KAIA.[✔️]

Capítulo 14

Pensé qué estaría feliz de volver, pensé qué regresar sería lo mejor pero no, no es qué no este feliz de tener mis alas de vuelta y sentirme libre al volar porque amo tener de vueltas mis bellas alas. Pero no me siento feliz del todo, ¿por qué?. Es fácil la respuesta, extraño a mi mejor amiga, extraño esos días donde ambas volábamos cómo aves alocadas, la extrañaba demasiado pero no solo a ella. Extrañaba a Luka, extrañaba a Dianthe y incluso lo extrañaba a él. No había un minuto qué no dejaba de pensar en aquel día en aquel riachuelo, no había un minuto donde no me preguntara cómo estaba, si está bien.

—muy bien chicos.—el guardia hizo qué saliera de mi transe.—ha sido todo por hoy, mañana continuamos con las clases.

Me levante del suelo decidida a ir a mi hogar junto a Tessa, ella se ha encargado de cuidarme estos días, de darme cariño y incluso de abrigarme cuando deseo llorar.

—¿Kaia?.—levante la mirada del suelo hacia Damon, su sonrisa estaba de oreja a oreja desde qué regrese y bueno éramos mejores amigos desde pequeños obviamente lo había extrañado.

—¿Damon?.—le respondí con una pequeña sonrisa.

—¿quieres ir a volar cómo en los viejos tiempos?.—mordí mi labio un poco insegura porque quería pasar tiempo con él pero no quería precisamente sólo ir a volar sino que deseaba ir a la tierra y volar allá.

—sabes qué no puedo ir a ciertos lugares.—dije con tristeza mientras caminaba sin rumbo alguno.

—¿ya te dijeron dónde no puedes ir?.—asentí suavemente.

—no puedo ir cerca del mundo demoníaco ni a la tierra.—al decir lo último sentí un pequeño dolor en el pecho. Damon colocó su mano en mi hombro dándome apoyo.

—lo siento mucho Kaia.—negué mientras le mostraba una sonrisa opaca.

—tú no tienes la culpa.

—Kaia.—desvíe la mirada encontrándome con Miguel delante de mi.

—los dejó solos.—dijo Damon mientras se marchaba dejándonos solos.

—¿te sientes mal?.—preguntó Miguel una vez llegue a su lado.

—un poco triste pero todo bien.—curve los hombros y sentí cosquillas en mis alas al Miguel acariciarlas.

—no las has usado.—negué.—¿por qué?.

—porque no tengo deseos de volar.—respondí.

—¿extrañas a Tiara?.—asentí sintiendo como mis ojos se aguaban.—prometo hablar con el señor para qué tú sentencia pase rápido.

—¿cuanto tiempo tiene qué pasar?.—pregunté no queriendo escuchar la respuesta.

—mucho pequeña.—dijo con tristeza.—rompiste la confianza del señor y de todos. Cuesta recuperarla, se que lo harás pero tomará mucho tiempo para que vuelvan a confiarte ir al mundo.

—si hubiera sabido todo esto hubiera preferido seguir en ese oscuro lugar y morir.—Miguel me tomó por los hombros haciendo que lo mirara de frente.

—nunca digas eso de nuevo Kaia.—dijo un poco molesto.—verte de ese modo en ese oscuro lugar fue lo más duro qué nadie haya visto.

—pero seguiría en la tierra junto a Tiara, junto a Luka, junto a mi hermano y junto a e..—me detuve antes de terminar. Miguel levantó una ceja y frunció el ceño a continuación.

—así qué eso es lo que deseas.—dijo con un tono molesto.—solo quieres ir a la tierra por ese lobo.

—no solo por el.—respondí.—pero no se porque mi corazón late a millón cuando pienso en el, no se porque quiero ir hacia el. Mi mente me grita qué vaya con el, tengo sueños de él pasándola mal y no me gusta.