❝Capítulo 11: Mar de fondo❞

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Mar de fondo.
  m. o f. Inquietud o agitación más o menos latente que enturbia o dificulta el curso de un asunto cualquiera.

Jaebeom despertó con el americano entre sus brazos, ya se le había hecho costumbre despertar con una mata de cabellos picándole en su barbilla

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Jaebeom despertó con el americano entre sus brazos, ya se le había hecho costumbre despertar con una mata de cabellos picándole en su barbilla. Rió suavemente mientras besaba los cabellos revueltos del mayor que se movía incómodo en la cama, era chistoso.

— Lo siento. —Dijo Jaebeom, tocando la mejilla ajena.

— ¿Hnm? ¿De qué te disculpas? —Preguntó adormilado aún, frotando sus ojos.

—La cama. —Respondió. — Debes estar acostumbrado a los lujos.

Mark rió. —Es perfecta. — El americano se lanzó a los brazos del capitán y le llenó el rostro de besos. —Es perfecta porque tú estás en ella.

Luego de una larga sesión de besos, se metieron a la pequeña ducha, donde no dejaron de tocarse y darse inocentes besos todo el tiempo. Se vistieron entre risas, jugando golpeándose con sus corbatas. Mark terminó perdiendo cuando Jaebeom envolvió su corbata en el cuello del otro para atraerlo a él y besarlo.

Estaban tan felices.

Lástima que felicidad era efímera.

Se despidieron y cada uno fue por su lado. Jaebeom a trabajar y Mark a disfrutar del poco tiempo que le quedaba en el barco, con tantas cosas que habían ocurrido no había tenido la oportunidad de disfrutar tanto como quisiera.

Visitó varias salas de la nave, aburriéndose al instante pues, el entretenimiento de los ricachones de la época no era del mayor interés del americano. Así que se puso a buscar a su mejor amigo, Jackson. Se rindió tras un par de minutos y suspiró. —Si existiera un aparato que nos deje comunicar con los demás al instante la vida fuese más sencilla. —Murmuró metiendo las manos en el bolsillo.

Por último intento, decidió bajar a la zona de "segunda" quizás el novio de su mejor amigo ande por allí, no eran tan cercanos, sin embargo, Youngjae era un chico sumamente divertido que podía ayudarle a pasar un buen rato.

Sentía la mirada de muchos a medida que se hacía paso por los pocos salones que había, era extraño que alguien como él se paseara por esas zonas, aunque para Mark era ridículo, pensaba que la distinción entre las clases sociales era una completa tontería.

— Hey, ricachón. —Escuchó una voz llamarle. — ¿Te perdiste camino al partido de polo? —Escuchó unas risas y giró los ojos. Ni siquiera era gracioso.

Notó que estaban jugando cartas, Mark era muy bueno en ellas. — ¿Puedo echar una partida con ustedes? —Preguntó, ignorando lo que anteriormente había pasado. El hombre se mostraba sorprendido, aun así, le indicó a un chico que se moviera para que el americano tomara asiento, repartieron las cartas y comenzaron a jugar mientras bebían. Pronto se llevaron bien y reían ante cualquier estupidez que dijera alguno, la estaban pasando muy bien. Mark perdió en muy pocas ocasiones, su habilidad era demasiado buena incluso bajo los efectos del alcohol.

Altamar ; markbeomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora