Amaneció, ya solo quedaban dos días para poder salir del hospital y disfrutar de la vida, eran ya las 2:30 p.m. y yo apenas había despertado, cosa que lamento ya que gracias a ello, perdí la visita de Raquel, que preocupándose porque descansara, simplemente cambió las flores como de costumbre, pero me sorprendió con un regalo que dejó bajo mi almohada: Una barra de chocolate. Hace tanto que no comía chocolate, creo, o al menos desde que tuve el accidente, pero cuando lo probé puede saborear un pedazo de cielo y lo único mejor hubiese sido un beso de ella.
Y así pasó otro día, la espera se hacía más corta y mi cuerpo temblando podía sentir la energía y la felicidad emergiendo. Parece que esta noche sería fácil en comparación a la anterior, pues me sentía cansado y caí profundamente en un delicioso sueño, pues claro, no olvidemos que es uno de los grandes placeres de la vida.Me desperté temprano, a las 8:00 a.m., ya solo me quedaba este día en el hospital y la enfermera me ayudó para poder tomar un baño y así esperar la visita de Raquel. El día anterior antes de que la enfermera Sue se fuera, le pedí el favor de comprar un regalo para Raquel, estaba ansioso por ver que sería.
Las horas corrían y Raquel no llegaba, Sue hace poco vino a darme el preciado regalo: Una cadena con un dije en forma de corazón que podía abrirse y tenía espacio en un lado para colocar una pequeña foto, mientras en el otro lado se leía: ‘Siempre estaré a tu lado’. ¡Era precioso!
Las horas avanzaban más y más, pero Raquel aún no llegaba y eso me preocupaba. Llamé a Sue para preguntarle si sabía algo.E1.- Casualmente acabo de recibir una llamada de Raquel.
Lu.- ¿Y qué te ha dicho? ¿Tiene algún problema?
E1.- ¡No te preocupes Lu! Es solo que hoy debe trabajar doble turno y me pidió que te dijera que lamenta mucho no poder venir hoy y que mañana te lo recompensará de muy buena manera.
Lu.- Oh, ¡Esta bien! –Dije algo desanimado. Al menos ya podré verla mañana.
E1.- Que bien que lo entiendas Lu, yo debo irme, si necesitas algo puedes pedírmelo ahora.
Lu.- Todo está bien, ¡Gracias Sue, que te vaya bien!
E1.- Muchas gracias Lu, ¡hasta pronto!
Me sentía triste, ya eran dos días seguidos sin ver a Raquel pero tenía el gran consuelo de que saldríamos juntos, así tendría una oportunidad a solas con ella en un mejor ambiente que el del hospital.
Lo mejor sería dormir y así dejaría pasar estas últimas horas mucho más rápido, las ansias y los nervios volvían a mí para no dejarme dormir, lo que me parecía tedioso. Intenté contar ovejas, pero no funcionó, intenté diferentes posiciones para dormir y tampoco funcionó. Éramos solo la oscuridad del cuarto y yo, al no poder dormir imaginé como sería mi cita con Raquel, ¿A dónde iríamos?, pero surgió de repente la pregunta más importante de todas: ¿Y si no se divierte conmigo?
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Mucho más que sueños.
Historical FictionLas soñadas aventuras de Lu.. ¿Algo bueno o algo malo? Júzgalo tú.