Kyuhyun necesita urgentemente dinero para salvar la vida de su madre. Siendo así, que decidió recurrir a hacer un trato con un multimillonario Garrett Børns.
Intercambiará a su pareja por unos días.
Pero ellos no sabían que sus respectivas parejas...
Brendon Urie, un simple empleado de cafetería se levantó más temprano de lo normal, no presenció nada extraño más de lo normal. El día anterior supo que uno de sus huéspedes (Eunhyuk) se había mudado a otro departamento y eso, por un lado, lo hizo feliz y por el otro, debía simular ante su novio, ya que a él si lo había afectado. Más, Sung, su cuñado, no era una molestia ya que cuidaría de su hermano, cosa que tendría que hacerlo él.
Se relajo en el sillón a desayunar un café con medialunas que había traído del trabajo el día anterior.
Noto la presencia de su novio Kyuhyun un poco adormilado y lo acurrucó en su pecho dándole un beso en la coronilla de su cabeza.
-buenos días mi amor -le sonrió- no hacía falta que te despiertes conmigo, debes estar cansado luego de la noche de acción que te di jiji -comento el moreno tranquilamente mientras bebía de un sorbo su café-
Kyuhyun se puso muy sonrojado y lo evitó mirarlo.
-es que... -dijo apenado- quería hacerte compañía antes de que te fueras a trabajar... Es difícil no verte en casa desde las 9 AM hasta las 22 hs, a veces te extraño -agacho la mirada-
Brendon lo miro con ternura y asintió.
-lo sé, si quieres puedo buscar otro trabajo que ocupe menos tiempo en mi día y pasar más a tu lado -comento el moreno, siendo poco sincero con su pareja- por el momento, necesitamos la plata ¿entiendes? -con su mano le tomo el mentón e hizo levantar su mirada-
Lo vio a los ojos, Brendon amaba a Kyuhyun, pero por alguna extraña razón no podía enamorarse completamente de él. No luego de sufrir años de tortura en base al amor...
-flashback-
Luego de que sus padres lo internaran en un colegio católico de hombres, se sintió extraño. Extrañaba mucho a su novio Ryan y se sintió decepcionado por tener que irse sin despedirse de él ni tener el tiempo suficiente para explicarle las cosas. Con el correr de los días empezó a interesarse menos en las cosas, en la materias, proyectos, deportes, ya sentía estar entrando en una depresión.
-Oye, ánimo Urie -comento su compañero de banco- si tus padres te encerraron aquí es porque te quieren ...
Brendon que estaba recostado en la mesa mirando hacia la nada, miró a su compañero y lo noto muy entusiasmado. No podía creer la enorme energía positiva que tenía sobre la vida mientras que él andaba de emo llorón por los pasillos.
-¿Y que me dices tú jirafon? ¿Porque estás tan feliz de estar aquí encerrado? ¿No me digas que te agrada este lugar? yo lo detesto. -espeto Urie enfocando su mirada en su compañero-
Dallon, quién era su compañero, lo miro divertido y posó su mano sobre su rostro un poco pensativo.
-mmm... En verdad, siempre estudie aquí, desde la primaria -contesto muy feliz, siempre con una sonrisa en su cara- Mi familia es sumamente religiosa y estricta... Los fines de semana me dedico a tocar el bajo para la iglesia el cual asisto... -le comentaba Weekes muy entusiasmado-
Brendon lo miro retándole importancia a todo lo dicho. Tanta felicidad le daba asco.
-¿Que te vas a hacer sacerdote o algo de eso? -pregunto burlándose de él-
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