Una noche oscura donde la única luz que alumbraba el camino, era la luz de la luna llena, todo estaba en silencio, con cualquier pasó que uno diera parecía asustarse así mismo por el ruido que emanaban las hojas secas al pisarlas sin saber que las estás pisando, un chico perdido sin rumbo en el bosque de la noche oscura, aturdido sin escapatoria alguna por los árboles que lo rodeaban, el corría, debía de correr, porque sentía que algo o alguien lo perseguía, pero QUIÉN... Sí no había nadie, ¿los árboles tal vez?, ¿los animales? Qué por alguna razón también lo observan, pero sus ojos de aquellos animales nocturnos al verlos parecían decir algo ¿Pero QUÉ?, esa era la pregunta "qué".
- Debo de correr, debo de correr, debo de correr, si no corro ellos me atraparán, no debo de temer, no debo de temer —miró al cielo— la luna está conmigo, no estoy solo —escucho un ruido— Quién anda ahí —se acercó sigilosamente a ver y encontró dos ojos de color verde que resplandecían como dos linternas— qué eres tú, eres un animal, qué eres... mejor sigo corriendo
Él siguió corriendo sin saber que era aquello que lo observaba, sin embargo ya eran dos quienes lo perseguían. Llegó hasta un barranco, no sabía que hacer, si correr para la derecha o hacia la izquierda, en la derecha habían árboles y oscuridad, mientras que en la izquierda había un camino oscuro y con pocos árboles, termino por escoger la izquierda, sabía de alguna forma que la luz de la luna, aquella noche lo acompañaría a escapar de algo que había olvidado que había hecho y que lo había llevado hasta ahí, no recordaba el porque estaba ahí, simplemente seguía sintiendo que tenía que correr.
- Dónde estoy, quiero saber dónde estoy, porqué me persiguen, que hice yo, dónde están —hizo una pausa tratando de recordar— ¿Porqué me hice esa pregunta?, Sí yo no sé, NO SÉ, no se dónde estoy, alguien que me diga, QUIÉN SOY, ya no puedo más, mis piernas me duelen, tengo hambre y frío, quiero llorar, quiero... quiero estar en casa, quiero dormir, estoy cansado, quiero dejar de correr, PORQUÉ NO PUEDO LLORAR, quiero llorar, deseo poder llorar, no sé dónde estoy, me siento aturdido, ya no se qué hacer...
Calló sin desear caer, parecía haberse desmayado de cansancio, no sabía cuántas horas llevaba corriendo o siendo perseguido por alguien que él no sabía. Al despertar aún era de noche, pero a su alrededor había una manada de lobos que auyaban acercándose más y más a él. Él no sabía que hacer en ese momento, a dónde ir si no había salida, eran muchos lobos, todos con ojos rojos por alguna razón, pero entre ellos resplandecían ojos de otro color, estos eran verdes, y el pudo reconocer los, no dijo nada, trataba de mantenerse en calma mientras los lobos lo acechaban a paso lento y con sigilo, sin embargo estos se aventaron ante él, pero algo los detuvo, él sabía que iba a ser su fin, que ya no había escapatoria y que nadie iba a venir ayudarlo, sin embargo al mirar al frente estaban aquellos ojos verdes que en un principio lo estaban persiguiendo y que ahora lo estaban ayudando, él al ver eso quiso ayudar, se agachó para recoger algo, cualquier cosa, todo valía en ese momento, pero consiguió un rifle, en ese momento él quería hacerse muchas preguntas, pero no era momento de preguntas, era momento de actuar, de sobrevivir y ayudar. Empezó a disparar a todos los ojos rojos sin parar, gran parte de ellos cayeron como otros se escabulleron entre la maleza sin dejarse ver.
