Él Es Mío Y Solo Mío

#15

Cole y Leo quedaron encerrados en la oficina, me senté al pie de la puerta, esperando, pero... todavía no sabía qué.

Entré en la mente de Cole, él nunca sintió mi presencia en su mente, he discutido cosas que realmente quisiera olvidar.

Cole le gritaba a Leo:

- TE VOY A MATAR.

Leo: No entiendo, deberías estar feliz, Eva será mamá.

Cole: Es porque es TU hijo, además, ni siquiera tienes la confianza de Eva,no te ha dicho que no le gusta brócoli, no tolera el alcohol o que adora el café. No sabes nada de ella. TODA su vida ha caminado sola por un túnel, oscuro, sin ver la luz a lo lejos, solo caminando, rodeada de monstruos hiriéndola cada día, no puede amarse ni a si misma, cómo amará a otra persona.

Leo: La haré feliz.

Cole: Ella ni siquiera te ama.

Leo: ¿QUE SABES TÚ?

Cole: Más de lo que has alcanzando a descubrir tú.

Leo: VETE DE MI CASA Y DE LA VIDA DE EVA Y NO VUELVAS.

Salí de la mente de Cole, por lo que dejé la escena, entré a la habitación.

- Si él se va, me voy yo.

Leo: Tu te quedas, él y Jack se van, y punto.

- ¿Qué es lo que quieres de mi? No te puedo dar amor porque no eres mi mate, no te amo y no fingiré que lo hago. Estoy tan cansada de repetirlo, y cada vez que lo hago me pregunto que cuándo lo entenderás o si al menos me escuchas.

Leo: Pero yo si te amo, y al bebé que llevas dentro. Con el tiempo me amarás_ dijo con con expresión de comprensión, como si yo misma no entendiera las palabras que salen de mi propia boca.

- Te dejaré al bebé.

Cole: Me temo que eso no es posible, ese bebé es parte de tu legado, no puedes abandonarlo.

- Es una estupidez. Cole, Leo se quedará el bebé porque es suyo y tú, Jack y yo nos iremos.

Leo: No permitiré eso.

- No me importa, es mi decisión, me iré después del parto, es solo un aviso.

Leo: Di lo que quieras, al final, te quedarás, por las buenas o por las malas.

- Si, si, lo que tú digas. ¿Cuándo nacerá.

Cole: El embarazo de un lobo es diferente al de los humanos, a diferencia de ellos, tu embarazo solo durará de sesenta y dos a setenta y cinco días.

Te convertirás en lobo al momento del parto y ellos se darán cuenta.

- Lo pensaré en estos días, tal vez escape al bosque y lo tenga ahí.

Cole: Estamos a tu servicio siempre. Te ayudaremos.

- Lo sé, gracias.

Leo: No seas idiota, son cuatro meses, no es como si de verdad fuera un lobo.

Cole: Mierda!

Cole: Cierto, lo siento, estoy un poco confundido con esta tema.

Leo: Deberías informarte más.

Cole: Si, debería..._dijo conteniendo el disgusto y tragándose su orgullo.

- Bien, nos retiramos.

Leo: Eva, te amo.

- Descansa, Leo.

Salí de la habitación y subí a mi habitación, quedando completamente sola, aún tenía la herida en mi abdomen, aún dolía, pero era mi pecho el que dolía más, como si el bebé que llevo dentro lo estrujara con sus pequeñas manos, lo cual no tendría sentido porque no se ha formado sus manos. Mi