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¿the finish?

- ¡¿Que has hecho?! ¡eres un monstruo! - miro alterado a su alrededor, todo rojo, todo bañado de sangre - ¡vete!,¡vete lejos de aquí,jack! - aquella persona que le gritaba le empujo lejos.

Miro sus manos, teñidas de rojo.

Respiraba con dificultad, no entendía como había vuelto allí.

Escuchó las sirenas de la policía a lo lejos, miro los ojos aterrados y temblorosos de furia frente a él.

Y corrió.

Corrió hasta que sus piernas no pudieron más.

Hasta que sus pulmones quemaban como si estuviera tragando fuego en vez de aire.

Y hasta que pudo perderse de si mismo y sentir la lluvia.

Trato de recuperar la respiración, apretaba las manos con fuerza, clavando sus uñas en la carne.

Estaba aterrado de si mismo.

No sentía la lluvia caer sobre su rostro.

Miro al cielo, sintiendo el golpeteo más no tocándolo.

No podía respirar.

Toco su rostro con desesperación, encontrando en si aquella máscara tan aterradora que le hacía perderse en si mismo.

Se lanzo al suelo de rodillas, desesperado en encontrar el cierre y sacarla, ¿porque no podía?

Trato y trato, hasta que se hizo daño con los bordes, hasta que las hebillas lastimaron su nuca y no podía sentir nada más que desesperación.

Se rindió sollozando, axfisiado, sintiendo su respiración chocar en su cara y el como la lluvia se llevaba la sangre que llevaba consigo.

Miro un charco de agua estancada frente a él, mirandose a si mismo.

Un monstruo.

Grito, grito con mucha furia y agarro los bordes de aquella horrible máscara encorvandose y halando con fuerza.

Rasgo sus dedos hasta sangrar, las marcas que iba dejando dolían.

Pero quería sacarla de allí.

Luchó por ello, no dejo de gritar, aún cuando sus cuerdas vocales lo exigían.

Logró arrancar las hebillas y escapar de aquello, y finalmente pudo empezar a recuperar el aire.

Ahora la lluvia tocaba su rostro.

Cerro los ojos, disfrutando el como esta entendía hasta como se sentía.

El sentir de un segado como él.

Abrió los ojos de golpe llendose hacia delante, tomando mucho aire y tocando su nuca y los bordes de su rostro. Por sobre su cabeza, allí estaba la máscara creadora de pesadillas.

- ¿Jack? - miro abajo, encontrándose con un totalmente despierto Naib Subedar. Cierto, el estaba allí - ¿estas bien?, no tienes que llorar por una pesadilla...

¿llorar?

Toco con sus dedos sus mejillas, efectivamente húmedas. No pudo evitar el encogerse en si mismo recordando todo.

Su pasado lo arrastraba consigo.

Naib mantuvo un semblante preocupado que no le agradaba mirar, para luego aferrarse a él con sus pequeños brazos.

No reaccionó al instante, pero le agradecía aquello desde lo más profundo de su monstruoso ser.

Si tan solo aquella noche no hubiera sido segado por la irá no estaría ahora calificado como asesino.

Y nunca hubiera lastimado a Subedar.

Tal vez habría tenido una muerte normal y no una pena de muerte, un encarcelamiento o un juego para experimentar con su cerebro el resto de sus días.

Ahora el significado de sus buenas acciones era un simple chico, de baja estatura pero con un corazón de oro.

Que el no debería nunca de tener.

Acarició la cabeza ajena, parando su llanto y dejando las lágrimas fluir tanto como quisieran.

¿y si le hacia daño como a...? No,no podría perdonarselo jamás.

Tenia que acabar con aquello.

- Subedar... - los verdes ojos le miraron espectante, brillantes y firmes. Le hizo erizarse por completo.

¿como se suponía debía de terminar aquello tan bueno que le había pasado en tan poco tiempo?

¿hacerle caso a sus fantasmas era una opción?

Su mirada tembló ante el verse así mismo manchado de la sangre del más pequeño.

- ¿si? - espero allí, paciente ante sus palabras.

¿de donde podría tomar el valor para dejarlo ir?

Su pecho ardía en conmoción, su corazón se estrujaba ante la sola idea.

Sus feroces ojitos mirándole atento le comían el alma y veían a través de ella.

A través de su oscuridad y de su miedo.

El quedar segado por la ira.

- Jack - le llamó, haciéndole entrar en pánico por dentro. Haciéndole la respiración más pesada que el agua u la sangre que pudo alguna vez derramar en cantidad - hey, esta bien, lo que sea que te preocupe solo - le interrumpió levantándose, dejándole allí en el suelo con una mirada preocupada y seguramente con mil preguntas.

Se coloco su mascara despacio, con gran pesar.

Y camino hacía las escaleras del fuerte.

Se detuvo un momento allí, de espaldas al amor de su vida y de frente a su peor pesadilla.

La dura realidad.

"Terminemos"