Él Es Mío Y Solo Mío

#13

Ahí estaba, justo como otro día, Leo decidió darles a Jack y a Cole sus propias habitaciones, ya que si no lo hacía ellos dormirían conmigo, y no hace falta decir que la imágen de dos chicos y una chica solos en una habitación no era aceptable para Leo.

El día había acabado tan rápido, ni podía creer lo que había pasado, cinco meses en coma y miles de dólares en regalos, siento como si hubiera vendido mi cuerpo a cambio de una buena vida llena de lujos y regalos.

Una voz decía mi nombre, una voz familiar, miré hacía todos lados pero no había nada, seguía llamando, cuándo reaccioné y era Cole, su voz estaba en mi cabeza.

Cole: ¿Eva?

— ¿Pasa algo?

Cole: ¿Estás bien?

— Si, todavía no me acostumbro, es sólo eso. ¿Qué pasa?

Cole: Sólo quería que supieras un pequeño detalle.

— ¿Cuál?

Cole: Hay una diferencia entre nosotros y ellos, ellos son hombres lobo, su forma original es humana, en cambio nosotros somos lo opuesto, nuestra forma original es el lobo, por lo que Leonardo no puede ser tu mate.

—Entonces, ¿Quién es mi mate y, por qué siento que Leo es más cercano a mi que los demás lobos?

Cole: No lo sé, pero supongo que en este mundo eres la mate de Leonardo, tal vez sientes cercanía, pero él no es tu mate, es... Otra persona

—¿Cómo sabes que se siente tener un mate?

Cole: No lo he vivido, pero hay tantas personas que si, y he oído las descripciones de tus "padres" por  años.

— Entonces... ¿Quién es mi mate?

Cole: No lo sé, tu madre mencionó su nombre algunas veces, muy pocas, vino al mundo humano a buscarte a los catorce, escapó de nuestro mundo en un acto de inmadurez, él quería encontrarte, Blake Forest. ¿Lo recuerdas o algo? Le pusiste su nombre a tu perro.

—No, pero cuando lo ví en la caja me llegó ese nombre a la mente,  fugazmente, pero ahí estaba.

Cole: Jugábamos los cuatro cuándo éramos niños, pero no recuerdo nada más.

— Discutamos esto después, estoy cansada.

Cole: Si, Eva.

Miré hacía el techo, mi respiración se volvía cada vez más lenta, el sonido de la noche se podía escuchar por la ventana abierta, Blake hecho un bulto color azabache sobre la cama.

Regresando de Inglaterra visitaré a mis padres.

Desperté, el frío de la mañana era bastante agradable, entre a la ducha y puse el agua caliente, deslicé mi mano hasta mi vientre, inmediatamente sentí una punzada que recorrió todo mi cuerpo, tal vez en mi cabeza ya lo había olvidado, pero el dolor que sufrió mi cuerpo ese día seguía ahí.

Salí de la ducha envuelta en mi bata y una toalla. Cole durante todos los años que he vivido con él, siempre me vistió, sirvió, acompañó y hasta se presentaba en los conciertos de violín o presentaciones de ballet, él es lo único que tenía.

Cole: ¿Puedo pasar?

— Últimamente irrumpes mucho mis pensamientos.

Entró, Cole tenía puesto un suéter blanco, con un pantalón negro y unos zapatos negros. El pantalón resaltaba sus largas piernas.