Kyuhyun necesita urgentemente dinero para salvar la vida de su madre. Siendo así, que decidió recurrir a hacer un trato con un multimillonario Garrett Børns.
Intercambiará a su pareja por unos días.
Pero ellos no sabían que sus respectivas parejas...
Ryan entro a la habitación luego de pasar un agradable momento (por así decirlo) junto a la Madre de Lord Børns.
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Recordó que hace unos minutos atrás la señora Cheryl se sorprendió de lo cortés que era el castaño, incluso le tenía más respeto que a su hijo por sobre todo lo obediente que era y su seriedad. Bueno, Ryan era unos años más mayor que su hijo, ahí se explicaba su madurez.
La señora le interrogó queriendo saber si él sabía algo respeto a su madre y lo ocurrido con su padre.
Pero Ryan negó. Contestó que no tenía noción o alguna clase de información acerca de su madre y que además, si él quisiese acudir a su padre para saberlo no podía, él ya había fallecido.
Escoltó a la señora hasta el helicóptero que la esperaba en la terraza de la mansión junto a su mayordomo.
Cosa que tenía que haber echo su hijo. Pero el sinvergüenza se había escabullido y sin éxito en poder ubicarlo.
-Lo siento si Garrett no ha venido a despedirse... -vacilaba el castaño, un poco nervioso, no sabía qué decirle a la madre de Borns- Él es un poco...
-¿Tonto? -pregunto con una sonrisa, tratando de restarle importancia al asunto- no te preocupes por él, es igual a su padre.
Ryan agachó la mirada hacia el suelo enfocando su vista hacía sus zapatos. No podía culpar a Garrett por comportarse de esa manera con su madre pero en estas circunstancias le daban ganas de patearle el trasero de las chiquilinadas que hacía. La relación de Garrett y su madre era pésima pero él no estaba dispuesto a querer poner un grano de arena en querer mejorarla. Si Garrett no ponía un poco de voluntad en querer llevarse bien con su propia madre, ¿Porque él haría algo al respecto? no era tema de su incumbencia.
No tenía tiempo para distracciones dentro de la mansión, debía de buscar sus pertenencias mientras Garrett estaba ocupado en vaya saber qué.
Lo primero que hizo fue remover el anillo que el mismo Børns colocó en su dedo medular izquierdo sin su consentimiento y lo guardo en el bolsillo trasero de su pantalón.
Bufo rendido. No había tenido las verdaderas fuerzas para decirle la verdad y menos delante de su madre quien los observaba en todo momento con una mirada prejuiciosa.
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