— Muchas gracias —se sentó en un árbol mirando a la nada— tengo mucho miedo, no sé a dónde ir, solo se que tengo que encontrar el río... —fue interrumpido por unos pasos— debemos de correr alguien viene, me siguen persiguiendo, vamos a buscar el río, corre
El lobo solo le empezó a perseguir, el también sabía que alguien le estaba siguiendo al joven, sin embargo el tampoco no sabía quién era. Llegaron a un riel donde parecía suponer que ningún tren pasaba por ahí hace muchos años, quien sabe cuántos, sin embargo al lado del riel había una especia de casa, ambos se metieron ahí por un rato, aunque parecía ver alguien más ahí, a lo lejos o acercándose, ya que el lobo empezó a ladrar de una mala manera, él joven trato de usar la luz de la luna para poder divisar que había al frente de él, lo que pudo ver fueron más personas y todas con armas, diferentes tipos de arma, parecía una guerra, dos mandos donde el rieles del tren definía la separación de aquella batalla que se iba armar. Él salió corriendo con el lobo hasta una casa donde se sentó cansado y aturdido.
— Extraño a mis padres, quiero volver a verlos, quisiera saber el porqué estoy aquí y por qué la noche es tan larga, quiero volver a ver el mundo de día, siento que han pasado muchos días, sin embargo sigue siendo de noche... Es la noche más larga que e sentido en mi vida
La guerra que se había armado se escuchaba hasta donde estaba el joven donde después de un buen rato ya no se escucharon disparos, él regreso a ver y para seguir su camino, sentía que los rieles del tren lo llevarían a un lugar donde pueda estar seguro. Al regresar encontró a muchas personas muertas, parecía que nadie había quedado vivo, a lo menos respondió una de sus respuestas que se había hecho al encontrar el rifle en aquella ocasión, trato de buscar balas para el rifle, pero en vez de balas, termino encontrando a sus padres muertos, él no pudo creer, no sabía cómo es que sus padres estaban ahí, estaba totalmente confundido, él solo quería llorar en ese momento.
— Quiero llorar, quiero llorar, porqué, porqué, PORQUÉ TUVO QUE PASAR TODO ESTO, tengo mucho miedo
En ese instante el lobo le miro a los ojos queriéndole decir algo, se hacerco más el tratando de limpiar sus lágrimas, él lo miro desconsolado.
— ¿Tu crees qué esto va a terminar ya? Yo quiero que termine —miro al cielo— luna, tan bella tu, con esa luz que emanas sin cesar, me pregunto cómo es qué tú puedes brillar sin apagarte ¿Acaso... tu no tienes miedo? Quisiera ser un poco más como tú, dar brillo a mi camino, para llegar a donde de verdad quiero llegar —miro al lobo— muchas gracias por estar a mi lado, debemos de seguir —se limpio las lágrimas— tenemos un destino al cual llegar
Siguieron el riel del tren hasta llegar a otra batalla está vez entre humanos con lobos, las personas tenían sus ojos rojos y los lobos ojos verdes, en ese momento él trato de sacar una conclusión lo más rápido que pudo «Los que tienen ojos rojos tienen algo» se dijo. Estuvo a favor de los lobos, terminaron casi empatados, los lobos salieron huyendo después de la masacre que hubo y todos los humanos habían muerto, pero había algo que él no se había dado cuenta, que le lobo que le había acompañado durante todo ese tiempo había muerto en la batalla, al darse cuenta se hecho a llorar y miró al cielo.
— Estás perdiendo tu resplandor bella luna, los árboles cobran color, el cielo parece resplandecer, ¿Acaso e ganado algo que no sabía que ganaría? —miro al lobo— muchas gracias compañero, si en otra vida nos llegamos a ver, prometo que iré a buscarte, a ti y a mi familia, ahora es momento de seguir, acabo de encontrar y ver con claridad el camino que siempre estuvo al frente mío, fui el único que no lo quiso ver —miro a su alrededor y se levantó— caminaré, pero esta vez... veré hacia donde voy, esta vez no me perderé ni me hundire en las sombras que una noche me acecharon a pesar que la luz de la luna llena resplandecía con todo su fervor...
"No siempre hay que mal interpretar de una mala manera las cosas que no podemos ver, sentir o escuchar, porque no mejor hay que cambiar los papeles y mal interpretar de una manera buena las cosas que no podemos ver, sentir o escuchar"
¡FIN!
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CUENTOS
DiversosSon cuentos donde podrás ir a un mundo de: aventura, fantasía, acción, romance, entre otros. Asimismo, puedes encontrar en cada uno de ellos un nuevo lugar al que te puedes aventurar y así poder sacar tu propia conclusión o reflexión que cada person...