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— Pues ven conmigo.—

— Te recuerdo que no veo, y sino me ayudas a buscar el camino...—

— ¿Jugamos? Tienes que encontrarme tú. Además, si tan bien huelo.—

— Vamos, que soy la gallinita ciega —rió.

— Algo así. Vamos, ven... —dio un par de pasos atrás y dejó que Zayn se levantara.

— Este juego siempre me ha desesperado. No soporto estar en la oscuridad.—

— Anoche no parecía lo mismo.—

Zayn comenzó a caminar cautelosamente por el espacio que encontraba libre. Tenía los brazos extendidos para poder tocar y no tropezar.

— Vamos ven aquí... —dijo _____ desde una esquina y él fue hacia allá.

— Pero no vale moverse del sitio.—

— Entonces el juego no tiene gracia.—

Cuando Zayn ya iba a alcanzarla _____ cambió de posición y lo mareó un poco.

— Venga cielo, aquí estoy... si me coges tendrás un premio.—

— ¿Puedo elegirlo yo?—

— Sí.—

Zayn tropezó con la pata de una mesa y terminó sobre el enorme sofá que llenaba media sala. ______ se rió en voz baja y se acercó para preguntarle si estaba bien. Fue el momento que Zayn aprovechó para cogerla.

— Te pillé —se quitó el pañuelo de la cara— Hoy estás más guapa que ayer. ¿Es posible?

— Estoy normal.—

Los labios de ______ estaban pintados de un rojo fuerte y los ojos los había enmarcado, haciendo unas pestañas larguísimas.

— ¿Mi premio? —dijo levantándose.

— Te caíste y perdiste.—

— Oh eso no estaba en las normas. No me advertiste —

— Date la vuelta ¿Puedes quitarte la camiseta?, Me gustaría hacerte un masaje

— ¿Me tumbo aquí? —indicó al sofá.

— Hey espera, mira lo que descubrí hoy —se agachó y tiró de la parte de abajo de este sofá— Ya está , ¿Has visto ahora que grande es? Ahora si puedes tumbarte.

Zayn se tumbó después de desabrocharse los pantalones y de sacarse los zapatos y calcetines. Nada más entrar en contacto su cuerpo con la cálida tela soltó un gemido de placer.

— Por fin sitio blandito donde echarse. Estoy muerto.—

— Me has excitado con eso —confesó ella.

— ¿Sí? —la miró de reojo, sin poder voltear la cabeza— Hazme el masaje anda.

— Solo si te quitas toda la ropa. Toda.—

La miró y le sonrió sin saber muy bien por qué. Comenzaba a coger esa costumbre cada vez que la tenía cerca. Se estaba volviendo algo dependiente y eso no le gustaba nada, solo aguantaría por el sexo que habían compartido en dos ocasiones. O eso creía él.

Se levantó despacio ,desafiante y algo dejado, se fue bajando los pantalones. Se los sacó primero de una pierna y luego de la otra

— Toda, es toda -añadió ella cuando él la daba por satisfecha- T, O , D, A.

— Ya sé qué significa toda, agradezco tu ayuda.—

Llevó sus dos manos a la cintura del boxer y ______ contuvo la respiración. Estaba sentada en el brazo del sofá y se tuvo que agarrar a él para no caerse hacia atrás. Automáticamente una sonrisa entre malévola y traviesa se esbozó en su cara caliente. Suponía que sus mejillas iban a estallar.

— Vamos, quítatelos.—

— Quítamelos tú, bueno no. Mejor no.—

Se dio la vuelta y se los bajó quedando completamente desnudo ante ____. Aunque lo único de lo que se quejaba era de que sólo le veía la parte trasera, también quería la delantera. Se tumbó de nuevo.

— No me vas a ver nada. Solo si me gusta lo que me hagas me daré la vuelta.—

— ¿Tienes hambre?—

— No, comí en el coche, mientras esperábamos.—

— Pues yo sí.—

— Come.—

— Eso mismo haré.—

Fue al mueble-bar y saco un algunas tabletas de chocolate que había pedido hacía ya varias horas. Las metió dentro de un cuenco y e introdujo a este en el microondas.

— ¿Qué estás haciendo? ¿Necesitas ayuda?—

— ¡Nooo! —gritó desde la lejanía— Ya mismo voy.

Cuando volvió con el bol en la mano Zayn estaba haciendo círculos con el dedo en la moqueta.

— Zayncito.. —pasó la mano por su pelo—¿Estás preparado?

— Más que preparado.—

Se bajó la cremallera de la falda beige y quedó únicamente en bikini. Se quitó los tacones y se sentó sobre el trasero de Zayn.

— ¿Me vas a comer bañado en chocolate?—

— Ahora verás —

— Chúpalo todo —

— Pienso hacerlo.—

Inclinó un poco el bol y fue derramando el chocolate caliente por la espalda blanca. El chocolate comenzó a correr por la línea que dividía su espalda en dos y llegó hasta su trasero.

— ¿Podré hacer lo mismo yo después?, me la vas a chupar por primera vez, me estoy poniendo duro. Romperé la esponja de este sofá.

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El Placer de Estar Contigo | Z.MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora