Al amanecer me encontraba solo en el mueble, despertándome por el ruido que hacía Raquel mientras estaba en la cocina, me levanté a cepillar mis dientes y cuando regresé, encontré en la mesa un fabuloso desayuno:
Waffles con jarabe de maple, una taza de café con canela, unos huevos estrellados con unas cuantas tiras de tocino y una taza de ponche de frutas.
Un desayuno digno de los Dioses.
R.- ¡Buenos días Lu! Espero que hayas dormido bien. –Me dijo sonriendo.
Lu.- ¡Claro que sí, nunca había dormido tan bien en mi vida!
R.- Supuse que tendrías hambre, así que preparé el desayuno.
Lu.- Muchas gracias Raquel. –Le dije sonriendo– ¡Se ve delicioso!
R.- ¡Basta de hablar y sentémonos que tengo hambre! –Me dijo con una alegre expresión en su cara.
Lu.- ¡Como mandes jefa!
R.- ¡Exacto! Soy tu jefa y te ordeno que me hagas una casa de waffles con una piscina de jarabe ¡Jajaja!
Lu.- ¡Como usted mande! –Le dije riendo.
Y así pasó un lindo desayuno con Raquel, todo marchaba cada vez mejor, y mi corazón se llenaba de esperanzas. Luego de desayuna fui a tomar una ducha y mientras me aseaba escuché a Raquel:
R.- ¡Apresúrate Lu! ¿Qué acaso eres una princesa? ¡Jajaja!
Lu.- ¡Déjame ser feliz, que el agua está deliciosa! –Le dije mientras reía a carcajadas.
R.- ¡Vamos, que también necesito ducharme!
Lu.- ¡Si tanto lo necesitas ven y sácame! ¡Jajajajaja!
R.- ¿Me estas retando Lu? –Me dijo mientras daba golpes a la puerta.
Lu.- ¡Sé que no eres capaz!
La puerta del baño se abrió de golpe mientras Raquel gritaba una frase popular y graciosa:
R.- ¡SURPRISE MOTHERFUCKER!
Lu.- ¡JODER! ¡RAQUEL SAL DEL BAÑO!
R.- ¡Te pasa por retarme torpe!
Lu.- ¡PORFAVOR SAL!
R.- ¡Sal tú, que yo necesito ducharme!
Lu.- ¡Solo espera que ya casi terminó!
R.- No me hagas abrir la cortina Lu. –Me dijo con una sonrisa picarona.
Lu.- ¡Está bien, tú ganas!
Tome mi toalla y salí de la ducha, me apenaba que Raquel me viera desnudo, así que ella había ganado esta vez, aunque fue un momento gracioso. Me comencé a vestir, tomé un short amarillo, una camisa negra de Batman con las mangas largas y mis fieles tenis negros con cordones morados. Raquel ya llevaba 20 minutos en la ducha y eran ya casi las 12:46, así que ordené una pizza para almorzar. Luego de 15 minutos, Raquel salió del baño y se dirigió a cambiarse. Luego de 10 minutos más, el chico de la pizza apareció, desgraciadamente ya que 5 minutos más y hubiera sido gratis.
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Mucho más que sueños.
Historical FictionLas soñadas aventuras de Lu.. ¿Algo bueno o algo malo? Júzgalo tú.