Sola - Star-Ant - Marvel

8.

-Cass, oye Cass... ¡Cassie! -.

La chica de cabello castaño dio un pequeño salto cuando escuchó el grito de su amiga prácticamente en su oreja. Bajó el libro en el que había estado tan concentrada y la miró con extrañeza.

-¿Qué pasa, Emily? ¿por qué gritas? -.

-¡Te estoy llamando y no me haces caso! - se quejó inflando las mejillas - te hablé varias veces y me ignoras... ¿qué estás leyendo? -.

-No es nada... -.

Era hora del almuerzo y ambas chicas estaban en el patio de su escuela en una de las mesas de campo. Emily se arrimó a Cassie y le quitó el libro que leía hasta el momento.

-Generaciones cuánticas... ¿qué es esto? -.

-Es sobre física cuántica - respondió alejándola con un brazo, pues estaba prácticamente sobre ella.

-¿Y por qué lees eso? ¿tienes examen o algo así? -.

-No, sólo es... por diversión -.

-¿Diversión? ¿desde cuándo lees sobre física por diversión? - la miró interrogante entrecerrando los ojos.

-Desde que encontré algunos libros de mi papá - respondió desviando la mirada.

-Oh, ya veo - pese a que Emily tenía mucha curiosidad, prefirió ya no preguntar más. Sabía que la familia de Cassie fue parte de las personas que desaparecieron y que ese era un tema delicado para ella - ¿y es interesante? -.

-Lo es, mucho más de lo que me imaginé - respondió con completa sinceridad. Sus ojos volvieron a fijarse en las palabras del libro mientras brillaban con cierta chispa de emoción.

Cassandra no mentía, la física cuántica resultó ser más interesante de lo que pudo llegar a pensar.

-Genial... oye, Cloe dijo que quiere nuevos zapatos y que irá al centro comercial después de clase, las demás irán ¿vamos también? -.

-Lo siento, no puedo, tengo entrenamiento -.

-¿Entrenamiento? ¿de qué? - frunció el ceño con gran extrañeza.

-Artes marciales - respondió simple, sin despegar la mirada del libro.

-¡¿Qué?! ¿desde cuándo entrenas artes marciales? -.

-Desde hace dos semanas -.

-¡¿Eh?! ¿y por qué no me dijiste nada? -.

-¿No te lo dije? - frunció el ceño, aún con los ojos en el libro.

-No, no lo hiciste... - el semblante de la chica cambió a uno de preocupación y ligera tristeza - ...Cass, has estado actuando muy extraño desde hace semanas -.

Cassandra no dijo nada, parecía haberla ignorado porque seguía exhorta en el libro.

-Te vas en cuanto suena la campana y te la pasas leyendo esos libros, no contestas ningun mensaje de las chicas y pareces... en otro mundo -.

Esas palabras sí que llegaron a la chica de cabello castaño, quien le dirigió una mirada a su amiga, pensando en la verdad de lo que acababa de decir.

Era cierto, no podía desmentirla. Ella estaba en otro mundo.

Lo estaba desde que había encontrado el laboratorio de su abuelo, pero no podía decírselo. No podía decirle a nadie.

-Lo siento, Emily... es sólo que... tengo cosas muy importantes que hacer -.

-¿Qué clase de cosas? -.