Kyuhyun necesita urgentemente dinero para salvar la vida de su madre. Siendo así, que decidió recurrir a hacer un trato con un multimillonario Garrett Børns.
Intercambiará a su pareja por unos días.
Pero ellos no sabían que sus respectivas parejas...
-¡¿Donde mierda esta Ryan!? -pego un grito el dueño de la mansión Børns, mientras aventaba por los aires lo que tenía a su alrededor-
Michelle, quién estaba a su lado se agachó para cubrirse, siendo aún que nada la hubiera tocado ni lastimado, tenía miedo del enfado de su amo.
Con voz temblorosa hablo...
-Mi Lord Børns -siseo la muchacha captando toda la atención de este- la última vez que vi al señor Ross fue ayer temprano y desde ahí no supe más nada, ni siquiera ha llamado...
Garrett con el ceño fruncido y caminando nervioso, no podía tranquilizarse.
-¿Como no ha llamado? -alzo la voz- eso no puede ser... ¡Maldito! ¡¡Tengo trabajo que hacer y no puedo perder tiempo en buscarlo ahora!! -con furia tomo unas carpetas y las aventó al suelo-
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Michelle miro con pena y se dispuso a juntar esas hojas que eran sumamente importante.
Levantó la mirada un poco triste, odiaba ver así a Garrett.
-¿No existe la posibilidad de que algo malo le haya pasado? -hablo la chica- Por ahí...
Él volteó con desdén y la miró con furia.
-Ryan sabe cuidarse, no es ningún tonto -espeto- Vé a buscarlo...¡Ahora!
Michelle dejo todo como estaba, sólo dejo los papeles sobre el escritorio y echo un vistazo por última vez a su oficina. Todo era un desastre...
Cuando la chica se fue, el joven millonario se sentó en su sillón y se recargó allí. Bufó rendido, estaba estresado y cansado.
Saco del bolsillo de su saco aquella caja donde aún guardaba su anillo para el compromiso.
-¿Que debería hacer contigo? -se pregunto así mismo-
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Tomo una pastilla que tenía en la cajonera del escritorio y un poco de agua mineral de un vaso que habría traído su asistente, minutos atrás.
A los minutos sintió su cuerpo relajarse y se recostó pensando en el castaño.
