Well I know that there's a limit to everything,

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 but my friends won't love me like you.

9.

—Pero mis amigos no me aman, como tú —dijo mientras jugaba con sus dedos.

—Cállate Hummels —se escondió en su pecho mientras sonría.

La mañana la habían pasado acostados en el sillón. Los brazos de Mats abrazaban con fuerza el cuerpo de Dörte que plácidamente estaba sobre su pecho escuchando sus latidos. Buscaban sus labios cuando sentían la necesidad (que era la mayor parte del tiempo).

Dörte pasaba su dedo varias veces por el pecho desnudo de Mats haciendo que él se relajara y disfrutara la caricia.

—¿Por qué siempre te gusta hacer eso? —pregunto Mats cuando la mujer había parado de acariciar su pecho.

—No lo sé, es relajante y a ti te relaja —llevo su mirada a la de Mats.

—Sí, pero me trae muchos recuerdos —sonrió y beso la frente de Dörte.

—¿Cuáles? —se acurruco más a su lado y Mats la apretó con fuerza.

—La vez que tuvimos sexo por primera vez —sonrió ampliamente y las mejillas de la mujer se ruborizaron.

—Fue una lástima como luego termino eso—murmuro escondida en el cuello del jugador.

—¡Deja de comportarte como un idiota con las personas que te aman! —le grito Dörte mientras lo seguía por la calle.

—¡No te metas en las cosas que no te importan! —le grito él y se adentró en el parque cerca de su casa.

—¡Si me estoy metiendo es porque me importa Mats! ¡No tienes que tratarlos así después de las muchas cosas que han hecho por ti! —se detuvo.

—¡Son mis padres y yo haré lo que quiera con ellos! —siguió pisando fuerte por el pasto.

—¡Ese es el puto problema Julian! Haces lo que se te dé la gana con las personas que te aman —lo perseguían lentamente—. ¡Y no sabes cuánto daño nos haces! —grito con todas sus fuerzas y se quedó en el último lugar que había pisado.

Mats volteo a ver a la muchacha que tenía sus mejillas coloradas por el frio de la noche, mordió sus mejillas internamente y se acercó a ella.

—Deberías irte, estas enferma —puso su mano que tenía un guante de lana en la mejilla rosada y la acaricio—. Déjame en paz —pidió, luego la empujo levemente y siguió caminando, estaba molesto por los problemas que estaba teniendo últimamente con sus padres y la vergüenza lo perseguía esa noche ya que Dörte había presenciado una escena de las peleas típicas de cada noche. La preocupación que mostraba la mujer por él lo estaba empezando a irritar. Después de que sus cuerpos se entregaran completamente, ella no se alejaba de él.

—¡Nunca te dejare en paz! —le grito porque él ya estaba demasiado adelantado, empezó a caminar rápidamente para alcanzarlo. ya no aguantaba más su nudo de la garganta y su corazón pidiendo a gritos que se quitara ese peso de encima, el joven se dio cuenta al escuchar los pasos de Dörte tras de él y se giró bruscamente.

—¡Déjame en paz Dörte! —le grito con todo el aire de sus pulmones y la noche se volvió silenciosa, se quedó mirándola mientras el silencio reinaba en el lugar, solo sus respiraciones agitadas se escuchaban y el corazón de Dörte latiendo rápidamente mientras que en cada latido un pedazo de él se caía—. Déjame en paz —volvió a decir con voz calmada mientras lamia sus labios y evitaba mirar los ojos verdes de la muchacha llenos de lágrimas.

—¿¡Por qué no te das cuenta que me gustas!? —le dijo con una pequeña reserva de aire que tenían sus pulmones tratando de que su voz no se quebrase pero fue imposible—. Me tratas como una mierda siempre pero aun así estoy aquí para ti, soy una marioneta y tú eres mi titiritero —mordió su labio fuertemente tratando calmarse—. Me preocupo por ti como una estúpida que siente algo por su mejor amigo y no sabes cuan estúpida me siento en estos momentos —alzo sus delicados brazos agitándolos. —, pero por fin me quite todo el peso que tenía encima al decirte que me gustas Mats.

