KAIA.[✔️]

Capítulo 11

No me cansaba de decir qué amaba este lugar con todas mis fuerzas, saber qué mi madre también venía aquí hacia qué se sintiera aún más especial. Camine un poco hasta qué mis pies tocaron aquella agua un poco fría para mi, lleve mi mano hacia el broche de mi vestido y comencé a bajarlo poco a poco hasta que lo saqué de mi completamente dejándome expuesta al caluroso bosque a mi alrededor. Me deshice de mi ropa interior y entre suavemente dejando qué la fría agua abrazara mi diminuto cuerpo.

Era una delicia, la verdad. Me sentía demasiado relajada en estos momentos, como si nada pasará, como si no tuviera nada en que pensar y así. Las palabras de Tiara eran totalmente ciertas, en nuestro mundo hay todo tipo de reglas donde la más mínima te condenan cómo lo hicieron con nosotras y miles de ángeles más. Aquí puedes amar, odiar, hacer el bien, el mal, prácticamente puedes hacer lo qué sea con libertad. Abrí los ojos al sentir unas gruesas manos en tocando mi cintura y subiéndome a la superficie. Las manos demandaban calor al igual que su cuerpo pegado al mío, no quería darme vuelta por el simple hecho de qué me vería completamente desnuda en frente de el pero al parecer el tenía otro tipo de pensamiento ya qué con un movimiento me tenía frente a frente. Su cabello mojado estaba pegado en su frente y mucha gotas de agua caían desde el hacia su cuerpo.

Una oleada de calor chocó contra mi al verlo así, su respiración estaba un poco agitada por lo qué el tenía sus labios semi abiertos tratando de meter mas aire a su cuerpo. Su pecho subía y bajaba rápidamente. En el tenía varias marcas de lucha, algunas eran simples grietas y otras eran heridas tenían cierto color rojizos. Sus ojos color café se encontraban más oscuros de lo normal y no dejaban de mirarme. Mis manos cubrieron mis senos rápidamente pero el las quito dejándome nuevamente expuesta a él mándame otra vez aquella oleada de calor a mi cuerpo. Mi cabeza parecía un manojo de nervios al igual qué todo mi cuerpo sin saber qué hacer pero al parecer el si sabía qué quería hacer.

Sus manos tomaron con delicadeza mi pequeño rostro y el se fue acercando más hacia mi hasta quedar a milímetros de mis labios. Su mirada se conectó con la mira como buscando algún tipo de reacción pero de mi parte no hubo ninguna pero por la de el hubo muchísima. Sus labios atacaron los míos como si el mundo se acabara mañana pero para mi recién empezaba. Nunca en mi vida había dado un beso, pero siempre quise saber qué se sentía besar los labios de otra persona como veía a los humanos hacerlo como si el mundo dependiera de aquello pero ahora lo entendía a la perfección. El sabor de sus labios era una mezcla entre fresa y un poco de menta. Su labio inferior al atraparlo con mis labios eran demasiado suave, y de la nada su lengua entro a mi boca sin aviso. Sus manos atraparon mis muslos alzándome hasta poder quedar de su tamaño y poder tener una mejor cercanía hacia el.

¿Cuándo el agua se puso tan caliente?, ¿por qué me sentía de este modo?. Mis manos sin pedírselo fueron directo a su cuello para poder sujetarme a él y mis pechos estaban contra el suyo. La falta de aire hizo qué me separara de él en busca porque la verdad si seguía ahí moriría por la falta de oxígeno y al parecer el estaba igual. Ambos pechos subían y bajaban como si hubiéramos corrido kilómetros. Nuestras miradas se volvieron a cruzar pero esta vez había cierta vergüenza en ambas. Mis mejillas ardían al ver sus labios hinchados gracias a los míos. ¿Yo hice eso?, ¿yo acabo de besar a un chico?, ¿esto era lo qué sentían todos?, tantas preguntas y yo simplemente permanecía pegada a su cuerpo como si fuera parte de él.

—no te vayas.—esas palabras chocaron contra mi de una manera única, el me pedía que no me fuera pero, ¿me iría?.—déjame enseñarte lo qué es el amor, déjame amarte y protegerte cómo lo estoy haciendo ahora. Déjame besarte día a día cómo lo acabo de hacer, no solo quiero ser el primero en besar esos labios sino qué deseo ser el primero en hacerte feliz, en enseñarte el significado de amar, quiero ser el primero en acariciar cada parte de tu cuerpo. Se qué no soy el primero que amas pero no me dejes, por favor.