#14

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La presencia con la intención de salvar a Mía, muerde mi cuello por la parte de atrás, haciendo que retroceda, dejándola tendida en el suelo, transformada en su forma humana.

Rápidamente me libero de sus colmillos, volteó para divisar la figura, era un lobo con pelaje blanco y pulcro con unos ojos color ocre, claros y cristalinos. Desconocido, mirándome cómo una persona sin importancia alguna.

— Tú no deberías interferir

???: Y tú no deberías haber nacido nunca, pero qué puedo decir, el mundo comete errores.

— ¿Eso es lo mejor que tienes?_dije con burla.

???: Tengo mucho más, lastima que no vivirás para escucharlo, mi hermana realmente fue estúpida.

— Vaya...¿Amor de hermano?

???: Más bien, intento que está idiota no avergüence más a mi familia.

— Eva, un placer.

???: Charles, el placer es mío. Lamento lo de tu cuello.

— No importa, no pareces sorprendido por mi apariencia.

Charles: Es algo normal que no me interesen este tipo de cosas.

— Que curioso.

Charles: Me llevaré a mi hermana, es una malcriada, estamos trabajando en ello.

— Está bien. Todavía es algo inmadura, pero tiene arreglo.

Charles: Eso espero, con tu permiso. Estoy seguro de que nos volveremos a ver, más pronto de lo que crees.

— Eso sería interesante.

Caminó hasta el cuerpo casi sin vida de Mía, se convirtió a su forma humana, la nieve volando alrededor no me dejaba ver su rostro, ni siquiera diferenciar el color de su cabello. Levantó a Mía y caminó con ella en sus brazos hasta desaparecer entre la tormenta.

Me recosté sobre la nieve, fría y suave. Cerré mis ojos y respiré profundamente. Las orejas, cola, uñas y colmillos fueron desapareciendo poco a poco al igual que el color de mis ojos.

Jack: ¿Estás viva?

— ¿Tu estás vivo?

Jack: Si...

— Entonces si, estoy viva.

Jack: ¿Segura? Te oyes algo mal...

— Me vendrían bien unas vendas y un baño caliente, pero necesito un momento.

Jack: De acuerdo.

La tormenta poco a poco se desvanecía, mis pensamientos se hundían en el vacío de mi mente, observaba como los copos de nieve caían lentamente, como si el tiempo estuviera en cámara lenta, estaba cansada, con la sangre saliendo de mi piel haciendo un gran charco alrededor de mi.

Necesitaba hacerme más fuerte, eso lo sabía muy bien, con la fuerza que tenía no bastaba.

Me levanté, coloqué mi mano presionando la herida, y comencé a caminar, con la nevada más tranquila podía percibir el olor de todos, caminé hacía ellos hasta divisarlos a lo lejos.

Al verme, inmediatamente comenzaron a correr hacía mi, en algún momento Jack se resbaló, lo que me causo un poco de gracia, cuando llegaron hacía mi Cole fue el primero en hablar.

Cole: !¿Te sientes bien?!, ¡¿No necesitas ir al hospital?!

Leo: CLARO QUE SI, IMBÉCIL. !¿QUE NO VES COMO ESTÁ?!

Él Es Mío Y Solo MíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora