Leo se acercó a la mesa con dos conos de helado en sus manos, me dió uno y nos sentamos.
Leo: ¿Te estás adaptando a la ciudad?
— Quiero hablar contigo y quiero que me escuches.
Leo: Cuando dices que quieres hablar seriamente solo significa que me dirás qué me vas a dejar.
— Y quiero explicarte el por qué.
Leo: No es necesario, cuándo el bebé nazca lo amarás y me amarás a mi.
— Tus insistencias me agotan.
Leo: Tu haces que mi mundo tenga color.
— No seas ridículo.
Leo: ¿Y que harás con el bebé?, ¿Déjarmelo?
— Es tu hijo.
Leo: Y el tuyo también.
— Leo, necesito proteger algo y el hecho de que me ates a ti es peligroso para mí.
Leo: Puedo ayudarte.
— Eso no hará que te ame.
Leo: Lo sé.
— Es un riesgo que no voy a tomar, necesitas asimilar lo que te estoy diciendo.
Leo: No me pidas eso, no me pidas que renuncie a lo que más amo en el mundo.
— Tu NO me amas.
Leo: Lo hago.
Cada vez que alguien decía que me amaba mi cuerpo se paralizaba brevemente, sentía que mi corazón se detenía por momentos y náuseas.
No puedes amar a alguien que no conoces, él dice que me ama pero realmente no puedo creer que alguien ame a un mounstro sin sentimientos como yo, es como amar a la nada.
Al menos me estaba escuchando, no se portaba como un idiota, una parte de mi se quería quedar con él y conformarme, otra me decía que era irracional y que debía buscar a mi mate y volver a el otro mundo, no me quiero conformar.
— ¿Deseas atarme y que yo sea infeliz? Porque quiero que la idea de que yo no te puedo amar y de que tú no me puedes hacer feliz quedé muy clara en tu mente.
Leo: ¿Por qué intentas distanciarme?
— Porque no soy para ti y sé que el único que saldrá lastimado serás tú.
Leo: ¿No sientes nada por mi?
— Te quiero pero no de esa forma, te quiero como quiero a Jack y a Cole.
Leo: No me compares con ellos.
— Me preocupa que la idea de que aún cuando me vaya seguirás aferrado a mi.
Leo: No entiendo, hace unos meses te casaste conmigo sin dudar, fuiste a mi puerta y tuvimos sexo, actuaste como si me amarás.
— No, no confundas el ser sumisa con el amor.
Leo: Todo fue en vano.
— Me iré tan pronto nazca el bebé.
Leo: No podrías.
— No creo que sienta algo al respecto.
Leo: Pero...— lo interrumpí.
— Estoy cansada, no me siento bien, las cosas que haces tú y Lily son de lo más dramáticas y creo que voy a vomitar.
Leo: Hablaremos después, pero la razón por la que hicimos eso fue porque necesitan saber que absolutamente nadie se puede meter con la esposa de Leonardo Moonlight.
ESTÁS LEYENDO
Él Es Mío Y Solo Mío
WerewolfUna chica hundida en la oscuridad y el silencio, un chico posesivo con un cálido corazón. Eva McLemore, una chica hermosa pero distante, perdió a sus padres en un accidente automovilístico, sin derramar una sola lágrima se muda a un pueblo en medio...