Trago saliva esperando alguna respuesta de Hummels quien tenía el semblante de su rostro serio pero con un poco de asombro en él, su pecho bajaba y subía rápidamente y sus ojos la repasaban, él en su cabeza repetía sus palabras.

Negó con su cabeza lentamente mientras mordía su labio tratando de formular alguna frase pero lo único que hizo fue decir un duro "No"

—Si Mats, me gustas y hasta a veces que creo que estoy enamora de ti, y no sabes cuánto lo detesto. Pero ya me siento libre de que te lo dije. Tú ya me estás haciendo saber que no sientes nada por mí así que dejare todo esto atrás —las lágrimas salieron resbalando por sus mejillas rosas. —, y ya no estaré siempre detrás de ti esperando que tu sientas lo mismo por mí, eso dejare que tú mismo lo aceptes ¡Por qué maldita sea lo sé! ¡Sé que también te gusto! ¡Lo siento cuando me besas! ¡Lo siento cuando me miras! ¡Lo sentí cuando hicimos el amor!

Tomo una bocanada de aire esperando que Mats dijera alguna palabra pero al ver que el joven no contestaba nada, se dio la vuelta y lo dejo detrás de su vida.

—Era un idiota —cerro sus ojos con fuerza avergonzado.

—Sigues siendo un idiota —carcajeo y se levantó del sillón, se estiro dejando que sus huesos traquearan.

—¿Quieres ir a almorzar? —propuso Mats sentándose y estirado su tronco.

—No puedo, tengo que hacer algo —arrugo su nariz, Mats se levantó y la beso recompensando ese hermoso gesto que había hecho.

—Me encanta cuando arrugas la nariz —dijo cerca de sus labios.

—Entonces lo hare más seguido para que me sigas dando esos besos —picoteo sus labios y salió corriendo a las escaleras para tomas sus zapatos y ropa.

Mats sonrió estúpidamente y dejo salir un gran suspiro "Tú también me gustas Dörte" dijo en un susurro aquellas palabras que se habían atorado en su garganta a los 17 años cuando ella le confeso sus sentimientos "Pero ahora me estas volviendo loco" volvió a decir en un susurro y sonrió de lado, tomo su celular que había recibido un mensaje, tecleo el patrón y apareció el mensaje que hizo que todo se derrumbara

"Te amo y muero por volverte a ver" su sonrisa se borró y volvió a la realidad, tenía que decirle a Dörte que ya iba a volver Cathy y se tendrían que alejar otra vez, pero su corazón no quería hacerlo.

—Me acompañas a la puerta —dijo sonriente Dörte mientras señalaba el pedazo de madera, Mats se levantó del sillón sintiendo el corazón en la mano, abrió la puerta y ella salió colocándose frente a él—. Nos vemos —picoteo los labios otra vez sonriente.

—Dörte espera —dijo amargamente arrastrando sus palabras y tomándola de la mano—. Creo que deberíamos dejar de vernos —dijo con la mirada en el suelo.

—Qué —dijo ella en un bufido— ¿Por qué? —su voz salió con un pequeño jadeo haciendo que Mats cerrara sus ojos y sintiera un hueco en su pecho.

—Tenemos que volver a la realidad —trago saliva. —, Cathy ya vuelve de su viaje —la miro y la mirada de la pecosa estaba en el suelo mientras aceptaba con la cabeza.

—Al fin y al cabo todo esto fue estúpido —susurro esperando que Mats no la escuchara, pero si lo hizo.

—¿Por qué lo dices? —pregunto tratando de hallar su mirada.

Alzo su rostro y miro los ojos cafés de Mats. —Pensé que lo sentías, pensé que sentías lo que yo estaba sintiendo en todos esos lindos momentos —soltó una risa amarga. —, que estúpidos sentimientos tengo sabiendo que solo somos amigos.

—Dörte —Mats musito con su voz raposa debido a un nudo que se empezaba a crear.

—Perdona, es que ni somos amigos —dijo amargamente y se marchó.

FRIENDS | Mats HummelsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora