KAIA.[✔️]

Capítulo 17

•MIKAEL PUNTO DE VISTA.

Cada minuto era más difícil para mi, cada minuto el desespero era incluso mayor por su ausencia. ¿La extrañaba?, demasiado. Cada día desde qué ella se marchó, no hubo un solo día qué no deseara qué ella regresara, no hubo un día qué no deseara tenerla en mis brazos y protegerla. Cada minuto desde qué se marchó la echaba de menos, simplemente la necesitaba. Odie en lo qué me convertí por ella, odio lo qué soy en día gracias a ella. ¿Por qué no volvió?, ¿por qué maldita seas no volvió?.

—el compromiso de ambos nos beneficiará tanto a ti cómo a mi.—comenzó a hablar Lucia mientras se levantaba de su asiento y caminaba hacia mi escritorio para sentarse encima de el.—ganamos ambos y nos divertimos un poco.

—yo no te necesito para divertirme.—dije levantándome de mi asiento listo para irme de ahí pero antes de salir hablo nuevamente.

—no pero si para ganar más poder o me equivoco.

Cerré la puerta detrás de mi y comencé a caminar hacia la salida para ir al lugar qué todos los días me abrazaba y me hacía volver al recuerdo más hermoso qué tuve con ella. Al poner un solo pies fuera de la mansión sentí cómo la alarma comenzó a sonar y junto a ella aparecieron los demás.

—están atacando nuevamente.—dijo Misael llegando a mi lado junto a Zarek, Tiara y Dianthe.

—los quiero a todos listos para atacar.—gruñí.—Tiara quédate con los demás aquí cerca, Zarek ve un poco más afuera, Dianthe protege a los niños y las mujeres.—todos fueron saliendo corriendo a lo que ordenaba.—Misael vas conmigo tenemos qué impedir qué pasen.

Corrí para dejar salir a Jacob y comencé a correr rápidamente hacia las afuera de la mansión para tratar de qué los chupa sangre no lograrán llegar a la cercanía de la mansión. Mi padre hizo presencia al igual qué Lucia, ¿qué mierda hace ella aquí?.

Lucia es la hija del alfa de la manada vecina a la mía, mi padre no solo quería qué creciéramos en lobos sino qué también quería apoderarse de la manada vecina y no había nada mejor qué estar con su hija. Obviamente su padre aceptó dármela con la excusa de qué era mi "luna" cuento qué ella no se creyó pero tenía que hacérselo creer hasta qué pudiera tener su manada en mis garras.

No era mala idea que un vampiro se la llevará pero tampoco era mala idea un poco de ayuda para sacarnos a los chupa sangre de encima. El ataque comenzó en cuanto los chupa sangre comenzaron a  dejarse ver y aunque atacamos rápidamente ellos eran más rápidos y incluso eran más y algunos lograron pasar nuestra protección. Jacob atacaba con rabia pero de solo recordar lo qué había pasado hace un año hacia qué atacara aún con más rabia. El olor a fuego de hizo presente en mis fosas nasales y mire a mi padre el cual peleaba contra un vampiro pero después de quitárselo salió corriendo hacia la mansión. Necesitaba saber qué todo estaba bien. 

Al girarme sentí cómo un maldito chupa sangre encajaba sus largas uñas en mi costado haciéndome soltar un aullido de dolor pero Jacob estaba tan furioso que se lanzó encima de él arrancándole la cabeza de una sopa mordida y entonces pasó lo qué tanto temía y extrañaba. Ese exquisito aroma a vainilla apareció, ese maldito aroma inundó mis fosas nasales por completo hipnotizándome. No, no por favor. Me giré y efectivamente lo qué tanto deseé y temía estaba ahí parada. Ella estaba ahí mirándome con miedo y entonces aparte la mirada. No podía mirarla, no, no quería mirarla y simplemente me fui pero me detuve en seco al escuchar el nombre qué deseé escuchar hace un año.

—!!KAIA!!.—gritó un hombre desconocido para mi cuando me giré para ver porque la había llamado con dolor vi cómo un maldito chupa sangre la golpeó tan fuerte qué la lanzó contra un árbol.