A Tiempo (Saigenos)

11. ¿Hospital?

-¡Mamá!-  

Nada.

-¡Mamá!- 

Una pequeña corría sin cuidado por las calles de una ciudad con cara desesperada, su pequeño corazón latía a mil por segundo y sus debiles pulmones querían reventar.

-¿¡Mamá dónde estas!?-  Lloraba la menor mientras corría y apretaba un trozo de papel en su puño.  -Te necesito.-  La pequeña cae sin ceremonia alguna en el suelo de rodillas con cascadas de lágrimas cayendo de sus ojos azules. Ella era una niña, no entendía el porqué le pasaban estas cosas; quería gritar y llorar, y así lo hizo en media acera.

-¡Mamá!-  Grita con fuerza sintiendo un dolor punsante en au cabeza haciendo que lleve ambas manos a esta y la tome con fuerza.

-¡¡AAAHHGG MAMÁ!!-  Grita con casi su ultimo aliento.

-¿¡Mulán!?-  La niña no se volteó solo siguió en esa lamentable posición.  -¿Estás bien?-  Una mujer de cabellos negros y recogidos en una coleta la toma en brazos.  -¿Te duele mucho la cabeza?-  Pregunta preocupada la mujer enderezandose con la niña en brazos.

-¡Duele!-  Grita con agonía y sin mas la mujer sale corriendo dejando en el olvido un trozo de papel en el suelo.

Alguien llega allí y toma el trozo con cuidado y lo aprieta en un puño con fuerza mientras veía a la nujer llevarse a la pequeña lejos de allí.

"Mi pequeña guerrera...esta vez no estaras sola, lo prometo."

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Era medio día, pero aun así Saitama se negaba a levantarse de su lugar. Estaba cansado y aburrido.

-¿Quiere algo de comer sensei?-  Pregunta Genos desde la cocina.

-No gracias hombre.-   Contesta aburrido el calvo mientras se rascaba el estómago de forma despreocupada.

Genos mira a su maestro desde la cocina y suspira de forma imperceptible para el otro. Cierra los ojos recordando las otras noches con mucho cariño...para él fue único y estaba mil veces agradecido de tener a Saitama-sensei y que con él estaba seguro.

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-Sensei creo que yo debería regresar.-  Comenta el joven cyborg parado junto a su maestro en un alto edificio. La luna estaba en todo su esplendor y las estrellas los saludaban con gracia desde los cielos.

-Genos.-  Saitama mira sin emocion al chico de su lado.  -¿Acaso tienes miedo?-  Pregunta ahora con una sonrisa media deformada.

-¡No sensei!- 

-¿Entonces, no confias en mi?-  Pregunta el otro con fingida decepción, cosa que el cyborg no capto y se puso nervioso y a balbucear muchas cosas sin sentido con temor de que hiciese sentir mal a Saitama.

-¡Genos era broma, tranquilo!-  Lo calma deseperado Saitama recibiendo una rafaga de viento fría haciendo que tiemble un poco.

-Sensei debería abrigarse mejor.-

-Estaré bien.-  Saitama mira a lo lejos intentando localizar a nada específico.  -Bueno, provemos esa teoría.- 

Genos se tensa al escuchar eso.

-Entonces yo regresaré sensei.- 

-¡Bromeas! Tu fuiste quien me dió la idea. ¿Por qué no comprovarlo?-

-Pero sensei yo no puedo...-

-¿Qué?- Saitama lo mira en blanco.

-Sabe que yo no puedo saltar así como usted.-  Baja la cabeza algo cohibido.  -Oh al menos no tan alto como usted.-