killer

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- resiste,resiste bro,no nos dejes - Jack estaba plasmado,inmóvil ante la escena.

El futbolista ayudaba a Subedar como podía,mientras lo levantaba del suelo y se llenan de sangre,teniendo como recibimiento a un chico mediado a la muerte.

Miró su garra aterrado,¿el había hecho aquello?

Sacudió su cabeza desvariando,no podía quedarse parado mirando como moría,podría odiarlo a muerte,pero no desearsela.

Se hayo a sí mismo moviéndose contra voluntad,para tomar a subedar en brazos y dirigirse a la compuerta de salida.

Todo sucedía muy rápido,en la salida le encomendó la tarea de llegar a la mansión al futbolista,quien sin titubear tomó entre sus brazos a subedar,bañándose más en su sangre.

El no podía salir por allí,solo podía mirar.

Mirar como su traje quedaba arruinado cosa que no le importó.

Su único pensamiento sepulcral era "lo mate".

Ya para cuando pudo salir de aquel lugar,se dispuso a saber que carajos paso con Subedar.

Pudo calmarse para cuando le vío en la enfermería,pero le perturbo el hecho de que estuviera intubado.

Recibía sangre a través de intravenosa,y todo su cuello estaba vendado,unas vendas manchadas de sangre,mientras que en el medio de su garganta tenía aquel tedioso tubo.

Se sorprendió con la doctora Emily,quien salió de algún lado de la enfermería mientras se deshacía de unos guantes manchados de un puro color carmesí.

- ...¿que haces aquí? - un respingo de su parte ante la pregunta,siendo admirado por un semblante frío - Sal de aquí,ahora,o llamó a Patricia - esa amenaza si le asustaba,conociendo a la susodicha.

- yo solo quería- - fue interrumpido por ella,quien había tomado el botón de llamado a emergencias.

- ¡LARGO! - no podía hacer nada más que retirarse,con la culpa consumiéndolo desde adentro.

Caminó lentamente hacía las escaleras del segundo piso,sintiendo las miradas sobre él.

¿Qué tan rápido corrió esa noticia?

Se sentía abrumado,aislado y en constante asfixia,el único refugio que obtuvo fue la habitación aquella donde pasaba anteriormente poco tiempo.

La cama rechino ante el peso que causaba,y no se contuvo en cuanto a la desesperación.

Era momento de reflexionar.

¿porque había empezado a odiar tanto a subedar?

Trató de darse una respuesta,pero esta vino con un recuerdo,donde el chico tan sólo jugaba con sus amigos en el jardín,a percepción de él quien miraba por los ventanales.

Le había mirado fijamente,desde aquel entonces,con desprecio y con cierta arrogancia,pues se le hacía muy infantil aquella actitud que tenían.

Subedar había mirado hacía arriba,directamente hacia el ventanal donde estaba,y había saludado con la mano y una enorme sonrisa.

Desde aquel momento lo odio.

Al regresar en sí,se dio cuenta de sus motivos llenos de orgullo estúpido.

Empezaba a arrepentirse de todo,el único infantil,era él.

Decidió reformarse por completo,tragar su orgullo,y posiblemente disculparse con él.

Tendría que batallar consigo mismo para aquello.




Había empezado,en sus partidas,se aseguraba de no lastimar a nadie lejos de las reglas,se encargo de hacer todo aquello que Subedar hacía en su tiempo libre,tratándose de ayudar a los demás,y cayó muy en cuenta de que el chico era muy colaborador.

Mientras ayudaba,algunos le contaban a confianza que Naib era un gran amigo y de mucha ayuda,y algunos confesaban que tal vez abusaban un poco de su bondad,y que después del incidente se redimirían para ser ellos quienes lo ayudarán.

Tardo alrededor de un mes escuchando esas historias.

Subedar había despertado semanas atrás,de inmediato,y por lo que se pudo enterar,este no hablaba con nadie.

¿Era su culpa?

Porque se sentía muy culpable.

Una que otra vez,cuando se encontraban,este guardaba un rostro inexpresivo,monótono,y llevaba una cinta de negro en su cuello que seguramente cubría la herida que le causó.

Si trataba de hablarle,este se daba la vuelta y volvía por donde había venido.

Cuando se hallaban de frente,se escondía tras su capucha como si no le estuviera viendo y caminaba hacia su destino evitándolo,y eso le frustraba.

Pronto su cerebro solo producía las mismas imágenes,palabras y volvían a su corazón loco.

Sólo podía pensar en Naib Subedar.

°• £ղ£ʍí£Տ •° {identity v}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora