mete con mi omega...