23. Justicia divina

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El laboratorio estaba silencioso; todos se miraban sin decir nada. Kuseno estaba en una silla giratoria mientras que Genos y Saitama compartían un sofá y frente a ellos estaba Tama viendo la mesa sentado en un sofá él sólo. Este último no se atrevía mirar a los ojos a sus acompañantes en este momento, estaba seguro que ya había sido juzgado y que cometió muchos herrores que piede causar problemas a su yo pasado. ¡No debió confesar el haber asesinado a Amai en su tiempo!

-Creo que vas a tener que explicarnos.-   Comenta Kuseno desviando sus ojos al brazo mecánico del chico que no se molestó en decir nada al momento.

-Primero que nada pido perdón...-  Murmura con pena este.  -En especial a ti Genos; hice que desconfiaras de mi y te preocuparas por Saitama; yo solo quería mantenerte al margen de todo, pero como siempre he fallado. Te he atormentado en vano.-

El cyborg mira a su sensei que estaba a su lado y ve los ojos llenos de preocupacion y miedo viendo al sujeto de alfrente y Genos regresa sus ojos al híbrido que sesupone que era este hombre...Genos no sabía que decir; este era una mezcla perfecta de él y su sensei; con todo lo que había escuchado y presenciado sabía que Tama ya había sufrido lo suficiente y sería inhumano de su parte atormentarlo en su calvario.

-Está...bien.-  Genos se sacude un poco incómodo en su lugar intentando aclarar todos sus pensamientos.  -Soy consciente de lo que debe estar sintiendo, puede estar tranquilo.-  Genos baja un poco la mirada al no saber si había dicho las cosas bien. Saitama pone su mano sobre la del cyborg para darle apoyo en silencio y asi dejarle saber que estaba agradecido con él por esas simples palabras dichas.

Tama alza la mirada para ver al cyborg con una expresion llena de confusión y alivio. Sintiendo su cuerpo alder suspira.

-Aun están a tiempo.-  Comenta con anelo viendo a la pareja frente a él dejando a todos confundidos.

-Explicate.-  Ordena Saitama sintiendo lo las mariposas que de seguro pertenecian a su otro yo.

-Quiero decir.-  Tama mira a Kuseno a ver si este le ayudaba, pero lo descarto rápido regresando sus ojos a la pareja.  -Cuando me di cuenta de lo importante que era Genos para mi ya era demasiado tarde.-  Fija su vista en Genos.  -Pero ahora lo tienes ahí al lado a diferencia de mi, Saitama.-  Fija sus ojos en el héroe que se remueve incómodo en su sitio separando su mano del mas joven al sentir sus mejillas alder.  -No esperes a que sea tarde para tomar tus decisiones.-

Todos guardaron un silencio incómodo como por unos diez minutos corridos hasta que Kuseno rompe el hielo.  -¿Que sucedió?- 

Tama mira a Kuseno recordando que el doctor que debe ser de su tiempo debió haber tenido un destino cruel debido a su egoísmo; así que este hombre merecía una respuesta.

-Bien...-   Suspira sintiendo su cuerpo temblar.  -Todo sucedió el día que enfermé, así como te sucedio Saitama. A diferencia de ustedes nadie estuvo para intervenir, Genos no estaba completamente inconciente y su núcleo no estuvo en peligro como sucedió aquí. Ese día caí inconciente por mi enfermedad; antes de cerrar mis ojos lo ultimo que vi fue a Bofoi con una sonrisa. Ese sujeto buscaba la forma de vida perfecta y mas fuerte para experimentar con él. Lastimosamente yo caí en su lista de sujetos y aprobecho una caída de debilidad para atacar por donde mas me dolería.-  Tama fija sus ojos en el cyborg que se encontraba algo ansioso escuchando sus palabras.  -Su invento consistió en crear en el cyborg mas poderoso de todos; como Bofoi esta enfermo tomo las piezas de Genos y las montó en mi cuerpo.-  Aprieta sus puños.  -Yo estuve inconciente incapaz de hacer nada, pero...-  Tama fija su mirada en la mesa que tenía enfrente intentando calmarse.  -Tengo...tengo recuerdos claros desde la perspectiva de...de Genos.- 

A Tiempo (Saigenos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora