Cambio De Vida

26

-Adrian yo también quiero ir.
-Claro que puedes ir ve a ...
-Por que no irías, estoy segura de que a tu novio le encantará llevarte.
Interrumpi yo poniéndola en un aprieto, ella entrecerro los ojos y me lanzó una mala mirada. Adrian. En cambio paso de la adoración a la sorpresa. Yo me acerque y le deposite un beso en los labios, el rodeo mi cintura y sonrio.
El día había sido magnifico, cada cosa que se me había ocurrido el la había hecho y los dos lo habíamos disfrutado mucho.
-¿De que novio hablas?
Oh, quieres jugar, bien, juguemos.
-¡Oh!, perdona, no me digas que no es tu novio.
-¿De quien hablas amor?
El mote cariñoso no nos paso desapercibido a ninguna de las dos, Gloria gruñó de molestia y yo sonrei de placer.
- Cariño, Gloria estaba saliendo con uno de los recogedores. Es un muchacho ya grande pero guapo. Se veían muy bien juntos el otro dia.
Adrian esbozó una sonrisa de genuina alegria. Él estaba feliz por su amiga y eso para mi fue maravilloso.
-¡¡Mentirosa!! No le puedes creer, ella siempre te engaña.
-Gloria, no quiero duscusiones. No hay problema si tienes un novio, de hecho creo que deberías traerlo, si es uno de los recogedores debe ser muy buen chico.
-Yo...
-Claro que deberías traerlo. Voy a organizar una cena para que nos lo presentes.
-¡¡Maldita!! Quieres arruinarme.
Sonreí como el gato de Alicia, mi táctica de ataque nueva estaba resultando de maravilla. Atacar a Gloria tan sutilmente ponía a Adrian en su contra y yo quedaba bien con él. Antes cuando me desesperaba el siempre terminaba molesto conmigo.
-Para nada querida. No sabes lo feliz que me hace ver ami esposo sonreir y el saber que tu tienes un novio a él lo hece muy feliz.
-¿Y tú que sabes?
Grito frenetica.
-Bueno, yo tengo una hermana, verla feliz a mi me hace feliz.
Ella estaba roja, furiosa, los ojos encolerados y Adrian miraba callado la escena.
-¿Que insinuas?
Dijo bajando el tono haciendo uso de todo su autocontrol.
-Bueno, solo digo lo que todos me han dicho. Que tu eres como una hermanita pequeña para Adrian.
Ella miro a Adrian con los ojos llorosos. Este acuno su rostro y beso su frente. Ese gesto para mi fue más que tierno sobre todo porque él la quería de una forma muy fraternal.
-¿Eso es asi? ¿No me quieres?
Le pregunto ella.
-Por supuesto que te quiero. Te adoro. Eres mi pequeña Glori.
Ella se aferró a su camisa y él la abrazo.
-Yo te quiero mucho Adrian, dicelo a ella.
-Ella lo sabe pequeña. Yo también te quiero, ya sabes eres mi mejor amiga, como mi hermana.
Eso fue suficiente para que ella se alejará de sus brazos y le clavara una mirada de reproche, una mirada llena de rabia y de dolor.
-¿Me quieres?
-Si.
-Pero a ella la amas, ¿verdad?
-Las quiero a las dos de formas distintas. Tú eres mi amiga y Emmilly es mi mujer.
Su mano se fue a mi cintura y yo le sonreí con ternura.
Gloria se seco las lágrimas y sonrio con amargura.
-Bien. Entonces buscaré a mi novio para ir con él a la feria.
-Bien.
Le dijo Adrian y en cuanto ella se fue yo me lance a sus brazos por un beso.
-¡Oh!, que ganas tenía de que nos dejará solos.
El me agarro por la cintura y me volvió a besar.
-Eres muy agresiva con ella.
En lugar de molestarme desidi que el debía seguir en la ignorancia hasta que ella solita se delatara.
-Tienes un poquito de razón.
Le deje un pico en los labios mientras el me miraba serio.
-No bromeo.
Negue con la cabeza y él sonrio.
-No, yo tampoco.
-Donde esta mi esposa, que has hecho con la mujer majadera que no quería ver a Gloria ni en pintura.
Bromeó con el ceño frunzido.
-Enterrada con sus celos bajo muchos orgasmos.
Los dos soltamos una carcajada.
-¿Entonces estas admitiendo que siempre fueron celos?
-Creo que si, el monstruo de los celos no me dejaba ver que tu solo la quieres como amiga.
-¿Y ahora si lo vez?
Yo me acerque más a él y le di un pequeño beso.
-Ahora me queda más que claro. Confío en que tengo a un fabuloso hombre muriendo de amor por mi y por lo tanto es incapaz de traicionarme.
El sonrio y me volvio a besar.
-Me encanta que lo sepas.
Los dos permanecimos así durante unos minutos más y algo me vino a la cabeza.
-Adrian..tenemos que hablar. Se que ese video es muy extraño pero te juro que yo no soy la que sale ahí.
El se alejo unos pasos y se sentó en el sofa. La verdad tampoco me agradaba hablar de eso pero era necesario. Si iba a iniciar una relación tenía que tener cimientos solidos.
-Me parece muy bizarro todo esto.
-Te juro que yo no era y en algún momento te diré que era lo que estaba haciendo esa noche. Te aseguro que no te he sido infiel.
-Confío en ti. En ese video no se ve tu cara ni se escucha tu voz. Si tu me dices que no eres tú yo confío en tu palabra.
Sin poder evitarlo sentí mucho gozo en mi corazón. Me lance a sus brazos encantada y el me dio un fogoso beso en los labios.