Capítulo ocho.

422 31 4
                                    

Miré a Leyla con desesperación, seguía llorando, analice donde estaba, quizás podría encontrar una salida, vi una herramienta que era una llave inglesa en el piso cerca de mí, si me balanceaba sobre ella podría tomarla con el pie. Mi primer intento de abalanzarse, funcionó, miré con miedo, mi corazón estaba en mi garganta pidiendo salir, él volvió, tuve que aparentar que nada ocurría y trajo unas lencerías.

-¿Cuál quieres cariño, conejita o gatita?- dijo riéndose entre dientes mirándome con lujuria –Te sentara bien el de gatita- dijo guiñándome el ojo y yo lo miraba con asco.

Él empezó a sacarme la remera suavemente y tocando mi estómago, mi piel se erizó, me daba náuseas sus toques, hubo un sonido de qué algo se había caído, él se percató y fue hacia donde provenía, de repente siento una respiración atrás mío.

Era James.

Lo miré sorprendida, ¿Qué mierda hace acá?, él fue hacia la computadora apagándola y todo se tornó oscuro, grité pero eran gritos ahogados ya que estaba ahogándome el pañuelo en mi boca, James sacó algo de la computadora, pude escuchar ruidos plásticos y luego oí quejidos de hombres y golpes, todo era demasiado confuso, apenas veía sombras, hasta que todo se calmó, mis lágrimas salían y salían, mis cachetes estaban colorados.

Alguien encendió una luz que me hizo cerrar los ojos y parpadear, pedía a dios que fuera James, miré mejor la silueta y era James, con sangre saliendo de su boca, respiración agitada y un rasguño en la cara.

Él se acercó a mi sacándome el pañuelo y las cuerdas que amarraban mis manos y pies, sin pensarlo dos veces lo abracé y luego me separé para mirarlo a los ojos.

-Gracias. -corrí hacia donde Leyla con dificultad ya que mis manos y pies ardían como nunca por el agarre, la solté a ella también pero ella estaba más drogada que yo, apenas reaccionaba.

Vi mejor donde me encontraba ya que James cargó a Leyla como novia y vi como el chico de pelo negro había sido golpeado y masacrado por un cuchillo.

James mató al chico.

O sea, nos intento violar, nos golpeó, drogó y nos intento matar pero, la forma brutal en la que había sido matado me llamo la atención y me dio repugnancia.

¿Qué más es capaz de hacer?

Salí de ahí lo más rápido posible y sentía mucho frío, ya era de mañana, había sido una noche de mierda, me quería ir de ahí lo antes posible.

Me acerqué a donde estaba James, estaba en un auto entrando a Leyla por la puerta trasera, lo miré y empecé a llorar.

-¿Cómo supiste que estábamos acá?- dije limpiando mis lágrimas.

-Eso no importa ahora -dijo frío. –Sube al auto -me ordenó.

Le hice caso, ya me daba igual lo que me pasara, había mucha presión en mi, mi cabeza me dolía como si me hubiesen golpeado muchas veces, mi labio tenía sangre seca por el golpe del chico y mi mejilla tenía un moretón.

-Necesitas descansar, no has dormido en toda esta noche. -dijo apretando el manubrio del auto.

-De acuerdo. -le asentí bajando el asiento y dándole la espalda a James me quedé dormida.

(…)

Cuando llegamos a la universidad, los policías estaban ahí, Lance, Megan y Kyle estaban ahí hablando con los oficiales, haciéndoles preguntas de donde estaríamos supongo.

Al bajarnos del auto me di la vuelta para ver a James pero el ya no estaba.

Los oficiales y mis amigos vinieron corriendo hacia nosotras, en ese momento me desmayé.

«Psychopaths guys» {EvanPeters}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora